Hoy salió a la venta, de la mano de Ovni Press, el primer libro de "Animal Man de Grant Morrison", la mítica serie que consagro al escocés en USA. Hubo un período en el que DC Comics, en busca de nuevos talentos, apostó por autores británicos con una impronta diferente, como Alan Moore, Neil Gaiman y Peter Milligan, entre otras deidades del cómic. Uno de esos talentos fue Grant, el demiurgo de Glasgow, que necesitaba una carta de presentación en el mercado mainstream yanqui. Dicha carta es la obra que hoy nos compete, con dibujos de Chaz Truog (amado por pocos y odiado por muchos), colores de Tatjana Wood y portadas de Brian Bolland.
Pero antes de hablar de la obra en si, hagamos un pequeño repaso por la historia del personaje antes de la llegada de Morrison, a modo de introducción, para que ningún lector se sienta perdido.
Precedentes
En 1965, Dave Wood y Carmine Infantino crearon a Buddy Baker (Animal Man) para la revista Strange Adventures #180. Buddy adquiere el poder de tomar prestadas las habilidades de los animales que se encuentran cerca suyo, luego de sufrir un accidente explosivo con una nave extraterrestre. Sí, se mataron con el origen. Animal Man solía enfrentar delincuentes o aliens, argumentos típicos del género en aquel entonces, donde el protagonista se limitaba a proteger el statu quo (y no le exijas mucho más). Ya se imaginarán por qué el personaje no generó mucha repercusión. En los años venideros, Buddy protagonizaría algunas apariciones menores en el universo DC, tal vez la más importante fue como miembro de "Los Héroes Olvidados" de Marv Wolfman y Gil Kane, y paremos de contar. Entonces, ¿por qué DC lo rescataría del olvido y le daría su primera serie? Porque no era la primer vez que una promesa del cómic generaba algo totalmente épico con un personaje menor de la casa (Saga de Swamp Thing de Alan Moore). Al trabajar con personajes de segunda línea, los autores gozaban de una mayor libertad artística por parte de los editores, en muchos casos eso impulsó y dio rienda suelta a que algunos guionistas generaran tramas y conceptos totalmente brillantes que resultaron rompedores y respaldados por un éxito total en críticas y ventas. Grant era una de las jóvenes promesas, candidato a recibir uno de los tantos personajes olvidados para ver si aún se les podía sacar un poco de jugo.

No es difícil entender la razón por la que DC, o más bien la legendaria Karen Berger, le daría la libertad a un escritor británico de experimentar con un personaje en desuso, claramente no tenían nada que perder, la incógnita sería otra: ¿Por qué Grant Morrison fue el que pidió específicamente escribir Animal Man? ¿¡POR QUÉ!?
Por el cariño nostálgico que le tenía. No es que sus historias le parecieran particularmente buenas, sino que durante su infancia se jactaba de ser único y diferente ante sus amiguitos por leer un personaje que sólo él y 3 gatos locos conocían. Así decidió honrar al personaje, guionizando una serie que lo elevaría a estratos insospechados.
¿Y de que va la serie?
Buddy Baker es un superhéroe de segunda que está inactivo hace bastante. Principalmente es un padre de familia que vive en los suburbios de San Diego. Determinado a hacer algo importante con su vida, decide volver a las andadas, e intenta encajar como miembro titular en La Liga de la Justicia para poder ganarse la vida como un superhéroe, defendiendo toda vida en el planeta, postura que lo llevará a convertirse en vegano y participar como activista por la lucha de los derechos animales. Un tipo común, un hijo de vecino, intentando hacer lo que él cree que es lo correcto de la mejor forma posible. Como resultado se verá confrontado regularmente con dilemas morales, mientras que, en paralelo, su noción sobre la realidad comenzará a difuminarse, sumiéndolo poco a poco en una crisis existencial que lo llevará a buscar explicaciones sobre aspectos básicos de su vida, como por ejemplo, el origen y procedencia de sus poderes y averiguar por qué su vida es tan extraña e inconexa. Como si fuera poco, tendrá que afrontar una serie de sucesos que lo dejarán absolutamente desconcertado, y las respuestas a sus preguntas serán extremadamente difíciles de asimilar, generando consecuencias directas que lo afectarán tanto a él como a su familia.
En principio la obra fue concebida como una miniserie de 4 números, donde el mismo autor reconoció que para hacerla emuló el estilo que Alan Moore había instaurado en aquella época, porque era consciente de que eso era lo que quería DC. Por el éxito que tuvo, le pidieron a Morrison que continuara escribiendo más números, para transformarla en una serie regular. Grant accedió, pero tenía una condición, si seguía escribiendo, iba a abandonar el estilo del barba para escribir de forma 100% fiel a sí mismo y su visión del género superheroico. Y así fue como consiguió carta blanca para comenzar a cranear meticulosamente esta etapa legendaria, que comenzó a hilvanar en el número #5, el cual representa una declaración de intenciones que se convertiría en sagradas escrituras para los acólitos del dios lisergico del cómic.
El Evangelio del Coyote.
Abran sus comics de Animal Man Libro 1, en el número #5, la piedra angular, el éxodo de esta serie donde comenzó el bautismo de muchos. Nos encontramos frente a una parábola más compleja respecto a los números anteriores y bastante alejada de los estándares superheroicos de aquel entonces. Un número icónico, una suerte de parodia trágica sobre un personaje muy conocido de los Looney Tunes con rasgos mesiánicos y... basta, no digo más.

Revelar más detalles de la historia sería un pecado imperdonable, así que los exhorto a que tengan su acercamiento con el cómic. Les aseguro que la obra tiene de todo, reflexiones, un enfoque existencialista que buscará definir los espacios comunes dentro del cómic para trascenderlos, aderezado de todas las características que rodean al género y muchísimo más. Se plantean problemáticas del mundo real, teorías científicas, referencias comiqueras y literarias, continuidad y funcionamiento del universo DC, mucha cultura pop, simbología, principios mágicos y conceptos metafísicos. Esto es Morrison súper copado en su momento más piola, tirando buena onda para todos lados.
Para ir cerrando
La edición de Ovni Press me parece más que satisfactoria.
Cuenta con papel de primera y el coloreado original de Tatjana Wood. El tamaño de las viñetas es el correcto, solo se reduce el espacio en blanco de los márgenes superior e inferior lo cual, en mi humilde opinión, no afecta en lo más mínimo la experiencia de lectura. Como plus, el tomo cuenta con una introducción del propio Morrison y una galería de bocetos a lápiz de Brian Bolland, quien hace todas las portadas de la serie y es, sin dudas, uno de los mejores portadistas del mundo.

¿Que más puedo decir? El pecho se me infla de orgullo de que tamaña obra se publique de forma local, en una edición cómoda, cuidada, criteriosa y mucho más accesible para el lector. Es la oportunidad perfecta para quien no conoce la obra, de aceptar a Morrison en su corazón... Pero también la es para el que la leyó 20 veces y ahora puede contar con una traducción sin galleguismos, o simplemente regalársela a algún inconverso, para seguir predicando en todos lados el Evangelio del Coyote.
Ficha Técnica
- Guion: Grant Morrison
- Dibujo: Chaz Truog
- Portadas: Brian Bolland
- Estado: Obra terminada (originalmente números 1 al 26 + Secret Origin #39)
- Año de publicación original: 1988
- Editorial: DC Comics
- Editorial Argentina: Ovni Press
- Cantidad de tomos edición Argentina: 3
- Cantidad de páginas: 240
- Tamaño: 17 x 24 cm.
- Precio: $1500
- ISBN: 978-987-724-705-3
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