Amigo Comics es una empresa española que publica cómics propiedad de sus creadores en Estados Unidos a través de Behemoth Comics. La empresa fue creada por Juan (El) Torres y, desde 2013, viene ofreciendo material de altísima calidad, como Nancy in Hell o Tales from the Suicide Forest, que ya son reconocidísimos dentro del mercado independiente yankee.
Entre 2015 y 2016, en esa plataforma salieron las cuatro entregas de Strait Jacket, con guiones del propio Torres y los magníficos dibujos de Guillermo Sanna. Según cuenta el guionista, el primer número vendió apenas unos cientos de copias y se plantearon seriamente la posibilidad de cancelar el proyecto. No obstante, debido a la arrolladora calidad de la obra, cuando el boca a boca comenzó a funcionar, las ventas aumentaron exponencialmente y ese primer número del que circulaban muy pocas copias alcanzó a cotizar hasta 350 dólares en internet.
En 2017, Camisa de Fuerza tuvo su primera edición en España en un lujoso tomo en tapas duras de la editorial Dib-Buks. Ese año ganó los premios Carlos Giménez al mejor guión, mejor obra y mejor rotulación, el José Sanchís al mejor guión y el premio del Salón del Cómic de San Sebastián a la mejor obra.
En estos momentos, está en preventa la nueva edición de la editorial Karras, que cuenta con dos nuevos capítulos ilustrados por Jaime Infante que funcionan como interludios entre los números americanos. También se incluye una galería de ilustraciones a cargo de Jesús Gan, Rubén Gil, Nacho Tenorio y Sergio Mora.
La salida está anunciada para fines de abril.

¿Y qué hago yo difundiendo una preventa española entre el público argentino que no puede acceder a ella? No lo tengo demasiado claro. Supongo que es sólo para que algún día, cuando se la crucen en una comiquería, sepan que TIENEN QUE COMPRARLA.
Fantástico, terror y una buena camisa de fuerza
Los mellizos Wagner son dos pequeños muy inteligentes y perceptivos. Ellos creen ver otra realidad poblada de seres aterradores y se sumergen en la lectura de cientos de libros de ocultismo, buscando la forma de enfrentarlos. Por fin concluyen que no pueden combatir a esos monstruos desde este lado del velo, así que Alexandra asesina a su hermanito en un sangriento ritual para que la ayude desde “el otro lado”.
La obra comienza quince años después. Quince años que Alex se pasó vagando por diferentes instituciones mentales, luchando contra “los que alimentan” con el supuesto auxilio de su hermano a quien, en la realidad o en sus delirios, ella sigue viendo.
Más no puedo contar sin spoilear.
Según la definición de Mijail Bajtín (que, obviamente, es la correcta porque los fans de Rosemary Jackson son unos flojitos) en el género fantástico debe producirse una indeterminación que lleva a los personajes y al lector a dudar de la realidad. ¿Estamos en presencia de lo sobrenatural o se trata de una mala pasada de la mente? Con esta premisa básica, es lógico que los personajes desequilibrados fueran habituales en el género. Dudar de la cordura del personaje, nos brinda una hipótesis de lectura tranquilizadora: el mundo funciona tal y como lo entendemos, no existen los fantasmas ni otras oscuras realidades... sólo ocurre que este tipo está loco.
La locura es, paradójicamente, racional, porque entra en las reglas según las cuales entendemos el mundo. Lo irracional (y por lo tanto, lo verdaderamente inquietante) sería aceptar la existencia de lo sobrenatural. Por eso, el género de terror suele obturar la explicación racional para forzarnos a aceptar la hipótesis más perturbadora.
Camisa de Fuerza juega bastante alrededor de estos conceptos pero lo hace de una manera muy particular. En su prólogo, el director de cine Miguel Ángel Vivas lo analiza muy bien: experimentamos el horror cuando aceptamos que existen los monstruos detrás del velo, pero sentimos verdadero terror cuando pensamos que alguien puede desbarrancar tan violentamente en la locura como para masacrar a su propio hermano y sentirse plenamente justificado en la construcción mental de su delirio.
La locura del dibujo
Cuando se publicó Strait Jacket en EE.UU., Guillermo Sanna era prácticamente un desconocido. No es raro que después del increíble trabajo que hizo en esta miniserie, lo hayan fichado para Marvel y actualmente podamos ver sus páginas en Deadpool, Bullseye y Daredevil.
Acá lo vemos trabajar en un registro realista, con una base evidente de documentación fotográfica pero muy limpio, casi de diseño. Ese estilo refuerza la sensación de asepsia hospitalaria que da marco a la parte realista de la historia. En un primer momento, esto puede (y tal vez pretende) engañar al lector.

A simple vista podríamos decir que la obra está en blanco, negro y rojo (como tantas otras) pero el artista no acepta esa pureza como un limitante y se vale de todos los recursos necesarios para darle riqueza y efectividad a su dibujo. Así, podemos ver grises plenos, en diferentes tramas mecánicas y en efectos de aguada; mientras que las tramas de pluma (casi ausentes en las escenas de realidad) explotan en la representación del otro mundo. Tampoco el rojo es único y uniforme y sería mejor hablar de “los rojos”, más o menos plenos o manchados de blanco y negro. Incluso, en el clímax de la historia, entra a jugar el amarillo que genera una paleta de ocres y naranjas y rompe el registro gráfico al cual el lector ya podía haberse acostumbrado. El caso es que el dibujo acompaña perfectamente cada momento de la obra, desde el más minimalista hasta el más desbocado, tocando siempre el registro correcto para sorprender e impactar al lector
Detrás del velo
Camisa de Fuerza se ambienta en el mismo universo ficcional de otra obra de El Torres, El Velo, pero no es una secuela y puede leerse de manera independiente sin ningún tipo de problemas. No obstante, resumo la intertextualidad para que se queden tranquilos que no se están perdiendo nada.

El Velo, ilustrada por Gabriel Hernández, también fue publicada primero en USA por IDW (The Veil, obviamente) y después reeditada en español por Dib-Buks. Su protagonista, Chris Luna, es una detective que puede ver el mundo de los muertos y hablar con ellos. El Dr. Carringtong, personaje secundario de Camisa de Fuerza, escribió un libro describiendo el caso y teorizando a partir de él una nueva patología psiquiátrica. En el presente del relato, el terapeuta es considerado una eminencia en el tema y afirma que Alex padece de “síndrome de Luna”. En una viñeta, incluso, aparece la portada del libro de Carrington y llegamos a ver que se titula “The Veil” y tiene una imagen de Chris Luna dibujada por Hernández.
Como vemos, hay menciones a la protagonista de la otra obra pero no considero que vaya más allá de un guiño, ya que la naturaleza de lo que se oculta detrás del velo es radicalmente diferente en ambos casos. De todas formas, El Torres ya anunció que en una próxima historia los caminos de Alex y Chris se cruzarán y ahí, tal vez, este universo compartido cobre mayor cohesión.
Nos queda esperar que alguna librería importe la nueva edición o (¿quién te dice?) que algún editor local se decida a empezar a publicar las obras de El Torres que es un maestro del terror y en Argentina casi no se lo conoce.