Batman: White Knight #4 es un número donde la narrativa a pasos agigantados que venía dándonos Sean Murphy, afloja un poco. Pero que afloje no signifique que decaiga, sino que ahonda, desarrolla y ata posibles cablos que no veíamos antes.
Jack Napier se prepara para ser concejal en Gotham. Con Duke y toda Backport como aliados, una revolución social en la ciudad está teniendo a lugar.
Por supuesto, Batman no podía ser menos, arruinando todo por su vendetta personal contra el ex Joker, dándole únicamente la razón y victimizándolo, al atacarlo durante una protesta social.

Napier y Harley tienen su momento romántico y encuentro íntimo que merecían. Sí, se consagra la pareja, en una página con desnudos por un encuentro sexual donde se preocuparon perfectamente de censu...tapar perfectamente todo con globos de texto.

Pero también tenemos a una nueva Joker, la segunda Harley, que se hizo con el control de los villanos y adquiere información valiosa de la policía.

Mientras el plan de Napier avanza, tanto la policía como Nightwing y Batgirl parecen estar mucho más predispuestos a trabajar con él que a seguir con sus viejos métodos. No se puede negar lo convincente que viene siendo nuestro viejo villano.

El final nos deja en una intriga que no sabemos cómo se va a atar a la trama principal. El padre de Mr. Freeze era parte de la SS (sí, nazis). Y al parecer, había un lazo con los Wayne. Posible desprestigio, algún lazo, alguna revelación...¿Quién sabe? Por el momento, Murphy sigue haciendo un trabajo más que digno, que como lector me mantiene con ganas de seguir la serie mes a mes