S.H.I.E.L.D. es quizás el proyecto más ambicioso de Jonathan Hickman (con Dustin Weaver al arte) para Marvel. Las principales figuras y mentes de la historia de la humanidad convergen en la organización que mantendría la paz del mundo y nos guiaría a un futuro mejor. Todo arrancó con Imhotep. Leonardo Da Vinci, Sir Isaac Newton, Nikola Tesla, Galileo, Howard Stark, Nathaniel Richards, Michelangelo... todos tuvieron (o tienen) un papel que cumplir. Hay guiños y detalles o sucesos importantes a nivel argumental que en otros de sus trabajos para Marvel, tuvieron su peso, como Secret Warriors o Fantastic Four.
Y sin embargo, desde el 2012 que no se publicaba. Pero por suerte, se decidió a terminar la serie y en esta ocasión, salido hoy a la venta, pudimos disfrutar este nuevo número.
¿De qué va?
La trama había quedado en el punto crítico donde Newton y Da Vinci se debatían el futuro de S.H.I.E.L.D., y Leonid debía elegir bando. Newton escapó al futuro y como aliados, cuenta con Star Child y Nostradamus.
Y simple, este número es puro conflicto (pelea) entre los personajes. Y eso no quita lo genial que está a niveles narrativos y artísticos. Esperaba más trama (y si tengo en cuenta el tiempo que vengo esperando la serie, no ayuda), pero básicamente estamos a un paso del final, así que no estuvo mal.
La lucha se desarrolla en 3 distintas líneas de tiempo. Hickman juega mucho con la superposición de momentos entre las 3 líneas, mostrándonos paralelismos y escenas cuasi-calcadas entre estos 3 posibles futuros completamente distintos entre sí, logrando que el apartado artístico se luzca con los cambios de tonos, fondos, colores y demás detalles. La diagramación de página parece confusa en un principio al tener viñetas en lectura a veces vertical y otras horizontal, pero con el juego de las líneas temporales y ver que los globos de texto te guían saltando entre cuadros, no tendría que haber dificultad alguna en su comprensión.
Veredicto
Hickman cumple. No sorprende a nivel argumental porque se centró en la pelea, pero sí a nivel narrativo, dándonos las secuencias en 3 tiempos que ya mencioné, que si bien no es una pieza magistral ni la originalidad absoluta, es un tono distinto a lo típico, que cumple una función importante en el desarrollo del número.
Siento que que la idea de Hickman es concluir rápido esto y sacárselo de encima, más que explotar las cualidades de la trama enriquecida que nos presentó en su principio. El ritmo es muy rápido, a diferencia de los primeros números, donde una narrativa lenta, épica y descomprimida eran el foco del argumento.
A nivel artístico, no puede haber quejas. Se cumple y mucho. Sigue a cargo de Sonia Oback con asistencia de Weaver. Quizás los colores son demasiado planos en comparación al volumen 1, donde Christina Strain se lució destacando los momentos de flashbacks históricos y los de "tinte épico" usando distintas paletas, en comparación a lo que se narraba en el presente.
¿Tendrá un buen final? Esperemos que sí. Citando esa frase que tanto usó Hickman a lo largo de la serie, homenajeando a su mentor creativo Grant Morrison con sus Invisibles: "This is NOT how the world ends."