Fantatic Four by Jonathan Hickman v02 – Prime Elements
(números #575 a #578, con fecha de tapa entre marzo y junio de 2010)

En este segundo volumen, más corto de su run en Fantastic Four, pareciese que Hickman hubiese dicho “bueno, ya establecí mi caracterización de los personajes, planteé los conflictos e introduje conceptos nuevos. Ahora toca salir de gira por ese raro y maravilloso mundo creado por Stan Lee y Jack Kirby para estos mismos personajes”. Mole Man, Galactus, Uatu, Annihilus, High Evolutionary, los Inhumans, todos desfilan por estas 100 páginas. Hasta las portadas evocan aquellas clásicas de los sesenta. Por si quedaba alguna duda, este tomo es Hickman afirmando, “acá somos todos hinchas de Kirby F.C.”.
A diferencia del tomo anterior, en esta ocasión el equipo artístico que acompaña al guionista es uno solo: Dale Eaglesham en lápices y tintas, Paul Mounts en colores y Rus Wooton en letreado. De esta manera, presenta una narrativa más sólida y uniforme desde lo visual, sin saltos bruscos en los diseños o el trazo.
Como mencioné en la columna pasada, si bien había leído alguna que otra cosa de La Casa de las Ideas, Los 4 Fantásticos de Hickman fueron mi verdadera introducción a la mitología del Universo-616, cuyos primeros ladrillos fueron puestos uno sobre otro por Lee y Kirby en su inaugural etapa de La Primera Familia hace más de medio siglo.
En este sentido, la etapa es apropiado a modo de interiorización con el universo compartido marvelita, más si como yo, tenía algunos recuerdos de las series animadas que vi de chico en TV. Pero también este arco, que podríamos traducir de manera bastante literal como “materia prima”, actúa justamente como la ídem para la historia que con paciencia está armando el guionista, a la vez apropiándose de la mitología y sentando las bases de la venidera “guerra de las 4 ciudades” y la Future Foundation.

Esas cuatro ciudades las vamos conociendo a lo largo del volumen, a ritmo de una por número, son:
- La Ciudad Eterna del High Evolutionary, una burbuja de Darwin equipada con una máquina que acelera artificialmente el ritmo de la evolución de sus habitantes. Los 4F van a su encuentro tras el pedido del Hombre Topo, que ve amenazado su reinado sobre sus molloids, de repente evolucionados por la máquina de Wyndham, pero no logran evitar que la ciudad llegue a la superfice.
- La ciudad subacuática de los viejos reyes de Atlantis, oculta debajo de un lago subterráneo en la Antártida. Gracias a la presencia de La Primera Familia, los seres acuáticos no se quedaron con la primera impresión de la humanidad que hubiese dejado A.I.M, elevando a Sue como embajadora de la raza humana. Queda claro que la revelación de esta ciudad perdida establece un curso de colisión con Namor.
- La descomunal nave espacial/Ciudad Universal de los Inhumanos en el lado oscuro de la Luna. Aquí Hickman se permite retconear un poco el origen del pueblo de Black Bolt a mano de los Kree, estableciendo que fueron solo una de cinco razas creadas artificialmente por los gigantes azules. Una de ellas es una subespecie evolucionada de los Centaurianos, como Yondu, y otros son análogos de los Badoon. Aquí Hickman se apoya bastante en el laburo que Dan Abnett y Andy Lanning venían realizando en el rincón cósmico de Marvel desde mediados de los 2000, empezando por el evento Annihilation (de Keith Giffen, que les dejó todo servido a la dupla para que arranquen de lleno en Annihilation Conquest) y la creación de los actuales Guardianes de la Galaxia. De hecho, la desaparición de la familia real Inhumana narrada en este libro refiere a los eventos acontecidos en War of Kings, publicado un año antes.
- La última ciudad es la prisión construida por Reed en la Zona Negativa, que creció hasta convertirse en una urbe y, cortesía de un descuido de Johnny, fue ocupada por el ejército de insectoides de Annihilus.

Como insinuamos arriba, los viajes emprendidos por los héroes en este libro hacia cada una de estas ciudades representan narrativamente un doble desplazamiento. Son viajes fantásticos a mundos increíbles, pero también representan un periplo a través de la historia de La Primera Familia y el Universo Marvel.
Ya el mismo hecho de presentar viajes a la Luna, debajo del mar y hacia el centro de la Tierra restituye la aventura folletinesca que se encuentra al corazón de los 4 Fantásticos, esa ciencia ficción más aventurera de los Julio Verne y los H.G. Wells y los seriales de los 1930 que los adaptaron al cine. Esa aventura que está ausente en las paupérrimas películas dirigidas por Tim Story y que el Universo Cinemático Marvel tanto necesita (y esperemos que los Richards puedan brindar).
El asombro que estos viajes desean inspirar está subrayado por largos pasajes sin texto a lo largo del libro, sobre todo en el caso de la visita a la Antártida. Acá Hickman le cede el reflector a Eaglesham, quien mayormente sale bien parado. Aunque debo decir que sigue sin convencerme sus personajes masculinos de mentón cuadrado, en un estilo quizás demasiado retro para mi gusto, pero que funciona bien con la onda pulp que mencioné antes. Mounts, como siempre, hace un gran trabajo en los colores.

Pero, Hickman siendo Hickman, no se contenta con todo esto, sino que además agrega una capa más a la narrativa, aprovechando para refinar y resaltar la caracterización de los otros tres miembros del equipo que no se llaman Reed. En el #575 se luce Ben, quien es establecido como el corazón y la compasión del cuarteto, el dulce detrás de una pared de piedras. Sue toma el mando el #576, quedando en claro que ella es la pragmática del equipo y la pareja, quien efectivamente hace que las cosas pasen, el poder ejecutivo.
Por último, en el #578, un Johnny como siempre caliente de más permite con su error la toma de la prisión en la zona negativa, sentando las bases para su posterior redención. En este sentido, Johnny no es tanto como quiere ser, resumido en la pregunta que le hace Reed al final del número: "¿Por qué luchas?"

El mes que viene dejaremos descansar a Los 4 Fantásticos y no meteremos de lleno con S.H.I.E.L.D., el tercer título que Hickman escribió de manera regular en 2010, donde explora la mitología e historia detrás de la organización alguna vez liderada por Nick Fury, que ya fue insinuada en Secret Warriors. De este modo, quedan abiertas las tres series que iremos mechando los próximos meses, en las que el guionista fue tejiendo su siempre cada vez más grande telaraña de historias, personajes y eventos. Nos leemos entonces.
También podés leer:
- Opinión: X-Men, a un año de House of X y Powers of X
- El Universo Marvel de Jonathan Hickman, parte 1: Secret Warriors: Declaration
- El Universo Marvel de Jonathan Hickman, parte 2: Secret Warriors Vol. 1
- El Universo Marvel de Jonathan Hickman, parte 3: Dark Reign: Fantastic Four
- El Universo Marvel de Jonathan Hickman, parte 4: Secret Warriors Vol. 2
- El Universo Marvel de Jonathan Hickman, parte 5: Secret Warriors Vol. 3
- El Universo Marvel de Jonathan Hickman, parte 6: Fantastic Four vol. 1