Las antologías de historietas son una caja de sorpresas: podemos encontrar desde verdaderas obras de arte hasta material de relleno, que de otra forma no hubiera sido publicado.
Sin embargo, a lo largo de los años, el formato ha cautivado a editores y artistas por doquier, tal vez por su versatilidad, dinamismo o quien sabe que otro motivo.
En esta nota, revisamos algunos proyectos dentro de las dos grandes editoriales norteamericanas, que con avezadas propuestas supieron convocar esquivos artistas.
Batman: Black And White (1996)

Según lo cuenta el propio editor Mike Chiarello en la introducción del primer tomo, esta antología surgió a partir de una charla entre amigos, donde se planteaban la pregunta: ¿que colección de historieta te llevarías a una isla desierta si tuvieras que pasar el resto de tus días? Casi todos respondían lo mismo: elegirían la revista Creepy, aquella legendaria antología editada por Warren Publishing a mediados de los años 60, que supo contar con monstruos del noveno arte como Alex Toth, Frank Fazetta y Steve Ditko ,entre otros. Con esa idea como modelo a seguir, Chiarello traccionó la propuesta cuando se convirtió en editor para DC y -secundado por Mike Carlin y Scott Peterson- se propusieron convocar a los mejores autores de la industria, involucrando a la mayor estrella de la editorial: el inagotable Batman.
La premisa era la siguiente: desarrollar una historia en no más de 8 páginas, en blanco y negro, utilizando cualquier interpretación y/o personajes de la extensa mitología del Hombre Murciélago, de cualquier época y versión.
Y aunque al principio hubo temores de que los lectores “no aceptaran el formato”, la propuesta fue todo un éxito, completando 4 volúmenes con múltiples reediciones en los años siguientes, cosechando premios y elogios de la crítica especializada, generando merchadising y hasta una versión animada.
Veamos algunos nombres involucrados: Neil Gaiman, Jordi Bernet, Howard Chaykin, Richard Corben, Matt Wagner, Katsuhiro Otomo, Moebius, Daniel Torres, Harlan Ellison, Mark Schultz, Alex Garland y John Bolton, entre muchos otros. Nos ofrecen lo mejor de su arte en más de 70 relatos exquisitos, que si bien siguen una amplia variedad de registros y estilos, mantienen siempre un altísimo nivel de calidad.
Argentina hace fuerte presencia: Jorge Zaffino, Eduardo Risso, José Muñoz y Enrique Breccia aportan sus trazos a este proyecto único, que -estoy seguro- se mantendrá vigente con el paso de los años.
Bizarro Comics (2001) & Bizarro World (2005)

En el mercado del comic norteamericano, existen excelentes historietistas que se consideran “independientes” y que por diversos motivos evitan trabajar para las grandes editoriales. Salvo que sea para un proyecto lo suficientemente bizarro.
A principios de siglo, DC Comics sedujo a un gran grupo de estos artistas y con la excusa de que podrían jugar con su vasto universo de personajes sin salir de sus propios estilos, generaron dos brillantes antologías.
La premisa es la siguiente: en “Bizarro Comics”, el fallido clon de Superman decide sacar su propia línea de comics y las presenta en estas mismas páginas, lo cual abre la puerta para que cada creativo dispare las ideas más delirantes e inesperadas, que no tendrían lugar en ninguna publicación regular. Luego saldría una segunda parte: Bizarro World, con una mínima vuelta de tuerca a la premisa original (esta vez Bizarro abre un parque de diversiones), pero levantando aún más la apuesta.
Algunos de los que se subieron al bizarro grupo fueron: Matt Groening, Tony Millonaire, Kyle Baker, Jeff Smith, Harvey Pekar, Chip Kidd, Peter Bagge, Paul Pope, los hermanos Hernandez y Brian Ralph, entre muchos otros.
Los relatos rescatan oscuros personajes o reinventan a los clásicos para ponerlos en situaciones totalmente absurdas o imposibles, y así vemos pasar a una legión de ayudantes, las aventuras de las mascotas, planteos existencialistas, desengaños amorosos, futuros inauditos o simples situaciones cotidianas.
Imperdible.
Solo (2004)

Mike Chiarello le había tomado el gusto a las antologías, y tras el éxito de la anterior, decide encarar un nuevo proyecto, aunque mucho menos ambicioso: SOLO. Esta vez se enfocaría en la faz visual y daría más espacio a cada autor, con la siguiente premisa: los convocados serían artistas gráficos, que debían desarrollar 48 páginas, metiendo la cantidad de historias que cada uno defina, pudiendo trabajar con un guionista si lo desearan, utilizando cualquier temática y estilo, ya sea con los personajes de la editorial o con cualquier otro.
De esta forma, se publicaron doce números, con esta formación:
- Tim Sale (con Jeph Loeb, Brian Azzarello, Darwyn Cooke y Diana Schutz)
- Richard Corben (con John Arcudi)
- Paul Pope
- Howard Chaykin
- Darwyn Cooke
- Jordi Bernet (con John Arcudi, Joe Kelly, Andrew Helfer, Chuck Dixon y Brian Azzarello)
- Mike Allred (con Laura y Lee)
- Teddy Kristiansen (con Neil Gaiman y Steven Seagle)
- Scott Hampton (con John Hitchcock)
- Damion Scott (con Rob Markmam y Jennifer Carcano)
- Sergio Aragonés (con Mark Evanier)
- Brendan McCarthy (con Howard Hallis, Steve Cook, Sir Trevor Goring, Robbie Morrison, Tom O'Connor y Jono Howard)
El resultado es maravilloso. Cada número es una fiesta a los ojos y al revisarla en conjunto, esta obra se revela como un verdadero duelo creativo, donde cada autor logra plasmar su propio estilo e impronta, aprovechando la libertad de la propuesta y jugando con todos los recursos que ofrece el medio.
Esta obra se ganó varios premios y definitivamente es un divino tesoro para cualquier biblioteca comiquera.
Unos años después, Chiarello completaría su trilogía de antologías con Wednesday Comics, aunque eso es otra historia.
Strange Tales I (2009) & Strange Tales II (2010)

Lo voy a decir sin vueltas: esta antología es la respuesta directa a las “Bizarro” de la Distinguida Competencia, que mencionamos un par de párrafos más arriba.
El planteo y la lista de convocados son casi los mismos, con la diferencia de que esta vez juegan con el universo Marvel.
El hilo narrativo conductor está centrado en Uatu, aquel melancólico vigía, capaz de explorar las infinitas realidades del multiverso habitado por mutantes, seres fantásticos y vengadores.
En estos dos volúmenes participaron: Peter Bagge, Paul Pope, Jason, Tony Millonaire, Stan Sakai, Shannon Wheeler, los hermanos Hernandez, Harvey Pekar, Gene Luen Yang, Tony Moore y los nombres siguen.
Como en toda antología, hay relatos realmente brillantes y otros no tanto, protagonizados por diversas versiones de los X-Men, Spider-Man y Hulk, aunque dejando lugar para extraños personajes como: el hijo de Leapfrog (?), M.O.D.O.K., el Space Phantom y Marvex the Super Robot.
Otra joyita oculta.
Vertigo Quarterly CMYK (2014) y SFX (2015)

Y así como arrancamos la nota en escala de grises, la cerramos con un par de antologías multicolores y sonoras, centrada en los colores primarios y efectos de sonido, respectivamente.
El sello Vertigo fue siempre sinónimo de buenas historias, experimentación y libertad creativa, motivo por el cual no fue difícil convocar artistas de lejanas latitudes para concretar estos proyectos.
En CMYK (acrónimo anglosajón de Cian, Magenta, Amarillo y Negro), la propuesta es usar a los colores fundamentales como disparador de los relatos, mientras que en SFX el nexo son las onomatopeyas Pop!, Slam!, Krak! y Bang!.
El resultado son historias frescas, con muchos componentes fantásticos y de ciencia ficción, más alguna que otra cuestión costumbrista.
Alguno de los talentos involucrados: Fabio Moon, Jock, Peter Milligan, Gerard Way, Gene Luen Yang, Jeff Lemire, el infaltable Jose Villarubia (si hablamos de manejo de colores) y un par de conocidos de la casa: el sensei Diego Agrimbau y Lucas Varela.
El resultado es oro en papel: no hay NI UNA SOLA HISTORIA regular o mediocre, cada corto es una cátedra en viñetas, ya sea por la puesta en página, el vuelo narrativo o a nivel de guión, estas antologías te dejarán pensando en el valor de la historieta como medio de difusión y soporte.
Probablemente sea la última gema y canto de cisne que nos dejó el sello antes de su lamentable cierre.