Hoy salió el número 3 de Doomsday Clock, ese comic que genera amor y odio por igual. ¿Qué me pareció? Primero te dejo link para el análisis del primer número con mis primeras impresiones y luego el exhaustivo paso por paso del segundo, que estuvo lleno de referencias y guiños que solo generaron más dudas, pero dejaron en claro que Geoff Johns tiene un plan (de ahí a que sea horrendo, es otra cosa). ¿Ya estamos en la misma página? Genial.
Hay que tener en cuenta varios aspectos a la hora de juzgar este número, que si bien tiene un ritmo lento y casi no resuelve ninguna duda (y encima mostrándonos todo el tiempo esa película en blanco y negro), para el lector con kilos de comics clásicos de superhéroes encima, puede resultar una caricia al alma. Sí, todos esos nombres, esos cortes de clímax, personajes que ni conocés, referencias que no aportan nada... Todo suma. Pero no nos adelantemos, vamos por partes. Ya habrá tiempo para extendernos en estas cuestiones.
¿De qué va la trama?
Voy a resumirlo sin seguir el orden concreto, porque las distintas puntas argumentales se interrumpen cada rato, y el ida y vuelta termina siendo tedioso de leer.
En el número anterior, cuando Ozymandias (Adrian Veidt) estaba hablando con Lex Luthor, aparece alguien a interrumpir a los tiros, que hiere al buen Lex. Y no es otro que el desencadenante de todo el despelote de Watchmen, The Comedian (Edward Blake), que debería estar bien muerto. Bien, tras revivir la escena del asesinato de Blake a manos de Ozymandias en Watchmen, nos enteramos que en lugar de estrellarse contra la acera y morir, termina cayendo en el mar de Metropolis.
Y ya en el presente y para continuar, tras un breve intercambio entre Blake y Ozymandias, este último termina huyendo y zafando por poco.
Por otra parte, Batman y Rorschach se encuentran, y este último le ofrece el diario del primer Rorschach (Walter Kovacs) para que lo lea y entienda mejor lo que está pasando y por qué busca su ayuda, y al Dr. Manhattan. Wayne pecará de simpático e invitará a su huesped forzado a que descanse, se pegue una ducha y relaje un poco, mientras lee el diario.

¿Y en qué andan Mime y Marionette? Deciden ir a buscar un trago mientras se quejan de Ozymandias, terminando en un bar repleto de subordinados del Joker. Diría que hay piñas por doquier, pero eso sería ser muy delicado con estos dos asesinos. Pero ey, al final Mime podía disparar (poderes, armas invisibles, quién sabe). Todo concluye en la parejita logrando tomar su trago (whisky), y decidiendo ir a buscar a ese tal Joker.

Y el corte de ritmo viene de la mano de Johnny Thunder, a quien vemos en un asilo para ancianos (o geriátrico), esperando a que aparezca su nieta con su hijo para cenar (según dice él), mientras otros ancianos miran la televisión y seguimos oyendo discusiones respecto a la "Supermen theory", y esta vez a Kirk Langrstrom y Rex Mason, se suma Sondra Fuller. Ah, y la pelea por el control recae en ver la última película ("The adjournment") que interpretó un actor llamado Carver Colman, en el papel de Nathaniel Dusk, un investigador privado. Clásico de 1954, nos dicen.

¿Cómo termina el número? Batman le revela a Rorschach que sabe la ubicación del Dr. Manhattan, pues detectó anomalías temporales en un lugar. Arkham. Van juntos a dicho lugar, Batman le muestra una celda a Rorschach diciéndole que Manhattan está dentro. Y sí, lo obvio sucede, Batman lo encierra por loco y se va.

Este fue el resumen. Arranquemos ya, entonces, con lo interesante. En sí, el número no avanzó demasiado y tuvo un ritmo lento. Mucho más lento que la anterior entrega. Pero los guiños, los paralelismos y las ideas ya sembradas en números anteriores, suman muchísimo a la intriga y construcción.
The Comedian
The Comedian está vivo, por obra y gracia del buen Doc azulado. ¿Cómo? Ni idea. En la historia de Watchmen, Blake terminaba muerto tras ser arrojado por la ventana y caer en la acera, dejando el ya conocido pin amarillo con la carita sonriente con la mancha de sangre. Pero ahora, atraviesa el piso y cae en el mar. Podemos conjeturar si la historia de Watchmen fue cambiada por el Doc, si simplemente hizo un pequeño viaje en el tiempo que no altera la realidad ya conocida, si lo trae solamente para vengarse de Veidt y no tener que aparecer.
The Killing Joke
¿Mime y Marionette? Sí, definitivamente que estén en el DC Universe no es coincidencia. Si fue planeado por Ozymandias o es una mera casualidad, no sabemos. Pero parecía inevitable que se interesaran por el Joker, ya el lugar en el que aterrizaron y los comentarios insinuantes acompañadas con escenas perfectamente retratadas por Gary Frank, otra vez haciendo apología a una obra de Alan Moore, no dejaban lugar a la duda (primero dos capturas de The Killing Joke y luego dos de Doomsday Clock).
Lindo detalle, sí. Bueno, solo falta que uno de los 3 Jokers sea el hijo de estos 2. JA (no, no me leas Johns, no me robes ideas).
CEI-U! Johnny Thunder y la JSA
El anciano que espera a su familia es un personaje clásico y olvidado, Johnny Thunder, miembro de la inexistente JSA. Olvidado en el universo DC, aunque un lector nuevo o joven probablemente no lo tenga registrado. Pero en DC Rebirth, ya vimos alguna pauta. Johnny recuerda la continuidad pre-flashpoint, y no consigue hacer funcionar sus poderes. Nadie le cree, es un viejo loco. Pero la JSA puede ser recuperada, pese a que los hayan borrado. ¿Por qué haría esto el Dr. Manhattan con el viejo grupo?

Recordemos que en la portada del DC Universe: Rebirth, la JSA está atrapada en un reloj de Arena (relojes, relojes).

Todo parece indicar que Doomsday Clock servirá, entre otras cosas, para traer de regreso al clásico equipo.
Personajes ocultos en la revista Screenland secrets
Al igual que en números anteriores, donde veíamos partes de artículos sobre la realidad social del momento para poder meternos de lleno a la cosmología planteada, en esta ocasión tenemos una revista vieja llamada Screenland secrets.
No solo nos enteramos que Carver Colman, el actor que interpreta a Nathaniel Dusk fue asesinado (y los sospechosos), y que el artículo lo escribe Hedda Hopper (periodista y actriz que realmente existió) sino que también varios personajes ficticios poco conocidos en el mainstream, son mencionados. ¿Quiénes? Para empezar, Frank Rock, Jackie Johnson y Randy "Tin Soldier" Booth de Sgt. Rock, en una noticia que tiene como eje central el casamiento del ex campeón de boxeo (sí, Johnson). También Liberty Belle (Libby Lawrence), Wildcat (Ted Grant), Elasti-girl (Rita Farr), Tarantula (John Law).
Interesante que mencionen a Barbara Stanwyck (actriz popular del mundo real) como pareja de Frank Farr, padre de Elasti-Girl. En el artículo, Frank engañó a Barbara con Rachel Drake, que tuvo a Rita. Arnold Drake es uno de los creadores de Elasti-Girl. Rachel Drake, Frank. Les suena ¿Frank Drake? Ese tipo que luchaba con Dracula y fue salvado por Rachel Van Helsing. Sí, ya sé, rebuscado, pero a Tomb of Dracula lo hacía Gene Colan, creador de Nathaniel Dusk (más abajo hablo de él) junto a Don McGregor (que es mencionado como uno de los directores de las películas) Bueno, quién sabe.
Sí, todos los directores que nombran en el artículo de Carver Colman existen realmente. Otto Preminger, Robert Siodmak, Jacques Tourneur, Jules Dassin.
Bruce Nelson, de la legendaria Detective Comics #1, investigó el caso de la muerte de Carver.
¿Quién es Nathaniel Dusk?
Personaje poco conocido, que en este comic es, valga la redundancia, un personaje ficticio. Viendo la luz en 1984, Nathaniel Dusk es una creación, como ya mencioné previamente, de Gene Colan y Don McGregor. Un investigador privado. Dos miniseries, una aparición en un comic de Lobo, y no hay mucho más para contar. Pero Geoff Johns nos adelantó que lo más importante de Dusk, es el crimen que intenta resolver. Lindo rescate de un personaje olvidadísimo, para usarlo de hilo conductor. No será un pirata, pero ey. Oh, hablando de piratas...
Tales of the Black Freighter
El comic que aparecía en las páginas de Watchmen se llama Tales of the Black Freighter, contándonos una historia muy cruel y sangrienta de piratas (no, no voy a resumirla, no viene al caso). Servía como paralelismo y amplificador de carga dramática durante el accionar de los personajes de Watchmen. Usando este comic como recurso, Moore hacía planteos a la misma ficción que escribía sin hacerse cargo. Johns en este caso, utiliza la película de Dusk para generar exactamente lo mismo.
Veredicto
El número afloja el ritmo, pero sigue sentando bases y generando interés. Así mismo, como fan de lo clásico, estas pequeñas referencias y guiños me fascinan, y cuanto menos, guste o no lo que escribe el autor, es innegable que le puso laburo, empeño y planeamiento. Es completamente entendible que alguien que no siente ese mismo amor o interés por todos estos elementos (o de plano los desconozca), se aburra y tenga interés cuasi nulo en leer las viñetas de Nathaniel Dusk, o de ver a Johnny Thunder en el geriátrico. Intercalando las subtramas, se crea un efecto que no permite nunca entrar de lleno a un clímax, pero personalmente es lo que más me gustó. Sigo esperando a Superman porque apenas hizo un cameo en el primer número completamente alejado del argumento central,. Y como mínimo, espero que Batman no sea estúpido y esté investigando el diario y su veracidad. Puntos extra por la escena de la pelea en el bar. Brillante, magistral.
En definitiva, no me generó la misma cantidad de preguntas o interés que el número anterior, pero me pareció correcto y excelentemente manejado.