Después de hablar de los origenes y las aventuras durante los años sesenta de Captain Atom, Nightshade, Blue Beetle, Thunderbolt, Question y Peacemaker, continuamos con algo hasta entonces nunca hecho: ¡el primer crossover entre los personajes! Al menos cuatro de ellos se juntaron, cortesía de la editorial Americomics, y formaron un grupo llamado...
SENTINELS OF JUSTICE

Justo, justo, justito antes de ser vendidos a DC, los personajes estuvieron, por muy poco tiempo, en las manos de la editorial American Comics Group (o “Americomics”, como se los conoció), otra editorial en el negocio de comprar licencias y hacerlas historieta. Charlton tenía preparadas un par de historias con nuestros héroes favoritos, pero la revista en la que iban a ser publicadas fue cancelada en 1983, y Americomics obtuvo la licencia limitada para distribuir esas dos aventuras, que son las siguientes:
Americomics #3
Esta revistita de 1983 incluye dos historias de Blue Beetle y las dos tratan de lo mismo: un BB anterior a Ted Kord que revive. En la primera es Dan Garret, pero resulta ser un súper robot de los que creó su tío en la Isla Pago, resolviendo así un cliffhanger nunca cerrado de la serie original. La otra historia plantea que unos dioses (cuyos diseños casi seguro le robaron a Kirby) deciden revivir al Blue Beetle original, el de la Fox Syndicate, y éste tiene un team-up con Ted, que se ve que solo no banca ni una revista a esta altura. Por suerte eso mejoraría en DC.
Americomics Special #1
El mismo mes que la otra sale este especial, creado específicamente para cumplirle el sueño a todos los fans hardcore de Charlton: finalmente les hacen su merecido crossover. ¡Blue Beetle! ¡Captain Atom! ¡Nightshade! ¡The Question! Y hay que hacerles páginas de introducción porque los lectores de los 80’s no tienen la más puta idea de quiénes son estos tipos coloridos, pero para los que sabemos, esto es un sueño hecho realidad. Incluso los villanos en la historia son un crossover de villanos de estos héroes: Fiery-Icer, Iron Arms y los Madmen, más una aparición especia de Banshee, que supuestamente había muerto. Una lástima que no hubieran elegido mejores malos como Punch, Jeweele, Dr Spectro, Incubus o las Venusianas.
La historia es… bastante pedorra, la verdad. Pasada la emoción inicial de ver a estos héroes peleando codo a codo, es una historia muy aburrida sobre robar unos planos y estar de incógnito hasta que a la mitad arrancan las piñas. Todos se lucen, sobre todo Question que es el que más se la banca con su onda callejera entre tanto súper. Hay un par de molestias en la continuidad como un cambio de traje de Nightshade o que el grupo, los Sentinels of Liberty, supuestamente habían trabajado antes aunque esta es la única vez que los vemos. Al final del capítulo resulta que el villano que controlaba a los otros era, a su vez, controlado por una figura misteriosa. La historia no lo dice pero nosotros sabemos que solo hay un villano que controla mentalmente a otros y es The Hooded One, plantando la semilla para la unión de Thunderbolt al equipo. Esa historia nunca va a seguir porque los derechos los adquirió DC, pero con soñar no perdemos nada.
¿Y DESPUÉS?

Finalmente llegamos al segundo semestre de 1983 y se efectúa la compra de derechos de los personajes de Charlton de parte de los editores de DC. Acá la historia de los personajes se divide en tres ramas: la primera son los personajes mismos, con sus continuidades (por más mal armadas que estuvieran) incluídas, introducidos como la Tierra Cuatro de DC en “Crisis on Infinite Earths” en 1985 por Marv Wolfman y George Perez. La segunda son los reboots de los héroes una vez finalizado el crossover, reimaginados dentro de la nueva continuidad de DC. La tercera y más famosa de todas, por supuesto, es Watchmen, donde Alan Moore y Dave Gibbons los usan de base para su historia sobre héroes realistas y oscuros en un universo decadente, como un experimento de introducción de personajes de la Silver Age en medio de la Guerra Fría real.
El personaje de Thunderbolt es el único con una situación distinta. Si bien fue usado como modelo para Ozymandias en Watchmen y en DC fue brevemente rebooteado en su propia serie de 12 números más apariciones esporádicas en series de la Justice League, los derechos del personaje no eran técnicamente de Charlton sino de su creador, Pete Morisi, que solo había negociado los derechos de publicación. Cuando Morisi murió en 2003, los herederos se llevaron al personaje con ellos, por lo que DC no puede volver a utilizarlo. Quien sí puede hacerlo es Dynamite, que en 2012 adquirió los derechos para una miniserie con guiones de Alex Ross y Steve Darnall y arte de Jonathan Lau. Además, hace unos meses se confirmó una nueva miniserie para el 2019, con guiones de Kieron Gillen y arte de Caspar Wijngaard.
Pero volvamos a lo importante: Watchmen, porque lo importante de todo esto era ver cómo eran los personajes antes de ser manoseados por el barbudo. Es fácil ver las similitudes obvias entre los originales y sus versiones watchménicas finales, pero más allá de eso es interesante cómo Moore llegó al centro duro de lo que hacía a estos personajes especiales y logró traducir eso a su propia lógica oscura.
Nightshade siguió siendo la única mujer en un negocio poblado por hombres, heredera de un nombre que conlleva una carga trágica.
Question siguió siendo un enigmático vigilante con su propia versión inquebrantable de la justicia, donde él siempre está parado del lado correcto sin importar qué.
Blue Beetle nunca dejó de ser un héroe llamativo, saltarín y con muchos gadgets intentando no apagar la llama que le dejó su antecesor.
Thunderbolt es prácticamente el mismo egocéntrico, superior e intelectual rubio menemista que se siente responsable por todos los problemas del mundo y su solución, muy a su pesar.
Peacemaker… siguió usando muchas armas.
Y, por supuesto, Captain Atom siempre fue y siempre será más que un hombre, un dios entre los hombres, superior incluso para los otros héroes por sus poderes rídiculamente omnipotentes. Atom es el potencial incalcanzable en manos de un ser humano cualquiera, que hace ver a los demás como piezas reemplazables en la maquinaria infinita del universo.
Tal vez el mejor cambio que hizo Moore con los personajes fue asegurarse de que ninguno tenga ni un ápice de poder sobrenatural a excepción de Atom, para así separar más la brecha entre los héroes y el único y verdadero SUPERhéroe. En Watchmen existían, antes de los personajes principales, los Minutemen, que no son otra cosa que los obsoletos héroes de la Golden Age, y esa obsolescencia del concepto de los héroes con el paso del tiempo es un leitmotiv constante en la obra. Otro detalle que tomó el barbudo fue la relación ambigua entre Atom y Nightshade, convirtiéndolos oficialmente en amantes.
En definitiva, el traspaso de los héroes de Charlton a las páginas de Watchmen es un ejemplo interesantísimo de cómo funciona una aproximación moderna de héroes de la Silver Age en la historieta moderna, manteniendo prácticamente todos los conceptos pero enrriqueciéndolos, bañándolos de nuevos contextos y poniéndolos a funcionar en una historieta completamente diferente. Moore, por supuesto, no era nuevo en eso, y ya venía de “jugar con juguetes viejos” con “Swamp Thing” y “Miracleman”. Con los “Vigilantes” solo terminó de cementar su experiencia en algo tangible.
Para terminar quiero hacer mención a algunas historias de 1986 en adelante que hacen mención u homenaje a estos héroes de Charlton, ya sea en continuidad o solo espiritualmente.
DC Comics Presents #90
En febrero de 1986 sale este issue que nos presenta un team-up de Superman, Firestorm y Captain Atom. El Atom de esta historia es, efectivamente, el de Tierra Cuatro, pero como la aventura fue publicada cerca del final de Crisis, no queda muy claro en qué Tierra ocurre todo. Para peor, un año después saldría a la venta el primer número de la nueva serie de Atom, esta vez uno reinventado por DC. En su no-canonicidad, esta historia puede entenderse como la última aparición cronológica del Atom original.
The Question #17
Este jugadísimo issue de O’Neil nos cuenta una aventura unitaria del nuevo The Question en la que éste decide leer Watchmen en un viaje en avión y queda fascinado con el personaje de Roschach. El chiste acá es obvio y se repite durante todo el capítulo, en el que Vic trata de actuar “como haría Roschach”, dándose cuenta al final de que a Roschach no le fue muy bien actuando como él mismo. Al final, su conclusión simplemente es “Roschach sucks”.
The L.A.W. (Living Assault Weapons)
Publicada en 1999 por DC, esta miniserie presenta al villano Avatar, que hace desaparecer a la Liga de la Justicia, dejando la salvación del mundo en manos de los héroes de Charlton. Si bien son las versiones reversionadas por DC post-Crisis, están escritos como si fueran los mismos personajes de la Silver Age, y eso se debe a que esta historia está en las competentes manos de Bob Layton (miembro de la CPL/Gang) y Dick Giordano (antiguo dibujante y editor de Charlton). La historia en sí es medio aburrida. El equipo en este caso estaba conformado por Blue Beetle, Captain Atom, Nightshade, Judomaster, Peacemaker, Question y Sgt. Steel.
Booster Gold: Future’s End #1
En medio del evento “Future’s End”, Booster queda a la merced de una ola temporal que lo hace viajar en el tiempo y el espacio, y en una de sus paradas aparece en Tierra 4, en medio de una pelea entre Atom y el Dr. Spectro, pero desaparece justo antes de encontrarse con Blue Beetle.
Convergence: Blue Beetle
En el quilombo de ciudades endomadas entre dimensiones, Hub City de Tierra-4 fue separada. Esta historia engancha directamente con la de Booster Gold, que de hecho aparece en medio de una pelea con el Dr. Spectro, conectando ambas series. En este caso vemos como los BB, Question y Atom originales introducidos a DC en Crisis lidian con esta nueva catástrofe.
Multiversity: Pax Americana
Este issue unitario dentro de la miniserie Multiversity de Grant Morrison es todo lo que está bien. Análisis más complejos y correctos se han hecho y solo tomarían espacio para algo que se merece un libro entero, así que enfoquémonos en lo que respecta a los Charlton. “Pax…” es una joya que solo existe gracias a los héroes de Charlton y a Watchmen, y utiliza esas dos obras como pilares absolutos para contar una historia que al principio parece contada en reverse, pero cuando nos damos cuenta en realidad forma una cinta de Moebius, volviendo siempre al inicio, pero del lado opuesto. En este universo, la Tierra 4, los héroes fueron llamados por el gobierno para formar su propia liga, la Pax Americana (no faltan chistes referenciando otros nombres posibles para el grupo como LAW o Sentinels). Los miembros en este caso son Tiger (el sidekick de Judomaster), Nightshade, Blue Beetle (un joven Ted Kord que primero hereda el traje de Dan Garret y luego cambia al suyo característico), Question, Peacemaker y Captain Atom (esta versión del personaje aparecería también en otra serie de Morrison: Superman Beyond, en el evento Final Crisis). Las caracterizaciones de los personajes son Charlton de pura cepa, con Question más facho que nunca (tirando la genial frase “I don’t save bad guys” referencial a todos los mafiosos que dejó ahogarse mientras se cagaba de risa en los sesentas), Nightshade con su padre político que odia a los héroes y su madre loca diciendo que viene de la “dimensión de las sombras” (en esta versión no tiene sus poderes de sombra, al igual que en la de Moore), Peacemaker dispuesto a todo para salvar la paz (¿o la pax?) de todo el mundo, Beetle siendo el pibe bueno mediando entre la versión mediática (historietística) de los héroes y la sucia realidad y Atom siendo una fuerza más allá del entendimiento del simple mundo bidimensional de papel y tinta en el que se encuentra. También hay un cameo de Sgt. Steel (que nunca se muestra por completo) y Yellowjacket, además de pequeñas referencias a villanos clásicos en un museo (el traje de Ghost, la capa de The Hooded One, el gorro de Punch y los brazos de Iron Arms, que terminan siendo importantes en la trama).
Toda la historia trata sobre “el algoritmo 8”, cómo su conocimiento puede prever eventos pasados y futuros y cómo es utilizado por diferentes personajes. La explicación más simple para el algoritmo es, justamente, la división en una grilla de 8 viñetas dada la naturaleza historietística del universo de los personajes. Entender cómo funciona la linealidad de su universo es poder leerla “en cualquier orden, cualquier dirección, acelerando el tiempo hacia su conclusión o su primera escena”, como bien nos dice Atom. Magia.
Doomsday Clock
Por supuesto, un nuevo acercamiento al universo canónico de Watchmen es volver a sus raíces Charltonianas, y Geoff Johns lo sabe mejor que nadie, por lo que en el primer capítulo introduce a los personajes Marionette y Mime, que no son más que reversiones de Punch y Jeweele, los villanos de Atom y Nightshade. Mejores análisis hace nuestro corresponsal Maxi Britos cada vez que sale un número, lectura complementaria obligada a esta nota.
Y, con eso, concluye este análisis, anacrónico y un poco ridículo, de unos héroes segundones de la Silver Age que, de no ser por un guionista inglés, nunca habrían resaltado mucho. Si la existencia de estas historias y su análisis aporta algo a una relectura de Watchmen no lo sé. Pero como dice Moore: “lo dejo enteramente en sus manos".
