Hoy día es prácticamente imposible no conocer a Spider-Man. Pero hubo una época en la que los superhéroes no eran populares y la idea de tener un personaje basado en una criatura despreciable como una araña sonaba poco redituable. Pero nos estamos adelantando…
Como dije, había una época. Más específicamente, los años ’60.
LOS FANTÁSTICOS LOGROS DE STAN
Al momento de crear (o co-crear) a Spider-Man, Stan Lee ya tenía ganado un nombre y lugar en Marvel Comics. Esto fue gracias a ideas innovadoras y arriesgadas, que vale la pena repasar rápidamente para demostrar el cambio e impacto que implicó la creación de nuestro amistoso vecino superheroico al doblegar la apuesta a conceptos que ya eran innovadores.
A la inversa de lo que puede ocurrir hoy en día, a fines de los años ’50 o principios de los ’60, los cómics y los superhéroes no estaban de moda. Estaban mal vistos (las razones y causas no son tema que competan a este artículo, pero algunos deben conocer el nombre de Fredric Wertham y si no… Google). Se creía que las historietas infundían ideas nocivas a los jóvenes, que eran una mala influencia y que promovían actividades ilícitas.
Stan Lee, según relataba él mismo, era el encargado en la empresa de avisarle a sus amigos y colegas de trabajo cuando eran despedidos, la compañía iba cada vez peor y ya se estaba hartando. A su vez, era también quien le tocaba escribir los guiones de varias de las revistas que salían en ese momento, y la bajada de línea editorial era la siguiente: “a los chicos no les interesa el drama ni los personajes, todo tiene que tener mucha acción e historias lineales y sencillas.” Eso le resultaba frustrante al joven Stan y se dispuso a renunciar, no sin antes hacer una historieta, animado por su mujer, en la que volcase todo lo que él quisiera. Lo peor que podría pasar, al fin y al cabo, era que lo despidan. Y él había decidido renunciar.
Y así, junto a Jack Kirby, creó a los Fantastic Four.
Un grupo de superhéroes que rompió con los esquemas y estándares de los superhéroes hasta el momento. No tenían (en sus comienzos) super-trajes ni cubrían sus rostros. Su identidad era pública y todos los conocían. Sin embargo, lo más interesante era que no estaban dotados de idealismo. Tenían dramas personales, discutían y no siempre se llevaban bien. La pelea contra el super-villano pasó a ser la excusa y no el contenido.
Envalentonado por el éxito y demostrando a la industria que había más de una fórmula para contar historias, Lee siguió entonces con una seguidilla de personajes e ideas, cuanto menos, interesantes para aquel entonces: Hulk, un superhéroe conflictuado con una doble personalidad; los X-Men, un grupo de jóvenes marginados que luchaban por defender un mundo que los odia y los teme y, en el año 1962…
LLEGA SPIDER-MAN
Lo que quizás no muchos saben es que Stan no sacó la idea para crear al personaje de una araña, sino de una mosca. Mientras buscaba ideas vio uno de estos insectos pegados en una pared y se le ocurrió que su protagonista pudiera trepar paredes. Pero el “hombre-mosca” no sonaba muy elegante, así que él mismo cuenta que pasó por varios nombres de insectos hasta llegar a Spider-Man. La idea del guion en el medio del nombre, según él, era para diferenciarse de otros personajes como Batman y Superman. Pero ésta no gustó a Martin Goodman, editor de Marvel y jefe de Stan, ya que según él a las personas no le gustaban las arañas.
No solo era un personaje basado en una araña, sino que además rompía con otra tradición del concepto superheroico: el protagonista era un adolescente de quince años. No es que fuera el primero, pero si fue innovador que Peter Parker sea el protagonista de la historia y no el compañero de un héroe adulto, como ocurría con otros jóvenes en los cómics (Robin con Batman o Bucky con el Capitán América, por mencionar ejemplos). Goodman no se quiso jugar con una idea tan arriesgada y darle su propio título, así que la historia fue publicada en el número 15 de la antología Amazing Fantasy, el último de la colección, y así probar el recibimiento que pudiera tener ante el público.
Jack Kirby, quien había colaborado con Stan co-creando a los Fantastic Four, los X-Men y los Avengers, había sido el dibujante elegido inicialmente por el escritor para dar vida al personaje. Pero había un problema, Kirby lo dibujaba demasiado “elegante”. Musculoso, atlético, con presencia… justamente lo que Lee pretendía evitar. De hecho, el traje ideado por Kirby era bastante distinto al que todos conocemos, incluyendo una pistola como arma, tras lo cual Kirby terminó encargándose sólo de ilustrar la tapa del número y el arte interior corrió por la mano del talentoso Steve Ditko.

Y así fue como el 10 de agosto de 1962 se publicó el número, con el resultado que todos conocemos u obviamos, por lo que un año más tarde el trepamuros finalmente se publicó en su propia revista…
THE AMAZING SPIDER-MAN, EL SEGUNDO GRAN PASO
Al finalizar Amazing Fantasy #15 el cómic prometía seguir trayendo más historias de Spider-Man en los números siguientes pero… Amazing Fantasy era una serie que terminaba. El 15 fue su último número. De todas formas, la aceptación que tuvo el personaje entre el público de la época fue increíble, así que las historias continuaron, y esta vez en una serie propia.
The Amazing Spider-Man #1 se publicó el 10 de marzo de 1963, con una portada en la que se presagiaba un enfrentamiento con los Fantastic Four y la presentación de Chameleon, el primer villano propio de Spider-Man. Y así, a lo largo de los siguientes números, Lee y Ditko coemnzaron a crear el universo arácnido presentando a diversos villanos, como Vulture, Dr. Octopus, Sandman, Lizard, Electro, entre otros…

Poco a poco vamos conociendo los personajes secundarios en la vida del héroe, algunos ya presentados, como en el caso de la tía May o Flash Thompson, o bien introduciendo nuevos como J. Jonah Jameson o Betty Brant. El elenco funciona acompañando al protagonista en sus dramas personales, porque ser Spider-Man no es una bendición ni mucho menos. El ser un superhéroe no hace más que complicar los verdaderos problemas en la vida de Peter Parker: los primeros amores, la familia, el colegio… Todos conceptos con los que la mayoría de los jóvenes lectores de la época podían familiarizarse y los cuales se van desarrollando a medida que avanza la serie.
Que los problemas de la vida cotidiana afectaran al protagonista no era algo innovador en los cómics de Marvel, pero hasta ese entonces esta situación se había reflejado en personajes adultos, por lo que Peter Parker les brindaba un acercamiento mayor a sus propias realidades, lo que convirtió rápidamente al personaje en un éxito.
LEE VS. KIRBY VS. DITKO
Años más tarde Kirby avivó la polémica respecto a sus autorías no reconocidas (tema para otro momento) al atribuirse el crédito como creador de Spider-Man. “Hice un montón de cosas. La única serie en la que no trabajé fue Spider-Man, que hizo Steve Ditko. Pero el personaje fue creación mía” comentaba Jack en la revista Comics Scene, en 1982.
Según el libro “The comic book makers” de 2003, escrito por Joe Simon (co-creador del Capitan América junto a Kirby), en el año ’53 Jack había creado junto a su cuñado Jack Oleck un personaje llamado Spiderman, que luego rebautizaron como Silver Spider; una idea que propusieron a la editorial Harvey pero fue rechazada. Ditko, por otra parte, negaba que Jack hubiese estado involucrado en la elaboración definitiva del personaje. Existían cinco páginas a lápiz que Kirby había realizado para Silver Spider, pero éstas no tuvieron repercusión en la visión del personaje que fue presentada al público. Y de hecho, sobre estas páginas, Ditko afirmaba: “Existían como una parte, un fragmento de un todo no desarrollado. La historia, personajes, título e ideas estaban incompletas y son desconocidas. Toda la "idea" de Jack de Spiderman no estaba explicada, era inexistente, no estaba creada”. De hecho, en 1965, Ditko había dicho en la revista Comic Fan que la idea de Stan fue solamente el nombre, mientras que los lanzadores, la spider-señal y el traje habían sido creación suya. Incluso, según Steve, al principio la idea no era hacerlo un personaje basado en un insecto y se llamaría Hawkman (nombre que no pudieron utilizar al estar tomado por DC Cómics). Otra idea descartada fue que el héroe sea un niño que al ponerse un anillo se transformara en adulto pero otros personajes como The Fly o el Captain Marvel (al que quizás ahora reconozcan bajo el nombre de Shazam!, con película próxima a estrenarse) ya presentaban recursos similares.
EL DILEMA DEL MÉTODO MARVEL
Tras el apartado anterior quizás ya hayan adivinado que Ditko o Kirby no se molestaban mucho en dejar bien parado a Stan. En el caso de Jack, todo lo contrario. Estas actitudes, sin embargo, no son caprichosas y vienen de aquellos tiempos de gloria en la que Marvel no paraba de sacar personajes y títulos nuevos de la mano de Lee.
Debido a la cantidad de series que escribía paralelamente, Stan tuvo que idear un método de escritura para sus historias (según lo que se cuenta oficialmente), ya que no tenía tiempo de elaborar guiones enteros para cada uno de los números. Así surgió el “Método Marvel”, el cual consistía en sinopsis o resúmenes de argumentos que Stan entregaba a sus dibujantes, éstos luego los desarrollaran en dibujos y por último él les agregaba los diálogos.
A Kirby y Ditko les molestaba que en ocasiones se llevaba más crédito del que supuestamente merecía, puesto que en los cómics los dibujantes eran simplemente acreditados como artistas y Stan como el creador de la historia (“story by…”). Según ellos, en ocasiones simplemente era quién daba la idea inicial y sus dibujantes se encargaban de desarrollar la trama...
Ditko, por su parte, comenzaba a sentir que no estaba recibiendo el mérito que merecía por su labor y pidió a Martin Goodman que le empezase a pagar un porcentaje por las ventas de merchandising de Spider-Man, lo que llevó a varias discusiones entre ambos.
La cosa se empezó a complicar cuando Lee dejó de lado el trato directo y enviaba a su asistente, Sol Brodsky, a recibir los dibujos, evitando el intercambio de ideas con los dibujantes, con los que aparentemente tenía cada vez menos tiempo para tratar. Entonces Steve simplemente escribía anotaciones al margen para que Stan leyera cuando recibiera su trabajo.
Y EL GREEN GOBLIN ES…
En The Amazing Spider-Man #14 debutó el que sería uno de los más emblemáticos villanos de Spider-Man: el Green Goblin. Con el misterio de quién se encontraba tras la máscara y su origen, este personaje mantendría el secretismo respecto a su identidad a lo largo del resto de la era Lee-Ditko. Pero más vale contar como fue concebido, según palabras del propio Steve, para entender de mejor manera lo que devino luego: “La sinopsis de Stan para el Duende Verde incluía un equipo de cine en unos exteriores, el cuál encontraba un sarcófago de aspecto egipcio. Dentro había un antiguo demonio mitológico, el Duende Verde. Naturalmente, la criatura volvía a la vida. Sin consultarle, cambié el demonio mitológico por un villano humano”.
Bien porque no le importase a Stan, o bien porque el trabajo estaba hecho, la idea de Ditko fue publicada. Steve, incluso, comenta que ya tenía pensado quién sería la persona bajo la máscara cuando llegase el momento de revelarlo, o al menos tenía una vaga idea y que acabaría siendo alguna persona perteneciente al club de millonarios al cual pertenecía Jameson (idea que fue retomada años más tarde respecto a la identidad del Hobgoblin). Además, según cuenta el dibujante, Stan le proponía constantemente ideas fantásticas pero Steve intentaba que la serie mantuviera cierto estilo realista y la idea que el villano fuese alguien aleatorio en la vida personal de Peter Parker resultaba lo más obvio, y ésto era lo que se venía haciendo hasta el momento con los antagonistas de Spidey.

En el número 23 de la serie se presenta a Norman Osborn, como un personaje sin ninguna relación aparente con el Green Goblin. Su faceta maléfica, sin embargo, se empezó dilucidar poco después, ya que se lo mostró como un hombre corrupto y malvado, un ejemplo de hombre de negocios sin moral.
Según Stan, a Ditko no le agradó que Osborn fuese el personaje elegido tras la máscara y acabó dejando la serie en el número 38, abandonando Marvel para mudarse a Charlton. Y he puesto “según Stan”, ya que según Steve esas no fueron las verdaderas razones de su marcha y, pese a lo que en realidad muchos creen, Ditko SI apoyaba la idea de que Norman se acabara revelando como el villano misterioso. De hecho, él mismo dice haber creado a Harry Osborn como su hijo y amigo de Peter con el fin de darle más dramatismo a la gran revelación cuando llegara el momento.
Sea como sea, para el número 39, y cuando finalmente ocurre la revelación, Ditko ya había dejado la serie para dejar su lugar a otro de los dibujantes emblema de la mitología arácnida: John Romita. Pero esto ya es una historia para contar en el futuro.