La historia se dedica a presentarnos a los personajes (hasta ahora totalmente desconocidos para los lectores), utilizando diálogos en off mientras están luchando con unos demonios-salchicha (o algo así).

Pero momento! En realidad no eran diálogos en off, sino un repaso que hacían los villanos desde monitores en un lugar remoto (?)
El remate final es casi una vuelta al punto de partida, con nuestros heroes rescantando de nuevo a la joven promesa (la tercera vez en menos de dos números!).
Confieso que tengo varios problemas con la premisa de esta serie:
Si los “Immortal Men” vienen operando en los últimos siglos en el DCU, ¿cómo es que no supimos nada de ellos hasta ahora? Incluso uno de los personajes lo manifiesta explícitamente.

Encuentro “homenajes” (o plagios) en los diseños y poderes de TODOS los personajes del título: cualquiera que viene leyendo comics desde hace un tiempo puede reconocer a Feral, Obsidian, Apache Chief, Warpath, Taskmaster, Cloak, el Moon Knight y seguramente mucho más.
Por si esto fuera poco, el guionista fuerza al límite lo verosímil del relato (Nueva York sin gente? En serio?) a un punto que se hace insostenible poder seguirlo.
Por el lado de los créditos las cosas no mejora: James Tynion IV se queda solo, ya que Jim Lee hace solamente la tapa, del resto de las páginas se ocupa uno de sus clones/ayudantes (y ni siquiera a uno de los mejores).

¿Y el Batman Who Laughs que vimos en el primer número?... Quién sabe, no lo esperes porque no aparece ni a saludar.