Comics

Venus

La diosa del amor en la Golden Age

VENUS: La Diosa del Amor en la Golden Age

En la década de 1940, años antes de dedicarse por completo a las historias de superhéroes compartiendo un mismo multiverso, Marvel tenía un repertorio editorial muy distinto. De hecho, ni siquiera se llamaba Marvel, sino Timely Comics, y las revistas que publicaba cubrían todos los géneros populares posibles, ya fueran historias bélicas, de ciencia ficción, de western, de horror, de caricaturas cómicas o de romance. Por supuesto que también había historias de héroes que convivían en un mismo mundo (la tríada de Captain America, Namor y Human Torch), pero no representaban ni la mitad del catálogo de Timely. Sin embargo, estos títulos no duraban mucho, ya que la estrategia era tirar todo lo posible contra la pared y quedarse con lo que se quedara pegado, lo cual era muy complicado considerando la cultura de la época en USA y la visión crítica de los medios y los adultos respecto a las historietas. A menos que fueras DC, no era muy redituable publicar cómics en esa época, así que el negocio consistía en series cortas, autores mal pagados, casi tantas páginas de publicidades como de historias y calidad discutible en las revistas que no fueran populares. Sin embargo, una de esas revistas entre cientas que nacían para morir llamó la atención del público y, más tarde, de aquellos que se dedicaron a investigar la historia de la editorial. Esa revista era VENUS, una aparente serie romántica y cursilera para adolescentes nacida a fines de la década (cuando la editorial cambiaba de nombre a ATLAS) que, frente a todo pronóstico, llegó a tener la sorprendente cantidad de 19 capítulos publicados en los envidiables cuatro años que duró. ¿Cómo logró algo así? En el libro MARVEL CHRONICLE: A YEAR BY YEAR HISTORY, Tom Brevoort explica:

“Martin Goodman siempre estaba listo para descontinuar un título si había alguna indicación de que las ventas iban a bajar, pero ocasionalmente aparecía una serie que desafiaba su terminación y trataba de adaptarse a las modas para mantenerse viable. Venus era esa clase de revista. (…) Su concepto se mantuvo durante todos los capítulos, pero en tono de las aventuras de Venus y el contenido de sus historias cambió salvajemente. Venus fue creada en agosto de 1948 en un intento de Atlas por apelar a las chicas. Las otras dos series con protagonistas femeninas que habían aparecido en ese mismo año (…) habían desaparecido rápidamente. Venus sobrevivió cambiando sus colores, primero al imitar a las comedias adolescentes, y luego convirtiéndose en un título de puro romance, con portadas pintadas parecidas a las novelas románticas populares de la época. Después de unos pocos números el título se había vuelto una historia de fantasía y una de ciencia ficción. Cuando (…) Bill Everett tomó Venus en su #13, decidió hacerla una serie de horror-shock”.

En efecto, lo que le dio a Venus una vida mucho más larga que el resto de sus compañeras fue su versatilidad en las historias. Pero, ¿de qué va Venus? La historia es bastante sencilla: La diosa Venus (en el planeta… sí, Venus) es la diosa del amor y está aburrida de su vida de poder y belleza eterna, por lo que decide ir a la Tierra y buscar eso que le falta: amor. Una vez en nuestro planeta su presencia lleva al caos porque resulta que es la mujer más hermosa del universo, y todos los hombres heterosexuales que la ven no soportan estar en presencia de tal belleza. Casualmente la encuentra Whitney Hammond, el editor de la revista Beauty que andaba buscando una nueva cara para su publicación en decadencia, y Venus es exactamente lo que necesita. Él le da un trabajo de editora, un departamento para que viva y un estatus legal (la registra legalmente como ”Venus”), pero no le cree nunca que sea una diosa. Ambos acaban por enamorarse y comenzar una polémica relación de oficina, siempre odiados por la secretaria de Whitney, Della. Della laburó para la revista por años y quería el puesto de editora y el corazón y la billetera de Whitney, pero la llegada de Venus arruinó sus planes, así que constantemente complota en contra de la feliz pareja.

VENUS ROMÁNTICA

Las primeras historias de Venus son las más ridículas (para nuestros ojos de lectores modernos casi setenta años después) pero también las más interesantes de leer (además de tener mucho valor irónico como comedias). La fórmula suele ser siempre la misma: Della quiere que Whitney odie a Venus, por lo que pone en acción algún plan descabellado, pero nuestra protagonista se da cuenta de lo que pasa, usa sus poderes de diosa para dar vuelta la situación, hacer quedar mal a Della y terminar en los brazos de su amado. Simultáneamente, Venus tiene sus propias misiones de amor, historias donde tiene que reunir a dos enamorados que por dramáticas razones están separados, y siempre hay un ultimátum que le pone intensidad a la historia (“¡si no están juntos en una semana, Venus va a tener que abandonar la tierra, y a Whitney, para siempre!” y varios de ese estilo). De a poco empiezan a aparecer los dioses del olimpo y otros seres mitológicos que forman el colorido grupo de personajes secundarios de la serie.

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Della le paga a unos hombres para que la castiguen por haberse atrevido a enfrentar a Venus.

Entre ellos uno de los más importantes es Apollo, dios del sol que hace que este gire alrededor del sol. Suele ser un aliado (como cuando la ayuda a encontrar a Sansón. Esta historia es particularmente graciosa: Venus usa a Sansón para darle celos a Whitney, pero como no funciona lo deja tirado en la Tierra, donde Della sale con él y lo afeita. Después Sansón intenta violar a Venus y Whitney la defiende cagando a piñas al mítico guerrero, ya que su fuerza venía de su barba), pero en una historia se vuelve su enemigo. Él quiere que ella vuelva al Olimpo porque la ama, y toma a la Tierra entera de rehén, haciendo que el sol deje de girar, aunque todo se resuelve cuando ella lo lleva al Olimpo, donde usa sus poderes para castigarlo.

 

VENUS FANTÁSTICA

Las historias de Venus dejan de ser pequeñas tramas que concluyen de forma graciosa y comienzan a ser largas épicas (aunque dentro de la misma revista) divididas en capítulos. En una de ellas Jupiter, rey de los dioses, no quiere que Venus siga en la Tierra y apuestan su estadía a que ella no puede encontrar a una pareja que se ame tanto como los dioses pueden amarse. El detalle remarcable de esta historia es que Jupiter envía a Apollo y Dafne a separar a los elegidos de Venus. Sin embargo este Apollo es distinto al anterior Apollo tanto en físico como en personalidad e historia (el de las historias románticas decía estar solo en el olimpo y querer que vuelva Venus, mientras que este al parecer está enamorado hace siglos de Dafne y ellos son “la pareja más unida del olimpo”).

En otra historia épica aparece el gran villano recurrente de la serie: Loki (aunque después cambie de nombre a Satán), el rey de los demonios que quiere conquistar la Tierra y el Olimpo. Aun así siempre hay algo que prefiere antes que todo eso: casarse con Venus. Este punto débil suele marcar su derrota, excepto en un capítulo donde gracias a la celosa diosa Joya logra invadir el Olimpo, y solo acepta rendirse si se queda con Venus para siempre como su reina del infierno. Venus acepta y va con él, pero al final de la revista descubrimos que en realidad la que fue con él fue Joya, que arrepentida tomó la forma de Venus y se sacrificó por el Olimpo. En toda la serie Joya no vuelve a aparecer, aunque Loki sí vuelve a enfrentarse a Venus, por lo que asumimos que el rey del inframundo descubrió la trampa y castigó, quizás mortalmente, a la pobre Joya.

En un acto de sororidad, Venus convierte la oficina de su jefe en un taller feminista clandestino donde envía cartas a jovencitas necesitadas.

El viejo Apollo vuelve y se mete en el cuerpo del pobre Marvin, un trabajador de la Beauty que está enamorado de Della y solo quiere tocarle su piccollo (el instrumento, malpensados). En el cuerpo de Marvin pretende conquistar a Venus, pero fracasa y en su lugar enamora a Della. Cuando Venus descubre todo le da dos opciones: o se queda en el cuerpo de Marvin o va al Olimpo y es castigado por sus fechorías, y el dios elije el castigo divino antes de que Della le siga hinchando las bolas. Así de molesta es la mina.

En una feminista historia sobre cómo cualquier mujer puede ser hermosa como Venus si se lo propone, Marvin abandona su amor por Della para casarse con (y este debe ser el único chiste que me causó sincera gracia) la mujer que se saca fotos para las publicidades de productos de belleza, las de “antes/después”. Ella es el “antes”.

VENUS AVENTURERA

Si uno quisiera leer a Venus de forma legal sin tener que conseguir los imposibles issues originales, la única opción es un tomo de la colección “Atlas Era Marvel Masterworks” que solo recopila los primeros 9 issues, es decir, hasta las aventuras épicas de Venus. Con suerte y el internet de nuestro lado tenemos la posibilidad de leer qué sucede después, y es la época más bizarra del título: las aventuras de ciencia ficción.

Las tramas de Venus ayudando a jóvenes enamorados continúan, pero las historias cambian radicalmente de tono de una revista a otra. En febrero de 1950 la revista tenía sus típicas portadas pintadas con un pin-up de la protagonista, y al mes siguiente nos encontramos a Venus luchando en el espacio contra criaturas monstruosas y un astronauta diciéndole que se salve ella mientras él se sacrifica. Los guiones eran cada vez más malabarezcos para explicar que nuestra reportera/diosa del amor tuviese razones para involucrarse en aventuras tan fuera de lugar en su universo, pero lo lograban. Ya sea que había que detener a Satán, que había que entrevistar a un tipo que creó una nave que lo llevaría a la luna (años antes del primer alunizaje), que un tipo enamorado al ser dejado por su novia creó un dispositivo para destruir la Tierra acercándola al sol; siempre había una excusa para que Venus salvase el mundo y no, digamos, cualquier otro dios.

En el #13 comienza la transición al horror con los lápices (y, más importante, las portadas) de Bill Everett. Venus descubre la mafia gitana que secuestra mujeres para hacerlas robar dinero, o viaja a Marte con un viejo alemán que busca la fuente de la juventud y debe enfrentarse al angel caído Azrael. En otra aventura ocurre una serie de suicidios por asfixia misteriosos y Venus debe descubrir la verdad. En una aparece Adonis en la Tierra para conquistar mujeres y es “asesinado” por una de ellas, despechada. Incluso en un capítulo nuestra protagonista descubre a una raza de gente subterránea horrible que en las noches roba cadáveres para implantar sus cerebros en ellos y así invadir secretamente el mundo de la superficie, y Venus los engaña haciéndolos salir durante el día, acto que no solo los ciega, sino que los mata a todos.

No solo cuento estas historias de modo anecdótico, sino para demostrar un patrón: la muerte. Esta historia originalmente sobre paz, amor y belleza se convierte en un constante juego con la muerte. Ahí está el shock, pero todavía falta el horror…

VENUS ATERRADORA

En el #16 comienzan las historias realmente terroríficas de Venus. Una guarida de gárgolas que existen en el piso 13 de un edificio que no debería tener un piso 13, una casa embrujada, un cremador poseído por el demonio, una torre maldita por los asesinatos cometidos en ella y muchas más crónicas de terror que involucran a nuestra hermosa protagonista. Aunque a simple vista no se distinguen tanto de las historias anteriores de Venus donde ya había presencia de elementos sobrenaturales, lo que cambia es la resolución de la historia. El desenlace no es ni gracioso ni satisfactorio. Todo lo contrario, la conclusión siempre es un misterio más grande. A veces el misterio es obvio y en otras no lo es tanto, pero al menos está bien planteado. Sin embargo, hay casos en donde realmente no tiene sentido el final, y ni siquiera deja una sensación de misterio, solo de confusión. Por ejemplo, en “El día que Venus desapareció”, cuando un fotógrafo malvado utiliza su cámara mágica para convertir a Venus en una fotografía. Según el propio tipo, si te sacan una foto con la cámara te convertís en una foto. De hecho, él mismo se convierte en foto por accidente y Venus lo obliga a decirle cómo hacer para que vuelvan a la normalidad. El villano admite que, si te sacan una foto cuando ya sos una foto, volvés a ser real. Cuando le sacan una foto a Venus, efectivamente vuelve a la normalidad, pero cuando le sacan una foto al tipo, solo desaparece. Lo terminan con unas frases misteriosas que no dicen nada y se olvidan del asunto.

Por cierto, a esta altura a Della deja de importarle que Venus y Whitney estén juntos. No había lugar para su drama romántico en la historia.

Finalmente, en sus últimos dos capítulos la serie obtiene su estatus como revista 100% de horror. Espectros, vampiros y otras criaturas de la noche son los villanos. Ya ni siquiera hay páginas densas de dialogo para explicar por qué Venus acaba en esas situaciones, simplemente la historia arranca con ella y Whitney en alguna mansión embrujada o enfrentando algún fantasma. Ni los increíbles lápices de Everett pudieron salvar este barco de hundirse.

¿QUÉ PASÓ CON VENUS?

La mítica serie concluye sin concluir realmente. Había cierto conflicto entre Whitney y Venus sobre que ella no quería casarse con él porque ella era una diosa inmortal y él un humano mortal, pero eso no evitó que siguieran juntos como pareja hasta el final de la serie, donde estaban bastante enamorados. En “THE OFFICIAL HANDBOOK OF THE MARVEL UNIVERSE: GOLDEN AGE”, publicado en 2004 (me costó una puta encontrar este dato) hay un pequeño párrafo dedicado a esto:

“Eventualmente, dándose cuenta de que su inmortalidad interfería entre ella y Hammond, Venus abandonó su identidad mortal.”

Sin embargo, lo que el Official Handbook no nos cuenta es que después de ese supuesto abandono de Venus a Whitney, ambos volvieron a encontrarse en 1997 en una historia secundaria del Marvel Valentine Special. A esta pequeña aventura la considero el verdadero final, o quizás un epílogo, de la serie original de Venus. Lo primero que vale recalcar de esta historia es la aparición de Joya, que resulta estar viva luego de su sacrificio por el Olimpo cincuenta años atrás (cuarenta según los propios personajes). Venus vuelve a estar aburrida en el Olimpo, pero debe volver a la Tierra cuando un alienígena pretende destruirla. La historia principal es bastante olvidable, pero lo importante es que al final de la batalla, Venus se reencuentra con Whitney, ahora un adulto mayor con canas, mientras que ella sigue estando igual de hermosa. En ese momento el amor que dejaron décadas atrás vuelve y ella se lleva a su enamorado al Olimpo para que estén juntos hasta que él muera. Hermoso todo.

Aunque Whitney murió, Venus continuó apareciendo ocasionalmente en el Universo Marvel. Hubo que retconear bastantes aspectos de su historia para introducirla en la Tierra-616 (en las páginas de The Champions), ya que entre sus personajes principales se incluía a otro Loki, otro Thor y hasta otro rey submarino, Neptuno (en lugar de Namor, que de hecho existía simultáneamente a Venus). Luego de ese cambio sus apariciones se cuentan con los dedos. Algunas menciones en la miniserie Marvel: The Lost Generation y en The Incredible Hercules. En un momento aparecieron los Agents of ATLAS, y entre sus miembros se encontraba una Venus, pero no era la nuestra, sino una sirena bautizada como ella. En X-Men VS Agents of ATLAS, nuestra Venus descubre que hay una impostora en la Tierra y la manda a secuestrar, hecho que desencadena el Assault on New Olympus, la última saga en la que tuvo relevancia nuestra diosa del amor.

A Venus no le cabe nada que anden usando su nombre.

Realmente no hay mucho más que agregar de este personaje que, en la magnánima saga del Universo Marvel solo es un oxidado personaje de la Golden Age, pero me parecía más que interesante cómo en sus páginas refleja las cambiantes modas de la época. Es difícil de encontrar un mismo título que exprese los cambiantes gustos de los lectores durante finales de la década de los 40 y principios de los 50, y Venus no solo es eso, sino que es hasta entretenido de leer.

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Escrito por:
Matias Mir
"El especialista"
Matias Mir
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