Es un tópico muy aceptado considerar a la década de 1990 como uno de los peores momentos a nivel creativo y comercial para el cómic mainstream de Estados Unidos. Desde sus comienzos tenemos la sobre-explotación de las portadas alternativas, las historias guionizadas por dibujantes y dibujadas por terroristas de la anatomía, el abuso indiscriminado del grim & gritty, la profunda pérdida de dimensiones de los personajes, entre muchos otros atentados que ocurrieron en aquellos años. Y también es vox populi que nuestro amistoso vecino Spider-Man fue uno de los más afectados por aquellas modas. Spidey supo tener hasta cinco series en simultáneo durante gran parte de los noventas (contemos: Amazing Spider-Man, Spectacular Spider-Man, Web of Spider-Man, Spider-Man Unlimited y Spider-Man a secas) e incluso fue víctima de la saga más ambiciosa y más odiada por los fans del personaje: la siempre infame "Clone Saga", con Ben Reilly, Kane, Jackal y todos los hermosos amigos. Grandes personajes que serán siempre recordados surgieron en los noventas: Annex, Spidercide, Doppelgänger, Nigthwatch, Demogoblin, Scorpia, Stunner, Carnage, la Doctora Octopus y Seward Trainer, por mencionar algunos. Grandes guionistas y dibujantes del arácnido se lucieron en esos años, como Howard Mackie, Todd DeZago, Tom DeFalco, Terry Kavanagh, Tom Lyle, Steve Skroce, Rafael Kanayan y Todd McFarlane, entre otros asesinos seriales.
Toda esta acumulación de "magia" que ocurrió durante la década de 1990 fue tan grande que no pudo más que explotar y Marvel se decidió a relanzar por completo al personaje, cortando todas las series que estaban saliendo y partiendo desde un nuevo número uno en 1999, a cargo del hasta entonces siempre efectivo John Byrne (pero manteniendo a Howard Mackie por ahí cerca). Pero este relanzamiento mantenía los niveles de la época previa, por lo que una segunda lavada de cara muy poco después, en el año 2001. El muy floreado guionista de televisión J. Michael Straczynski se hizo cargo de darle una vuelta completa al muy vapuleado Peter Parker (sí, Peter Parker, nada de Ben Reilly), acompañado del amado/odiado John Romita Jr. Juntos, JMS y JRJR renovaron por completo al personaje, dándole vuelta desde los conceptos básicos, metiéndose con el origen de sus poderes, sus relaciones con Mary Jane Watson y la Tía May, prescindiendo de la mayoría de los villanos clásicos y trayendo varios nuevos. Estos cambios trajeron nuevos lectores e hicieron que muchos de los viejos volvieran a interesarse en Spidey. Y para colmo, en la calle de al lado comenzaba el Universo Ultimate, con un muy inspirado Brian Michael Bendis para darnos la versión aggiornada de Spidey, apuntando a lectores noveles. Una nueva era de spidermanía comenzaba (también acompañada por el estreno cinematográfico de la primer película live-action del personaje, de la mano de Sam Raimi y Sony, por que tenemos que decir todo).
Pero no vengo a hacerles una reseña de las historias de Spider-Man por Straczynski. No vengo a discutir sobre Morlun y el tótem. No quiero meterme con la revelación de la identidad de Peter ante May primero y ante el mundo después. Tampoco me interesa alabar a la gran Back in Black o atacar fácilmente a Sins Past. No, nada de eso. Acá quiero venir a contar los lados B de la década del renacimiento de Spider-Man. Lo que se te pudo haber pasado por alto cuando los focos de luz de Straczynski te daban en la cara, las cuellos cuadrados de Romita Jr. no te dejaban mirar para otro lado o las sombras oscuras de Mike Deodato te tapaban del fondo. Este es un viaje por las vías alternativas y las calles secundarias.
Los tracks básicos

El Introspectivo Spider-Man de Paul Jenkins
(Peter Parker: Spider-Man #20-41 y #44-50)
Mientras Straczynski se llevaba todas las luces con su deconstrucción del mito arácnido, en la serie paralela (Peter-Parker: Spider-Man primero y luego Spectacular Spider-Man) Paul Jenkins armaba una historia tras otra con un aspecto más introspectivo y cerebral. Jenkins arrancó en el #20 de esta serie, con "The Best Medicine", una de las mejores historias del personaje, en la cual lo podemos ver "charlando" con su Tío Ben en su tumba mientras nos explica a los lectores en que consiste ser Spider-Man. El guionista es acompañado en los dibujos por Mark Buckingham y se dedica a explorar el aspecto más terrestre de Spidey, sus relaciones, sus pensamientos, mechando a algunos de los villanos clásicos que JMS no estaba teniendo en cuenta. Otros puntos a destacar: el #33, "May be the next year", con una historia de la infancia de Peter y Ben; y el #35, "Heroes don't cry", donde se explica como Spider-Man podemos ser todos; el #38, "Make Mime Marvel", en lo que fue el mes mudo en Marvel y una gran historia sobre mimos. Paul Jenkins se queda hasta el número #50, después de contar un enfrentamiento no tan revisitado entre Peter y Norman Osborn. Luego es reemplazado por Zeb Wells, pero el título termina siete números después, para ser reemplazado por Spectacular Spider-Man, otra vez con Jenkins pero acompañado por Humberto Ramos. Si bien la fórmula es la misma, no llega a compartir el nivel de la serie precedente.
La Spider Super Archi Mega Movie de Mark Millar
(Marvel Knigths: Spider-Man #1-12)
Esta es la misma época en la que Marvel lanza su sello Marvel Knigths, el que se dice que salvó a la editorial de la bancarrota. En una segunda oleada, el sello incorpora a los personajes más emblemáticos en series limitadas o abiertas con un tono distinto al de las líneas principales. En el caso de Spidey, el Marvel Knights Spider-Man le tocó al prolífico Mark Millar (acompañado por Terry Dodson), por entonces el compañero mala leche de Grant Morrison que ya se había ganado un nombre propio. Y Millar juega a hacer la mejor película de Spider-Man que se le ocurrió. Metió a todos los villanos clásicos, armando los Sinister Twelve (un clásico entre los guionistas escoceses esto de expandir conceptos), pone a Norman Osborn bajo el foco otra vez y trae secundarios, subtramas y mucho Black Cat. Por acá vemos desfilar toda la continuidad del personaje, a la tía May, a Mary Jane, el Bugle, todos los muertes que se le adjudican a Peter e incluso Millar no se hace el sota con la Saga del Clon (por tirarla abajo de la alfombra no va a desaparecer). Dato de actualidad: esta maxiserie está publicada en dos tomos en la reciente colección Salvat de Spidey.
Los tracks menos conocidos

Tangled Web y las flores para Aleksei
(Tangled Web #1-22)
Quizás Tangled Web es de las series más mencionadas entre las menos conocidas del arácnido, pero me pregunto qué tan leída ha sido. Sus 22 números se reparten en varios arcos donde diferentes autores se permitieron dejar sus visiones sobre Spider-Man, en historias con tonos muy variados. Arrancamos con un arco llamado "The Thousand", con un nuevo villano bastante particular, con la dupla clásica de Hitman: Garth Ennis y John McCrea. Probablemente no sea lo mejor de la serie. Tenemos también la participación de Greg Rucka acompañado de Eduardo Risso (en una historia breve con el Kingpin de protagonista), a Bruce Jones y Lee Weeks (Gentlement's Agreement), Kaare Andrews, el magnífico Darwyn Cooke en varias oportunidades, Zeb Wells y Duncan Fregedo en la alucinante "I was a Teenage Frogman" (centrada en el olvidado y olvidable segundo Leap Frog -o Rana Saltarina-), a Paul Pope, Brian Azarello, Daniel Way (junto a Leandro Fernandez en "Heartbreaker", una historia que incluye a otro villano caricaturesco, Kangaroo), Ted McKeever y Giuseppe Camuncoli. No puedo irme sin mencionar la razón más importante por la que te puede sonar esta serie: la excelente Flowers for Rhino, un arco de dos números escrito por Peter Milligan y dibujado por Duncan Fregedo, con la que quizás es el relato más importante de Aleksei Sytsevich en toda su historia como villano de Spider-Man.
El Sensacional Aguirre-Sacasa y el Amistoso PAD
(Sensational Spider-Man #23-40 y Friendly Neighborhood Spider-Man #5-19)
Acá hago trampa y mezclo dos recomendaciones. Para la segunda parte del viaje de Straczynski los copilotos le ponen todo el pecho. La historia principal para ese momento es The Other y se abre el juego. Aquella serie que había empezado con Mark Millar cambió de nombre para el #22, pasando a ser llamada Sensational Spider-Man y comienza Friendly Neighborhood Spider-Man. Dejemos el crossover de lado y metámosnos con lo que sigue. Ambas series se dedican a contar lo que no está pasando por la serie principal, las historias más terrenales. Y como ya había pasado con Paul Jenkins acá los autores aprovechan para explorar ese segundo plano. Por un lado tenemos a Roberto Aguirre-Sacasa en Sensational y al siempre interesante Peter David en Friendly. ¿Qué vamos a ver? la faceta de Peter como profesor de secundaria que impuso JMS pero que éste no exploró, las verdaderas consecuencias de la revelación de la identidad de Spidey en Civil War, mucho de Mary Jane, una mujer que dice ser asediada por Spider-Man desde la secundaria, el regreso de Debra Whitman, más exploración del símbolo, etc. Mientras todos miran los fuegos artificiales te invito acá, al fondo, donde está la comida pulenta que el resto se está perdiendo.
Los tracks ocultos

Get Kraven y la magia del cine
(Get Kraven #1-6)
Esta miniserie pasó muy pero muy por debajo el radar, sobre todo porque no tiene a Spider-Man de protagonista sino a Aloysha Kravinoff, el enésimo hijo de Kraven el Cazador surgido durante la década de los '90. ¿Qué tiene de particular entonces? Bueno, en esta serie escrita por Ron Zimmerman (actor, director y productor de cine y tv) y dibujada por John McCrea (el mismo de Hitman), Al Kraven (como se hace llamar en este momento) se va a vivir a Hollywood, donde se transforma en director de cine. Buenos diálogos, buena acción. Portadas increíbles homenajeando clásicos del séptimo arte. Y las primeras denuncias sobre acoso sexual en Hollywood en clave de parodia, con hermanos Weistein incluidos. Esto es una de las joyas de la época que no hay que dejar pasar y entrarle sin miedo, a pesar que el nombre de Spider-Man es mas anecdótico que otra cosa.
Doctor Octopus y cómo aprovechar la explotaiton para sacarle jugo a un personaje con Brian K. Vaugahn
(Doctor Octopus: Negative Exposures #1-5)
Ubiquémosnos temporalmente: estamos en el año 2003, a la espera de la segunda película live-action de Spider-Man, con la primera siendo un boom de ventas un par de años antes. Se anuncia el villano de esta cinta: el Doctor Octopus, interpretado por Alfred Molina. Ya sabemos como siguió esto, pero imaginen que la editorial de Spidey no se iba a perder la promoción, así que se lanzaron varios proyectos para acompañar a la película. Con muy pocos meses de diferencia salieron tres miniseries con el Doc de protagonista en esa espera hasta la película. Por un lado tenemos Spider-Man/Doctor Octopus: Out of Reach, de unos desconocidos Colin Mitchell y Keron Grant (en un estilo amerimanga y totalmente olvidado). También vimos Spider-Man/Doctor Octopus: Year One, con el multitasking Zeb Wells y el siempre eficiente Kaare Andrews, metiéndose en la infancia del personaje. Y por último, la que nos compete en este comentario: Negative Exposures, con un por entonces poco conocido Brian K. Vaugahn y Stax Johnson. Entre esas tres, recomiendo esta última, en la que el autor aprovecha ese enésimo enfrentamiento entre ambos personajes para explorar las motivaciones y las facetas del villano, metiéndose en uno de sus aspectos más llamativos (y que luego Dan Slott profundizara): Otto Octavius es un genio, que termina estando limitado por la propia visión que tiene de sí mismo. Y para más diversión, la miniserie encara a Peter Parker desde su faceta de fotóperiodista, algo que siempre queda en el contexto pero pocas veces fue explotado por los distintos guionistas.
El patio de juegos para jugar con Spidey
(Spider-Man Unlimited Vol. 2 #1-15)
Las series Unlimited fueron durante bueno parte de los '90 una especie de extensión de las historias principales, donde se podía profundizar con sucesos o personajes secundarios que no entraban en las series cabecera, con más páginas y una cadencia más espaciada. Sinceramente, más explotación. Los mutantes y los Fantastic Four tuvieron las suyas, y Spider-Man no se quedó atrás. Pero en este segundo volumen, el espíritu fue un poco distinto. La serie tuvo caracter antológico, permitiendo que varios autores dejaran sus historias cortas que no necesariamente tenían que ver con la serie principal (como verán, la base de esta idea se repite en muchos de los títulos secundarios de la época que venimos mencionando). Se sumaba también la posibilidad de dejar jugar a autores poco conocidos con los personajes clásicos. Mucho de lo que estaba incluido en esta serie no resulta trascendente, ni siquiera destacable. Pero entre toda la marea, hay pequeñas historias que pueden sacarle una sonrisa al lector, por encontrarse con la exploración de personajes de tercera o cuarta línea (como Big Wheel o Slyde) o con autores que no están tan relacionados al personaje y dejaron su pequeña marca explorando estas facetas más humanas de los protagonistas. Entre estos podemos mencionar a Robert Kirkman, Jim Cheung, Stuart Immonnen, David Finch, Joe Hill, Ryan Sook, Christopher Yost, Pia Guerra, Klaus Janson (que incluso participó como autor integral) o el que sería años después la mano derecha de Dan Slott, Christos Gage.
En resúmen, la década del 2000 nos dejó muchas perlas en la bibliografía arácnida, tantas, que muchas merecen al menos una repasada. Si sos fan de Spider-Man, tomate el tiempo de prestarle atención a muchas de las recomendaciones que acabamos de ver, ¡y buena lectura!