Postales de Villa Estante son reseñas/recomendaciones de libros que tengo en mis bibliotecas. También son un poco anécdotas de cómo conseguí tal o cual libro, muchos de ellos adquiridos (no siempre comprados) en el mítico local comercial de la editorial Llanto de mudo en donde pasaba gran parte de mi tiempo cuando Diego Cortés estaba entre nosotros. No son críticas ni nada parecido y, de hecho, están escritas muy cutremente. Pueden pecar de optimistas y que alguno salte y diga “Eh, pero a este le gusta todo” ya que no tengo comics que no me gusten, siempre me he jactado de ser muy selectivo y tener algún que otro material no-tan-mainstream. Aclarado esto les doy la bienvenida.
Omega el desconocido, de Jonathan Lethem y Farel Darymple.
Panini comics, 2009. 256 páginas.
Titus Alexander Island es un adolescente de 14 años con un coeficiente intelectual elevado, que vive con sus padres, todos ocultos del resto de la sociedad. El mismo día en que éstos deciden anotarlo en un colegio común y corriente, para que el pobre Alex interactúe con otras personas, tienen un tremendo accidente en la autopista. Esto dejan a Alex huérfano y algo desconcertado, al ver que los cadáveres de sus padres no son otra cosa más que robots. Una enfermera se apiada de él y lo adopta, al ver en servicios sociales que no pertenece a ningún lado.
A partir de este momento nuestro protagonista va a vivir las más psicodélicas aventuras, perseguido por una logia de robots que quieren convertir a todo el mundo en androides idiotas, el superhéroe de turno The Mink que es un pelotudo bárbaro, y sus amigos del colegio al que, finalmente, Titus Alexander termina asistiendo.
Por detrás de todo esto vamos a ver a Omega, un superhéroe mudo que va a estar salvándole las papas a todo el mundo (incluido a Alex), una estatua de una cabeza que piensa, se mueve y observa a todos y Alex ligando poderes desconocidos y zarpados. También una mano gigante con piernas que va a ir haciendo destrozos por toda la ciudad, sal para control mental de masas, una realidad metida dentro de un frasco y tres millones de bizarreadas más.
Esta alocada remake es una delicia de guión y diálogos escritos por Lethem, con escenas de lo más descabelladas homenajeando hermosamente lo que Steve Gerber (¡El co-creador de Howard el pato!) Mary Skrenes y Jim Mooney quisieron hacer allá por 1976 con la serie de Omega, que solo duró un año y fue cancelada por las bajas ventas (y porque nadie entendió lo que estos creadores quisieron hacer con un alienígena devenido en superhéroe que vestía de azul y rojo, guiño, guiño).
Dibujada maravillosamente por Farel Darymple quien conoce de narrativa una banda y mete detallitos a lo loco resultando un Paul Pope más sucio y desprolijo. Bellísimo.
La edición está muy bien con tapas duras y muchos extras que nos cuentan la historia del Omega original, el porque del homenaje/remake y unos separadores de capítulos geniales con un robot que se va a completando cual juego del ahorcado.
