Tierra 43
En el comienzo de este nuevo episodio, Wally West es enviado por el Tempus Fuginaut a la Tierra de los Vampiros creada por el supremo Grant Morrison en su inmejorable Guía del Multiverso. Desde el punto de vista de la acción, esta propuesta no puede ser aburrida bajo ningún punto de vista: el tipo más rápido de todos contra vampiros con superpoderes.
Cabe confesar sin ningún tipo de vergüenza que el trabajo de Brett Booth, con el gran aporte que le hacen Norm Rapmund en el entintado y Luis Guerrero coloreando, está a la altura de las circunstancias y aporta mucho a las escenas de acción. Sobre todo con un gran trabajo en las secuencias a velocidad, que es el desafío más grande para cualquier dibujante en Flash.

"We can steal time, just for one day..."
Sin embargo el trabajo sobre el viaje interior de nuestro protagonista por el Multiverso, comienza a ser elaborado por el guionista Scott Lobdell a partir del encuentro con Barry Allen vampirizado.
Wally West creció como admirador de Flash, luego se convirtió en su sidekick para finalmente recoger su legado con la Crisis en Tierras Infinitas. El enfrentamiento a una versión de pura maldad de su ídolo, mentor y antecesor lo hacen entrar en un espiral reflexivo sobre los sucesos recientes.
No olvidemos que Wally West estuvo fuera de toda continuidad durante el New 52 y cuando reaparece en el one-shot de Rebirth, nadie lo recuerda. Esta serie de eventos desafortunados para el pelirrojo terminan en los patéticos sucesos de Heroes in Crisis.
Todo esto lo abruma enormemente.

"Siempre que hay vida habrá esperanza..."
Esta es la frase que esboza (en inglés) Wally West en el instante antes que Arsenal (de Tierra 43) aparezca en escena para salvarlo. En esta Tierra es un eximio cazador de vampiros, gracias a las flechas especiales que utiliza.
La cabeza de nuestro protagonista explota. Se queda atónito. Si la pelea contra Barry Allen no era suficiente, la aparición de su mejor amigo (no te enojes Dick Grayson) es un pasaje en primera clase a que Wally se replantee la cuestión heroica. Porque este es el verdadero viaje de esta historia desde el primer número, que se redescubra como héroe y recupere su lugar en la editorial.
Sobre el final del episodio, el Tempus Fuginaut confiesa, que esa era su verdadera misión.
