A diferencia de la entrega anterior, en esta ocasión nos metemos con un más de una decena de asesinos seriales en lugar de solo uno. Así que para hacerlo interesante y no alargarla demasiado, mi propuesta es poner en práctica una herramienta para detectar y clasificar, en función del comportamiento, en este caso,a asesinos seriales: el profiling. ¿Qué es el profiling? La elaboración de un perfil a través de la información que se deduce de la escena de un crimen. Propongo que emulemos a John Douglas, miembro de la unidad de ciencias de la conducta del FBI y autor del libro Mindhunter (en el que se basa la serie de TV) e ir caso por caso, intentando identificar a qué clase de asesinos pertenece cada uno de ellos, según lo que nos cuentan las historietas (las cuales voy a comentar igualmente). Así que para eso, primero hablemos de estas clasificaciones y cuál de ellas vamos a usar.
CLASIFICACIÓN
Antes que nada vale aclarar que no a todos los asesinos de la lista se les hizo el perfil en su momento, y con otros no hubo la información suficiente para hacer un perfil útil, así que, puede que no sea tan fácil esta distinción (algo que también ocurría).
Quizás la más común y usada por el FBI es la de ORGANIZADO/DESORGANIZADO, que en realidad se destila del manual de clasificación criminal, en el cual no existe una categoría exclusiva para asesinos seriales, si no por tipo de homicidios, y en estos casos la mayoría es de índole sexual.
ORGANIZADOS: Aquel que planifica sus asesinatos y escape con cuidado. A veces lo hace por días, semanas o hasta meses. Puede stalkear a sus víctimas, es metódico y ordenado. Por lo general es sociable y busca mejorar con cada crimen.
DESORGANIZADOS: La dificultad que presentan, al contrario que los anteriores, es que no son predecibles. No desarrollan un gran plan y quizás ni siquiera sabe cuándo va a atacar hasta que se les presenta la oportunidad. Son menos aptos socialmente hablando, no muy inteligentes y sin intenciones de cubrir mucho sus delitos. Son más solitarios en sociedad que el otro tipo. Pueden cambiar de arma y esto provoca que sus ataques sean más difíciles de enmarcar dentro de un patrón.
Hay una tercera clasificación que es “Mixto”, ya que no siempre los asesinos entran 100% dentro de cada clasificación, y es común que a medida que avanza una investigación, se contemple cambiar la clasificación del sospechoso, dada una nueva información.
Rasgos que podemos encontrar:
- Carisma, labia
- Egocentrismo
- Falta de culpa o remordimiento
- Falta de empatía
- Manipulación
- Impulsividad
- Necesidad de excitación
- Problemas de comportamiento tempranos
Ahora sí, veamos a cuantos asesinos podemos cubrir y si es tan sencillo determinar estas clasificaciones.
LOS ASESINOS, POR NOMBRE, ALIAS Y FECHA DE PRIMER HOMICIDIO.
Caso #1: H.H. Holmes, La Bestia de Chicago (1892)

"The beast of Chicago", de Rick Geary
Nos reencontramos con Rick Geary, autor que ya vimos para la entrega dedicada a Jack el destripador, ahora firmando la biografía de un asesino bastante contemporáneo al de Whitechapel. En esta ocasión Geary tiene mucho más para contar, dado que existen documentos y testigos que prueban que Holmes, además de asesino, fue estafador y ladrón desde temprana edad. Esto hace que, por momentos, la historieta se vuelva un montaje con fines expositivos, y de manera muy objetiva, sobre todo en el prologo, que es exclusivamente para contextualizarnos.
Así como en el de Jack The Ripper, este es un período con el que el dibujo y entintado de Gary se lucen, prestando especial atención a los ambientes y expresiones (sobre todo a las miradas) que trasmiten el horror y la frialdad del asesino. Es una obra bastante completa editada como número suelto o en "A Treasury of victorian murders compendium", que también incluye el de Jack The Ripper.
H.H. Holmes nació en New Hampshire, con el nombre de Herman Webster Mudgett, y fue el tercer hijo de una pareja de inmigrantes. Para los 18 años, recibido de contador, casado y con un hijo, Holmes ya había comenzado a estafar gente. Se ganaba la confianza de sus víctimas para engañarlas y quedarse con dinero o títulos de propiedades. Luego de recibirse en medicina, Holmes pone en marcha la construcción de su “castillo de la muerte”, un hotel que escondía un laberinto de pasillos y trampas, con el fin de dar rienda suelta a sus asesinatos. Holmes incluso procuró que sean diferentes empresas las que se encarguen de su construcción, de tal manera que ninguna supiera de sus verdaderos propósitos. A pesar de que mató a muchas personas (pero menos de las que confesó), Holmes fue llevado a la horca por tan un solo homicidio.
Caso #2: Cayetano Santos Godino, El petiso orejudo (1906)

"El petiso orejudo", de Barbiero y Altonaga y "Cayetano", de Saracino y Brondo
En "El Petiso Orejudo", de Barbieri y Altonaga, lo que tenemos es una crónica de los crímenes cometidos por Godino, de manera realista y con mucha documentación. Incluso se añaden informes forenses y psiquiátricos (como podían ser en esa época, obvio). Este es ideal para conocer los hechos y tener un retrato mínimo de la época. Podría pensarse como lo más cercano a tener un documental en viñetas sobre Godino.
En oposición a este (o mejor, complementándose), tenemos "Cayetano", de Saracino y Brondo. Publicado en varias entregas en la Fierro y en libro en el 2019, Cayetano nos propone un ejercicio de imaginación por parte de los autores, que es conocer al asesino desde su perspectiva. Como el nombre nos sugiere, dejamos de lado el caso del petiso orejudo para conocer a Cayetano, el niño pirómano y homicida.
Cayetano Santos Godino nació en Argentina en 1896. Sufrió toda su infancia de enfermedades y abusos por parte de un padre alcohólico. Era expulsado constantemente de las escuelas y la calle, donde pasaría mucho de su tiempo, se convirtió en el principal escenario de sus crímenes.
María Rosa Face tenía solo 3 años en 1906, cuando fue víctima de Godino, que se dedicó a maltratar y mutilar animales hasta 1908, cuando intentaría ahogar a Severino González Caló, de 2 años. En 1912 prende fuego las ropas de una niña de 5 años, que fallece luego de semanas de agonía. Para el 13 de diciembre de ese año, Godino lleva 4 asesinatos cometidos, 7 intentos, más de 6 incendios y múltiples aprehensiones. El primer informe médico lo define como un alienado mental, imbécil y degenerado. Murió en la cárcel de Ushuaia luego de una golpiza por parte de otros reos, por haber matado al gato que tenían de mascota.
Casos #3: Fritz Harmaann (1919)

"Haarmann", de Peer Meter e Isabel Kreitz
Fritz Haarmann, el Carnicero de Hannover: El primer acierto del comic está en la elección de qué contar. El relato se ajusta al momento posterior de su primer homicidio, su modus operandi en detalle, la investigación y la consiguiente detención por parte de la policía. En la parte visual, Kreitz también acierta al usar lápices y carbonillas, dándole al relato un tono y textura ideal. Los detalles del contexto, juventud y el juicio, vienen en una excelente sección de extras al final.
Haarmann fue maltratado por sus padres desde su infancia. Lo hacían vestir ropas de niña y su padre lo golpeaba. Tuvo varios arrestos, pero recién cometió su primer homicidio a los 40 años y desde ese momento no se detuvo. Engañaba a jóvenes que llegaban a la estación de tren de Hannover, prometiéndoles trabajo. Les decía que era oficial de la policía y luego los llevaba a su domicilio donde los asesinaba y descuartizaba. Lo más escabroso, es que luego de descubrirse esto, sus vecinos contaron que le compraban carne barata y ropa a Haarmann, que muy probablemente correspondían a alguna de las 27 víctimas comprobadas.
Caso #4: Peter Kürten (1929)

"M", de Muth y Lang
Peter Kürten, el vampiro de Düsseldorf: Nos quedamos en Alemania pero en esta ocasión lo que tenemos es una adaptación de la película de Fritz Lang del mismo nombre, llevada al papel por Jon Muth. El relato nos coloca en el medio de la conmoción por los ataques ya ocurridos, dejando un poco para adelante las explicaciones de lo que sucede y concentrándose más en la reacción de la sociedad. El fotorrealismo de Muth es lo que más vale la pena, ya que el ritmo me parece un tanto desparejo y el rotulado y cantidad de texto pueden ser lo más negativo de la obra.
Kürten cometió sus primeros asesinatos a los 9 años. Destripaba animales y cometía hurtos, y sus fantasías eran cada vez más violentas. A los 30 ahorcó a una nena de 12 años y luego la degolló; y desde allí no se detendría. La mayoría de sus víctimas oscilaban en edades entre 8 y 13 años, y nunca se sabía dónde o cuando atacaría, lo cual llevó a la sociedad al estado de emergencia y control que es lo que más plasma el comic. El gran error que le supondría el fin de su carrera criminal, fue haber dejado con vida a una mujer adulta (que creyó haber asesinado) y así se pudo conformar su retrato hablado y proceder a la captura.
Se lo condenó por 9 asesinatos y 7 intentos, aunque el insistía en que fueron más de 70.
Caso #5: El asesino de torsos de Cleveland (1934) / La Dalia negra

"Torso", de Brian Michael bendis y M. Andreyko
El escritor oriundo de Cleveland Brian Michael Bendis, dibuja y co-escribe junto con Marc Andreyko, uno de sus primeros y buenos grandes trabajos, en un género en el cual se destacaría más adelante. Y siendo de la misma ciudad donde sucedieron los crímenes, imagino que es una historia que Bendis conoció con precisión, ya que se notan en el guion una gran cantidad de detalles y referencias. Me atrevería a decir que From Hell debió ser una influencia, ya que en este caso el comic hace un retrato de la ciudad de Cleveland y su pobreza, la policía, las diferencias sociales, pero siempre manteniendo el tono policial.
El 23 de septiembre, dos chicos encuentran restos humanos en las costas de un lago. De estos cuerpos, o mejor dicho torsos, porque carecían de cabeza y tenían múltiples mutilaciones, solo fue identificado uno. Para ese momento, Eliot Ness asumía el puesto de director de seguridad pública de Cleveland, autoridad a la que respondían la policía, bomberos y protección civil de la ciudad. Ingresaba con imagen positiva, luego de encargarse (junto a sus intocables) del arresto de Al Capone, y su misión en Cleveland era también bajar al máximo el delito. Pero no fue así, y tras cuatro años (y doce víctimas del asesino), la carrera de Ness se va a pique. El criminal se burla dejando víctimas a pocas cuadras de la estación de policía, incluso a una distancia que podían verse desde la oficina de Ness.
Era obvio que el delincuente tenía una base de conocimientos anatómicos, pero también químicos, ya que varios de los cuerpos denotaban algún proceso de este tipo, posterior a la muerte.
"The Black Dahlia", de Matz, Fincher y Hayman
El crimen de Elizabeth Short lo incluí por dos razones: La historieta es buena (a mi gusto mejor que la película de De Palma), y existe una teoría que lo vincula al de los asesinatos de Cleveland.
Short soñaba con ser actriz, y para eso se mudó a Los Angeles en 1943. Trabajó de camarera y se puso de novia, pero su prometido falleció dos años más tarde, y desde allí estuvo viviendo en muchos lugares por poco tiempo, sin meta fija más que ser descubierta por algún cazatalentos.
Su cuerpo fue encontrado en enero de 1947, y presentaba mutilaciones similares a las de las víctimas del asesino de Cleveland, pero con diferencias (que se toman en cuenta al haber transcurrido diez años). Short presentaba una característica macabra: una cicatriz en la boca llamada Sonrisa de Glasgow, que consiste en cortar la comisura de los labios (a lo Joker de The Dark Knight) y por el dolor, la víctima grita e involuntariamente extiende los cortes.
Caso #6: Bible John (1968)

"Bible John: A forensic Meditation" de Grant Morrison y Daniel Vallely
En este caso diré poco sobre la historieta en cuestión, dado que nos aporta poco sobre el caso, y decidí incluirla más por el guionista que por otra cosa. A principios de los 90’s, Grant Morrison y Daniel Vallely realizan este comic experimental a través de 6 entregas en la antología Crisis, y no fue reeditada desde entonces dado que Vallely decidió romper los originales. Si bien me parece que se pone un tanto pretencioso para mi gusto, hay que reconocerle que al no poder construir un whodunit satisfactorio, Morrison se va para el lado de la exploración, el ocultismo, y hay una búsqueda por parte de Vallely, que experimenta con diferentes técnicas. Creo que puede acompañar trabajos como Kid Eternity o incluso Arkham Asylum.
Este asesino al que solo se le atribuyen 3 víctimas fatales, fue considerado más adelante el ZODIAC de Escocia, dado el efecto que causó en la sociedad y los medios a lo largo de 18 meses. Su apodo se debe a lo que testigos aseguran sobre el principal sospechoso, que este citaba la biblia y parecía ser un hombre religioso. Las 3 víctimas eran mujeres entre 25 y 32 años, morochas, y asistentes, en la noche de sus asesinatos, a un salón de baile que tenía fama de ser el lugar preferido para los infieles. Todas fueron golpeadas, violadas y ahorcadas, y sus cuerpos abandonados en un área bastante acotada. Hubo sospechosos muy probables, pero el caso nunca se resolvió.
Casos #7 & #8: Zodíaco (1968) /El estrangulador de Boston (1962)

"The Roberts", de Chinsang y Shady
Habiendo tantos asesinos seriales, que no fueron capturados, no es difícil pensar que más de uno debe haber envejecido tranquilo, llevando una vida normal con su familia. Wayne Chinsang se imagina esto pero juntando a 2 asesinos muy conocidos como son el estrangulador de Boston y Zodiac, conviviendo en el mismo hogar para ancianos.
No pasa mucho tiempo que se reconocen. Por su naturaleza no hace falta que lo admitan, y una vez que esto sucede, y charlan sobre sus crímenes, uno le propone al otro un juego macabro, uno que los haga sentir como en sus buenos años.
El dibujo es monótono y se nota que esconde sus puntos débiles, pero el comic gana con el que conoce suficiente del tema de asesinos seriales, y no imagino que para otra persona pueda ser disfrutable.
Si bien el estrangulador de Boston (Albert DeSalvo) fue condenado por sus crímenes, y luego asesinado dentro de prisión, se cree que no cometió todos los crímenes que se atribuía. Las 13 víctimas, todas mujeres, oscilaban entre 18 y 85 años de edad. La mayoría fueron asesinadas por estrangulamiento, 2 por apuñalamiento, una por golpe y la mayor sucumbió por infarto. Pero en ninguno de los casos el atacante entró por la fuerza. El agente del FBI Robert Ressler (mano derecha de John Douglas) dijo que claramente se trataban de 2 perfiles diferentes. Esto, y varias inconsistencias en los relatos de DeSalvo hacen pensar que realmente se hizo cargo de algunos crímenes que no cometió, y si esto fuera así, alguien no fue condenado por ellos.
Zodiac es el caso que más hace recordar a Jack el destripador. Su identidad es un misterio, enviaba cartas a la policía y sus víctimas fatales fueron 5, como las canónicas del asesino de Whitechapel. Tenía un modus operandi claro: atacaba parejas jóvenes, en lo posible alejadas del centro de la ciudad y les disparaba a corta distancia. Tras su segundo ataque, llamó él mismo a la policía para dar las direcciones de los cuerpos y admitir que fue el autor de otro asesinato seis meses atrás, luego elaboraría cartas con acertijos y un código para que la policía descifre. Sin más pruebas presentadas, en el 2007 el caso fue abandonado aunque oficialmente sigue como “inactivo”.
Caso #9: Ted Bundy (1974)

"Ted Bundy", de Dobbs y Vitti
Este comic de la editorial Soleil pertenece a una serie dedicada a la temática de asesinos, tanto en carácter de ficción como no ficción. Dada la notoriedad e importancia, me decidí por el número sobre Ted Bundy, el asesino serial que no falta en ninguna lista de los casos más resonantes.
La historia nos sitúa en Quantico, en la base de entrenamiento del FBI, durante una clase sobre asesinos seriales, donde el tema del día es el caso de Ted Bundy. Intercalando tiempo de clases en el presente, con los hechos más importantes del prontuario del asesino, narrados cronológicamente, los autores logran una historieta entretenida, pero no muy destacable.
Como dije antes, Bundy no falta en ninguna lista sobre asesinos seriales. Se le comprobaron al menos 36 asesinatos en un lapso de 5 años, al margen de robos y violaciones, la mayoría perpetrados durante la noche y madrugada. Algunas veces usó un yeso para simular una fractura, aprovechándose así de la empatía de sus víctimas, que se acercaban para ayudarlo. Pero en sociedad se mostraba como una persona que tenía una prometedora carrera en derecho, que ayudó a candidatos republicanos en campaña, y con carisma de sobra.
Al momento de anunciar la condena de pena de muerte, el juez Cowart sorpresivamente para todos en la sala, le dijo a Bundy que era una pena que un joven brillante como él haya decidido ese camino en la vida. Bundy fue diagnosticado como un psicópata (no me digas), perverso, y sin sentimiento de culpa.
Caso #10: David Berkowitz, Son of Sam (1976)

"Psycho Killers #2", de Gertler, Heyer y Charles
Psycho killers es una serie de one shots (muy) independientes, dedicada a, como lo sugiere su título, asesinos, pero no exclusivamente. Hasta el #17 mantiene esta temática, y después comienza con casos especiales o giran en torno a otro tema.
En esta ocasión narra los asesinatos cometidos por David Berkowitz, con cierta cuota de suspenso y cada tanto mechando las cartas que él enviaba a la prensa y algunos recortes periodísticos. Es un comic muy corto y bastante irregular en el dibujo, pero al menos intenta dar un pantallazo a qué pasaba por la cabeza de Berkowitz, desde el primer homicidio hasta su aprehensión.
El 29 de julio de 1976, Berkowitz dispara contra Jody Valenti y Donna Lauria, que se encontraban en el auto de Valenti, conversando. De los tres disparos efectuados por Berkowitz, uno hiere a Valenti, otro falla y el tercero termina instantáneamente con la vida de Lauria. Este es el m.o. que a grandes rasgos adoptaría Berkowitz: Si la circunstancia se lo permitía, atacaba por la noche a parejas en su auto, con un revólver calibre 44. Como otros que ya vimos, Berkowitz provocaba a la policía y le gustaba ser el centro de atención, alimentando a la prensa local con cartas (que se pueden ver en el comic). Se desarrolló una de las mayores cacerías para atrapar al “hijo de Sam” como él se había denominado, aunque no pudieron evitar que se lamentaran 6 víctimas fatales y otras 7 gravemente heridas a lo largo del año que se mantuvo activo. Tras su arresto, confesó que cometía los crímenes por orden de un demonio que poseyó al perro del vecino, y luego culpó a una banda de satanistas. Se lo condenó a 6 cadenas perpetúas.
Caso #11: Jeffrey Dahmer, el carnicero de Milwaukee (1978)

"My friend Dahmer", de Derf Backderf
Derf Backderf supo que tenía que contar esta historia el día que arrestaron a Dahmer. Desde ese día hasta que el libro vio la luz, pasaron 20 años, en los que Backderf no solo hizo memoria para reconstruir quien fuera su compañero en la secundaria, sino que además recopiló testimonios e impresiones de quienes conocieron al, por entonces, futuro asesino serial. La idea del autor, quién ha sido comparado con Robert Crumb por su estilo, es mostrar que existía un joven con problemas como podía pasarle a cualquier otro de sus compañeros, que la falta en Dahmer viene por otro lugar. Pero tampoco intenta empatizar o mucho menos justificar al asesino, pero quizás sí comprender que sucedía con él durante esos años.
Dahmer nació en Milwaukee en 1960 y tuvo una infancia bastante promedio, salvo por las constantes mudanzas que la familia debía realizar por el trabajo del padre. Como estudiante era reservado y tímido, pero con algunos exabruptos que lo mostraban extraño, como queriendo sobre compensar por su falta de sociabilización. Luego vino su problema con el alcohol, que provocó que lo echaran o lo incapacitaba para muchas tareas.
En 1978 cometió su primer asesinato. Steven Hicks hacía dedo, y Dahmer lo llevó a su casa. Cuando este avanzó sexualmente y Hicks lo rechazó, Dahmer lo asesina de un golpe en la cabeza y luego lo desmiembra. Pasan 8 años hasta que Dahmer conoce a Steven Tuomi en un bar gay, su segunda víctima de homicidio. Invitó a todas sus víctimas a su domicilio, y una vez allí, drogados o no, los ejecutaba de un golpe o los estrangulaba. Solía tomar fotografías de los cadáveres, frecuentemente conservaba las cabezas, se deshacía del resto del cuerpo usando ácidos.
Dahmer pretendía tener un “esclavo” y por eso, experimentaba con sus víctimas. A Konerak Sinthasomphone le realizó una trepanación para verterle ácido, pero este al recuperar la consciencia logró escapar y hablar con policías. Aún así, éstos creyeron la historia de Dahmer y lo llevaron de regreso al departamento, donde encontró la muerte. Para 1991, año de su arresto, Dahmer pudo confirmar 17 de sus asesinatos.
Caso #12: Gary Ridgway, The Green River Killer (1982)

"Green River Killer", de Jensen y Case
Una de las cosas más interesantes que tiene esta novela gráfica, es la perspectiva. El padre de Jeff es Tom Jensen, el detective que estuvo casi dos décadas tras la pista de Gary Ridgway. Esto hace que, además de ser una gran historia policial, Jeff nos lleve a conocer a la persona detrás del cargo de detective y mostrarnos las razones para que tras tantos años, se niegue a soltar esa investigación. No es una reconstrucción de su padre al nivel de Maus, pero tiene el equilibrio justo entre procedural e historia personal.
Stephen King admite que la escena inicial es la más aterradora que haya leído en años. Yo puedo agregar que además es un poco incómoda o perturbadora.
Gary Ridgway nació en 1949 en Salt Lake City. Su madre era religiosa y muy exigente con toda la familia, en especial con Gary, el segundo de tres hermanos. Mientras por un lado su entorno era crítico con las mujeres que ejercían la prostitución, Gary comenzó a frecuentarlas, aún si despreciara a todas las mujeres. Contrajo matrimonio dos veces y con su segunda esposa tuvo un hijo, en 1975. Luego de esto, comenzaron los asesinatos.
La mayoría fueron perpetrados entre 1981 y 1985. Ridgway a veces utilizaba la foto de su hijo para convencer a alguna prostituta o alguien que hiciera dedo en la ruta, y luego, en una zona alejada, las asfixiaba y abusaba de sus cuerpos si no lo había hecho antes de matarlas. Tampoco tenía la intención de ocultarlos demasiado, ya que solía regresar para ver los cadáveres aún no descubiertos. La edad de sus víctimas iba de 16 a 35 años, y la cantidad que homicidios comprobados llega a 49, aunque el declara que son al menos 70. Para evitar la ejecución, Ridgway colaboró con el cierre de los casos, y la condena otorgada fue de 48 cadenas perpetuas (más precisamente life sentences, que no es lo mismo en todos los países), más, 10 años por destruir evidencias en cada caso, y solo con esto último da una suma de 480 años.
SOBRE EL PROFILING…
Primero que nada, el profiling es una herramienta. No reemplaza ninguno de los pasos pertinentes anteriores, ni da soluciones mágicas. Es un paso más que puede ser muy útil.
Otra cuestión que se ha puesto en duda es su fiabilidad. Dado que depende mucho de la información recolectada previamente, a veces se establecen características que no terminan siendo correctas y por esto han descartado al sospechoso real (como al Green River killer, que envió una carta y fue descartada por creer que no es el “tipo” de asesino que haría eso). Hay datos más importantes que otros, y a veces se acierta solo en algunos.
UNAS RECOMENDACIONES Y TERMINAMOS
Michelle McNamara escribió el libro que posiblemente sea la mayor investigación que haya hecho un civil sobre un violador y asesino serial. El nombre es "I’ll be gone in the dark" y tiene un solo problema, McNamara falleció de cáncer antes de poder terminarlo, pero su esposo y un ayudante se encargaron de editarlo porque aún sin final, es una lectura fantástica. Y si no quieren leer, HBO estrenó hace poco una mini serie documental de 6 capítulos, que al menos, empieza muy bien.
Otro documental recomendable, pero esta vez en Netflix, es "The Confession Killer", sobre las confesiones de Henry Lee Lucas el asesino serial más prolífico en la historia de EE.UU. Pero las pericias lo contradicen, y sin embargo tiene información correcta que ayudó a cerrar casos. Si las pericias se equivocan, es el mayor asesino serial en la historia, pero si son correctas, Lucas podría ser el mayor chivo expiatorio y entonces aún quedan muchísimos homicidios que resolver.
A menos que se me ocurra hacer una nota con asesinos seriales de la ficción (y espero por favor que no), hemos llegado al final del tema. Pido disculpas si alguien pretendía que hable mucho más de las historietas, pero el contenido era bastante irregular, y se podía hablar mucho de algunas y tan poco de otras, que preferí buscar un enfoque diferente y hablar más o menos lo mismo de todas, con el eje más en el profiling. Las que puedo recomendar seguro son las 2 del petiso orejudo, Haarmann, Torso, My Friend Dahmer y The Green River Killer. Todas apuestas seguras.
Nos encontraremos más adelante, con alguna nota que no tenga nada que ver con este tema. O sí, porque me conozco, y siento que ahora falta hablar de los asesinos ficcionales.
Mátenme.
BIBLIOGRAFÍA:
- Serial Killers: The method and madness of monsters (Peter Vronsky)
- The Big Book of Serial Killers: 150 killer files of the world’s worst murderers (Jack Rosewood, Rebecca Lo)
También podés leer:
- Asesinos seriales en comics, parte 1: Jack el Destripador
- Cayetano Santos Godino alias El Petiso Orejudo