Postales de Villa Estante son reseñas/recomendaciones de libros que tengo en mis bibliotecas. También son un poco anécdotas de cómo conseguí tal o cual libro, muchos de ellos adquiridos (no siempre comprados) en el mítico local comercial de la editorial Llanto de Mudo en donde pasaba gran parte de mi tiempo cuando Diego Cortés estaba entre nosotros. No son críticas ni nada parecido y, de hecho, están escritas muy cutremente. Pueden pecar de optimistas y que alguno salte y diga “Eh, pero a este le gusta todo” ya que no tengo comics que no me gusten, siempre me he jactado de ser muy selectivo y tener algún que otro material no-tan-mainstream. Aclarado esto, les doy la bienvenida.
Flujo: Predilección por Tina.
La Cúpula. Primera edición en castellano. Año 2011.
140 páginas.
Martin Deserres es un artista plástico disfrazado de dibujante-de-libros-infantiles-freelance-para-pagar-las-cuentas, que recibe una jugosa beca para hacer una exposición de sus pinturas, con tema libre a elegir por él. Como Martin es un pajero bárbaro decide hacer algo vinculado al erotismo, pero no quiere contratar modelos profesionales. ya que quiere retratar a una mujer real, segura de sí misma y deliciosamente imperfecta. Y Tina es una de las tantas chicas no hegemónicas que Martin aborda en la calle pidiéndoles si quieren servir de modelo vivo para posar. Sin dudas Tina es segura de sí misma. Tina es gorda y tiene chichas y granos.

Martin comienza a llamarla más seguido, y ella va a su departamento cada vez que le llama y posa, se mide cuanto traje le proponga el pervertido para sacarle fotos y así tenerlas de referencia, o dibujarla en vivo haciendo alguna pose jugada y porno, para luego conversar largo sobre sueños húmedos. Y de pronto Tina está en el departamento de Martin cada vez más seguido y se queda más rato. Tina es mal hablada y hasta es muy probable que sea menor de edad pero no está claro del todo porque, a la vez, Tina no cuenta mucho de su vida y solo mira tele y vaguea por el departamento en ropa interior. Y Martin que se obsesiona a un punto más allá del arte y del concepto, sobrepasa la calentura. Más allá del sexo e incluso mucho más allá del enamoramiento. Esa obsesión se convierte en una predilección por Tina que lo van a hacer comerse unos viajes mentales de miedo.
¡Cómo amo a Dave Cooper! Realmente puede transmitirte lo que quiera con este tipo de cosas. Puede hacerte sentir muy incómodo al empatizar con personajes equivocados y hacerte alucinar con cosas que después terminan siendo mórbidas y asquerosas. Te hace sentir muy pelotudo como el propio Martin.
El libro tiene 140 páginas en tintas azules y magentas impresas en un papel de mil quinientos gramos de color amarillo, y leerlo es como tomarte una pepa y subirte a la montaña rusa. Cuadradito, tapa dura con sobrecubierta. Muy mono.

Flujo es el final de una trilogía inconexa que inicia con Succión y Escombros, en donde Dave Cooper deja de lado las invasiones sexuales alienígenas o los pitos en los brazos para hacer una costumbrista densa y pesada con un estilo mucho más oscuro que el de sus predecesoras. Posta que esta historia te transmite olor. Podés oler casi literalmente el sudor, el humo del pucho y el porro, los óleos de Martin, la suciedad de su departamento, la leche evaporada que le pone al café. Y obvio que esta es una historia de amor (¿acaso no lo son todas?) pero de amor duro y dominante. De amor obsesivo y porno. De látex y Alioli. Un helado taaan dulce que te puede perforar la boca.