El 4 de abril de 2017, en el contexto de la primera reunión de los directivos de Marvel con sus distribuidores, el vicepresidente de la editoral declaraba: “Afortunadamente, ustedes estarán contentos de saber que al finalizar Secret Empire, no tenemos ningún gran evento en agenda. No hemos hablado sobre ninguno para por lo menos los próximos 18 meses.”. Pese a cierto escepticismo del público (y es cierto, algunos crossovers de menor impacto) la promesa se cumplió, ya que en el día de hoy comenzó la publicación del nuevo evento que viene a cambiarlo todo: War of the Realms.
Para esto Marvel eligió a quién es en este momento el autor que moldea los destinos de la casa de las ideas. Jason Aaron vuelve a reunirse con Russel Dauterman al dibujo y Matthew Wilson al color, el equipo creativo de The Mighty Thor, para dar fin a todo un arco argumental que viene hilando hace ya más de 6 años.

Esto lleva a la primera pregunta: ¿tengo que haber leído todo lo de Aaron en Thor, Legacy #1, Avengers y algo más para entender? La realidad es que no. Nos encontramos ante el típico caso en que las primeras páginas nos dan el contexto suficiente para poder entender de dónde venimos y en qué situación se encuentran parados los 10 reinos de Yggdrasil. Es innegable que al ser un proyecto tan largo y elaborado por parte del guionista, el disfrute será mayor para quienes vengan siguiendo su trabajo, pero cualquier nuevo lector puede entrar por esta revista y entenderlo perfectamente.
Desde el punto de vista argumental es un número inicial bastante clásico pero efectivo. Se nos plantea el conflicto de un Malekith que ha logrado establecerse como líder de 9 reinos y que deberá atacar el restante, casualmente Midgard. Fueron dos puntos los que me parecieron los más interesantes. En primer lugar, las primeras páginas muestran una escena bastante violenta (dentro de lo que se puede) dejando en claro que no habrá condolencias, dotando de mucha entidad a los villanos. Sumado a esto, se avizora un buen tratamiento de Loki como personaje. Siempre es interesante ver los trucos del dios del engaño y mentiras, sumado a que Aaron lo ha sabido trabajar muy bien y todo indica que será clave en el conflicto y su resolución. Es inteligente el autor en abrir bastantes puertas que se irán cerrando tanto en la serie principal como en sus tie-ins.

De todas maneras el apartado más fuerte de la serie principal de War of the Realms es el artístico. Dauterman y Wilson son una dupla consolidadísima y de una calidad notable. El dibujante se luce con sus diversas puestas de página, utilizando viñetas rectangulares para las escenas de diálogo o estáticas y atreviéndose a jugar mucho más con los momentos de acción. El nivel de detalle que maneja es muy alto para el comic mainstream estadounidense, tal es así que no hay recuardro que no presente fondos. A eso se suma el colorista ganador del Eisner en 2017, quién trabaja en su máximo nivel. Es el gran responsable de que, pese a que lo hagan, no nos tengan que explicar en que reino estamos para comprenderlo. Sus colores dotan también de una gran personalidad a cada criatura, destacando sus rasgos característicos.
Nos encontramos entonces ante un nuevo evento que “va a cambiar todo en el universo Marvel”. Hemos escuchado eso ya demasiadas veces y el status quo a la larga vuelve siempre al punto de inicio. Mi recomendación: apagar ese chip. La historia tiene muchos puntos de los cuales agarrarse para disfrutarla, tres autores de calidad y un comienzo que invita a adentrarse en ésta guerra de los reinos.