En el año 2019, la editorial Dargaud (Francia) publicó la segunda colaboración de la dupla argentina conformada por Diego Agrimbau y Lucas Varela (la primera fue "Diagnósticos"). Estamos hablando de L'Humain (El Humano), obra que también fue editada en español por La Cúpula y en inglés (digital) por Europe Comics. Y ahora, gracias a Hotel de las Ideas, se puede conseguir "El Humano" en Argentina.
(N.del E.: Visto y considerado que esta reseña es previa a la edición nacional, las imágenes son tomadas de la edición de Europe Comics).
Siendo dos autores consagrados a nivel internacional, las expectativas son altas por defecto. La obra la leí en inglés digital, esperando a futuro una edición local (porque la va a haber, ¡shhh!). Y desde ya, adelanto, valió la pena. Vamos a explorar un poco al comic en cuestión.
El argumento
La trama es en esencia, simple. Año 553.180. Un hombre llamado Robert y su tripulación de robots, llegan a La Tierra luego de estar en órbita durante 549.000 años. Ese fue el tiempo que le tomó al planeta sanar tras la destrucción causada por la humanidad. El tiempo que le tomó recuperar su flora y fauna. De volverse habitable nuevamente.
El proyecto Phoenix, ideado por Robert y su esposa June, disponía que llegaran juntos al planeta después de tanto tiempo, para poder hacer las cosas bien con la humanidad. Una segunda oportunidad, tras su aparente extinción. ¿Los nuevos Adán y Eva, quizás?
Para dicho proyecto, cada uno estaría en una nave distinta con su tripulación pertinente conformada por robots, cada uno especializado puntualmente en algo. En este caso, Robert cuenta con los robots Alpha, 1, 4 y 5 (y si quieren saber qué pasó con 2, 3 y 6... no, no les voy a contar).
Alpha es básicamente la que guía el relato. Teniendo la memoria con datos corruptos, desconoce quién es y cuál es su función de existir, solo lee en su brazo "RBRT" y piensa que es su nombre, hasta que se encuentra con sus compañeros robots. Primero, tendrán que encontrar a su amo, y luego a June. Pero como es de esperarse, va a haber complicaciones en este viaje.

La humanidad, por Agrimbau y Varela
Guionista y dibujante hacen un trabajo que los complementa bien. El ritmo de la historia es donde más se siente esta sinergia, donde Lucas Varela puede demostrar su maestría a la hora de narrar, haciendo una secuencia entre viñetas que se pueden hacer entender perfectamente sin los diálogos. Si un dibujante puede contar una historia sin depender del texto y el diálogo, definitivamente sabe hacer su trabajo. Y Lucas, con su trazo simple y expresivo, caricaturesco y detallado, lo logra sin problemas. Pero no hay que sacarle mérito a Diego Agrimbau, que maneja el lenguaje del comic con el nivel alto al que nos tiene acostumbrados, dotando de diálogos significativos, momentos tensos y palabras completamente creíbles en boca de los personajes. Diego hace que uno empatice con los personajes, entender sus respuestas y formas de expresarse. En un mundo donde solo hay un humano y como compañía tiene a 4 robots dotados de inteligencia, la humanidad de Robert y los valores que tienen sus compañeros -y los problemas a los que se enfrentan-, destacan mucho. Destacan de humanidad.
El comic se divide en 5 episodios, a saber:
- Corrupted Files (archivos corruptos)
- The only one functioning (El único funcional)
- Empathy Mode Activated (Modo Empatía activado)
- Second Order (Segunda orden)
- Robert sapiens (Robert sapiens)
Y digamos que cada episodio, justamente, está bien definido y delimitado por su título.

Confieso que me costó el color de la obra que eligió Lucas Varela. No porque sea malo, más bien por conocer toda su obra. Es una paleta muy fría. Probablemente su intención haya sido esa desde el principio, retratar un mundo distante, extraño, frívolo. Su estilo es tan fresco y personal que siento que desaprovecha mucho el impacto que podría haber logrado con algo más colorido. Pero es una decisión personal, y por suerte no podemos culpar a un colorista ajeno, sino aceptar que fue una decisión artística 100% del dibujante. Al cabo de un par de páginas, pude aclimatarme al ambiente en el que quieren atraparnos como lectores. Y sí, funciona, aunque sea distinto a lo habitual.
Por el lado de los robots, me pareció una idea ingeniosa que cada uno se especialice en algo y que ciertas cosas solo pueda hacerlas Alpha, ya sea por su concepción como por su "género". La humanidad vista a través de sus ojos queda expuesta, y si bien la idea no es que reflexionemos y haya algún tipo de moraleja, inevitablemente vamos a caer en ello al leer.
La trama cae en muchos lugares comunes o predecibles, probablemente no sea tanto el nivel de asombro con giros argumentales, la idea parece ser otra. Si esperaban un relato de ciencia ficción que les vuele la cabeza, esta no es su obra. Porque recordemos, el título de la historia es El Humano, y siempre que haya algún conflicto, vamos a ser redirigidos al título. Esta es una historia sobre Robert, el humano, y nada más.
Lo último que me parece interesante para rescatar, es el ritmo del comic. El Humano cuenta con aproximadamente 140 páginas en total, y probablemente otro equipo creativo podría haber contado la misma historia en la mitad de páginas. Ojo, esto no es una queja ni de cerca. Hay un ritmo descomprimido, relajado, en el que vamos a la par del viaje con los personajes. Un viaje en el que Lucas no tiene apuro en recorrer, y va paso a paso, maravillándonos con su nivel de narrativa. Un viaje donde no nos apuramos y no nos arrojan toneladas de texto y diálogos, logrando una lectura amena y relajada. Probablemente sea la obra de Agrimbau más descomprimida en cuanto a cantidad de texto, el autor sigue cambiando con los años en sus enfoques.
Preguntas y respuestas con Diego Agrimbau
Diego tuvo la amabilidad de charlar conmigo brevemente cuando le comenté que leí su libro, y me respondió un par de preguntas, que transcribo a continuación.
¿Cómo se te ocurrió la idea para desarrollar este guion?
DA: La idea se me ocurrió hablando un día con Tomás Aira (...). Salí corriendo a escribirla. Y de inmediato pensé que podía andar muy bien para Lucas, que me venía pidiendo una historia con robots y naves.
Me gustó mucho el final -que no comento para no spoilear- ¿Qué intención tuviste cuando lo pensaste?
DA: ¡Creo que fue idea de Lucas! La verdad es que no me acuerdo, charlamos mucho el guion y a veces me olvido qué inventó él y qué inventé yo.
¿O sea que trabajaron juntos el guion? ¡Genial!
DA: Sí, hay muchas cosas que aportó Lucas. Creo que en el final original yo dejaba en boca de los personajes el tema, pero Lucas se mandó eso que viste vos. Mucho más efectivo.

¿Hay algún motivo por el que hayas elegido los nombres de Robert y June?
Robert porque se parece a ROBOT. El nombre de la historia original iba a ser RBRT.
Ah, ¡lo que tenía escrito en el brazo Alpha! RBRT.
Claro, pero nos iban a colgar de los huevos con ese nombre. Decidimos cambiarlo nosotros mismos. El definitivo lo terminó ideando Pablo Túnica.
Mientras leía, me esperaba que en algún momento derrape el asunto y terminen mostrando de forma gráfica y explícita ciertas "cuestiones". Parecía que podía pasar, pero no. De hecho, tardé en caer que Alpha es "mujer". ¿Algo que confesar al respecto, sensei?
Ese fue Lucas, que no quería sexualizar a Alpha y volverla una "robota sexy". Y va bien, por eso salió medio andrógina (y se ignoran esos derrapes que esperabas).

Conclusión
Estamos ante una obra de dos autores que se siguen superando con los años. Una dupla que ya probó que funciona excelentemente y que, espero, sigan colaborando para traernos más magia a nuestras bibliotecas. Si te gusta Diego Agrimbau, te recomiendo que la leas. Si te gusta Lucas Varela, te recomiendo que la leas. Y si no conocés a los autores, te recomiendo que los conozcas, leyendo El Humano.
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Todas las ganas de leerla!!! Diagnosticos me parecio una joyita