Postales de Villa Estante son reseñas/recomendaciones de libros que tengo en mis bibliotecas. También son un poco anécdotas de cómo conseguí tal o cual libro, muchos de ellos adquiridos (no siempre comprados) en el mítico local comercial de la editorial Llanto de mudo en donde pasaba gran parte de mi tiempo cuando Diego Cortés estaba entre nosotros. No son críticas ni nada parecido y, de hecho, están escritas muy cutremente. Pueden pecar de optimistas y que alguno salte y diga “Eh, pero a este le gusta todo” ya que no tengo comics que no me gusten, siempre me he jactado de ser muy selectivo y tener algún que otro material no-tan-mainstream. Aclarado esto les doy la bienvenida.
The 4 fisted misadventures of Tug & Buster de Marc Hempel
Image Comics. 1998. 194 Páginas.
Tug es un gigantón mudo y musculoso con un peinado engominado de ensueño y mucho vello corporal. Buster es su fiel amigo que quiere imitarlo hasta el más mínimo detalle aun siendo un ¿niño? Tug hace y se dirige hacia donde Buster quiere o dice. Tug no habla nada, Buster es una máquina de decir pelotudeces y todas ellas están relacionadas a lo varoniles que son los dos, y a las muchas ganas que tienen de ponerla. Se suman Stinkfinger y Genital Ben a la pareja dispareja, para tener desopilantes aventuras en donde siempre van a terminar como el culo.
Me encanta Marc Hempel, el autor de esta obra, lo expresivo que es, los trazos gruesos y angulosos, las bocas desproporcionadas y las tipografías que dibuja son bellísimas. El dibujo de Tug & Buster es muy libre y, se nota, ésto lo hizo después de dibujar The Kindly Ones, ese arco de Sandman tan perturbador, y hay quienes dicen que Marc no estaba muy conforme con el resultado y que de ese bajón nació esto que estamos reseñando hoy.
Ahora… Este tomo recopila las 6 revistitas editadas entre el 1995 y 1997, autoeditadas por Hempel en Art &Soul, pero lo más extraño es que, investigando, doy con que se editó hasta un numero #7 titulado “Tough Love”, en donde el pequeño Buster comienza a sentir algo mucho más que admiración por su machote amigo. Piensa que es “lesbiano” y admite que para ser un verdadero hombre hay que admitir que sos un marica. Lo que confirma la sospecha desde el número uno de la serie: estos chicos en verdad se aman y son tan machistas que no se animan a admitirlo.
Peeeero... después del número 7 la serie pasó a Image, en donde se editó sólo un nuevo número uno que no tiene un choto que ver con lo que veníamos viendo (y como terminó la serie en Art & Soul) para después publicar este recopilatorio (incompleto) y cancelarla.
Es una acida crítica al machismo, a lo patéticos que somos los chabones cuando pensamos con la pija, y lo que verdaderamente yace ahí dentro de TODOS nosotros varones, que es el amor por otro hombre. Me llama mucho la atención la decisión de Image en no publicar el número 7 en este libro y, además, la temática COMPLETAMENTE DIFERENTE del nuevo #1.