Heroes In Crisis
Antes de analizar el segundo número de “Heroes in Crisis”, repasamos la historia de una de sus protagonistas: Harley Quinn.
Cuentos de amor, de locura y de muerte

En comparación con otras figuras de la casa editorial, Harley es un personaje joven: fue creada por Paul Dini y Bruce Timm en el año 1992 para “Batman: The Animated Series”. La concibieron como una suerte de sidekick del Joker, en pos de refrescar el staff de secundarios clásicos del quiróptero, siguiendo la misma idea que los llevó a creaciones como Renee Montoya y Terry McGuinnis.
Representa uno de los pocos casos en que un personaje nacido en otro medio termina siendo adaptado a los comics (y no a la inversa, como suele suceder con la mayoría).

Harley hizo su debut en papel en el número 12 de la revista dedicada a la serie animada y luego protagonizó el especial “Batman: Mad Love”, una obra excelente ambientada en la continuidad del mismo universo, que ganó muchísimos premios. En la misma se explicaba el “origen secreto” del personaje: la doctora Harleen Quinzel era una psiquiatra del Asilo Arkham, que decide dejar su profesión y dedicarse al crimen tras quedar enamorada de su más célebre paciente: el Joker.
En la continuidad regular, Harley apareció por primera vez en el medio de la saga “No Man’s Land”, junto a una nueva versión de Batgirl. Y definitivamente llegó para quedarse.

Con el correr de los años fue creciendo en popularidad, dejando progresivamente su lugar junto al Joker para tomar vuelo propio, vinculandose con otros personajes de Gotham como Poison Ivy y Catwoman.
En el año 2001 protagonizó su propio título, que duró la envidiable cifra de 38 números.
Cuando la revista cerró, anduvo deambulando por varios títulos, como Secret Six, Birds of Prey y Countdown (donde obtuvo superpoderes), hasta volver a coprotagonizar una serie regular junto a Poison Ivy: “Gotham Sirens”, un título de gran calidad escrito por el propio Paul Dini, que debió cerrar debido al nefasto New 52.
El relanzamiento editorial trajo un nuevo diseño para Harley, que a partir de ahora formaría parte del Suicide Squad y hasta tendría una nueva serie regular, en claro tono de comedia, con un tono bastante alejado de la familia Batman.
El fenómeno Harley trascendió las fronteras del comic y se trasladó a otros ámbitos, al punto que surgieron cientos de productos con su imagen, como videojuegos y cosplayers.

DC intentó captar parte de este este éxito con el curioso concurso “Break into comics with Harley Quinn!”, que implicaba dibujarla en cuatro poses suicidas y terminó en un verdadero bochorno, con la editorial pidiendo disculpas, pero a la vez obteniendo mucha prensa.
En el año 2016, con el estreno del largo Suicide Squad, Harley tuvo un nuevo salto en popularidad, acentuado por una caracterización que enfatiza la parte sexual del personaje, algo que no estaba presente en la concepción original, pero que fue adoptado como canon, con la clara intención de atraer al público que la descubrió en la película ganadora de un Oscar.

A partir de aquí todo fue una bola de nieve, sus apariciones se multiplicaron como hongos: un nuevo título regular, el liderazgo del Suicide Squad, los videojuegos Injustice y Arkham, Justice League Action, las DC Bombshells, la línea SuperHero Girls, roles protagónicos en películas animadas y con actores, nadie se quiere perder al tren Harley.

En este contexto, la editorial decidió hacer una apuesta fuertisima al personaje, al punto que su editor en jefe Jim Lee afirmó en una entrevista que “Harley es el cuarto pilar que sostiene todas nuestras publicaciones, después de Superman, Batman y Wonder Woman”.
Finalizando el repaso, es así que llegamos a la saga que motiva esta nota.
Heroes In Crisis #02
Atención: la nota incluye SPOILERS!
Tras el descubrimiento de las víctimas en el Sanctuary, este número arranca con la Trinidad realizando una autopsia a una de las víctimas: Citizen Steel.

Mientras tanto, los dos sospechosos principales toman distintos caminos, en busca de aliados que puedan ayudarlos a sobrellevar este momento: Booster acude a Skeets (su fiel robot asistente robado del museo) y Harley recurre al Penguin. Todo esto intercalado con escenas de flashbacks, en ese confesionario en que la entidad digital registra las penurias de cada uno.
Lo que sigue es una sucesión de groseros errores de caracterización y guion.
El tan cuestionado enfrentamiento de Harley con la Trinidad hace agua por muchos motivos: la misma saga establece que el tridente Superman - Batman - Wonder Woman es el mejor equipo táctico y operativo con el que cuenta el DCU, son miembros fundadores de la JLA y cuentan con la mayor experiencia en el negocio de ser superhéroes, ¿no? Aún así, son burlados como principiantes, siendo incapaces de reaccionar a quien suponen ha asesinado a muchos integrantes de la comunidad. Todo esto fuerza lo verosímil del relato, que termina de perder el sentido cuando el kriptoniano escupe frases hechas y sale disparado, no para aprehender a la sospechosa, sino para...¡atender otro evento lejano!

El encuentro de Booster con Barry es otro error. En la era de las comunicaciones en que vivimos, no tiene sentido que la Trinidad NO haya avisado a los allegados y mentores de las víctimas recientes, es decir Barry y Wally. ¡Si hasta cuentan con un enlace telepático!
Luego están los pequeños detalles: la autopsia no parece seguir un procedimiento correcto en lo que respecta a asepsia e higiene. Y el hecho de que el mejor detective del mundo, que ha debido tratar con inteligencias artificiales de todo tipo, crea que los archivos digitales “se borran” es un insulto para quienes nos dedicamos a esta disciplina. Un guionista que se ufana de haber trabajado en la CIA y haber hecho un excelente trabajo en "Vision", serie de la competencia, debería saberlo.
No puedo decir nada en contra de la parte gráfica, Clay Mann la rompe nuevamente.
La crítica en internet fue devastadora, no encontré ni un solo sitio que haya tenido buenos comentarios.
Tom King anunció que extenderá la serie 2 números más: de los 7 originales se extendieron a 9, justificado en “ordenar las ideas iniciales”.
Sinceramente, espero que los aproveche para corregir o levantar el timón, por ahora viene haciendo agua.