Manga

Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba

El nuevo shonen de Editorial Ivrea

Demon Slayer: Kimetsu no Yaiba

Ivrea Argentina sigue sorprendiendo, yendo contra corriente y editando cada vez más títulos. En este caso, es el turno de uno de los shonen más populares en la actualidad en Japón, Kimetsu no Yaiba (conocido internacionalmente como Demon Slayer), de Koyoharu Gotouge, serializado en la revista Shonen Jump desde el año 2016.

¿Y de qué trata?

Situándonos cronológicamente en la Era Taisho (1912-1926), conocemos a Tanjiro Kamado, un chico de muy buen corazón (y gran olfato) que, tras fallecer su padre, se encarga de su familia (madre y 5 hermanos) vendiendo carbón. Pero una noche, un aldeano le sugiere que no vuelva a su casa tan tarde por si se cruza a algún demonio, que mejor se quede a pasar la noche con él. Los demonios, explica, se alimentan de carne humana. Tanjiro no le presta mucha atención a este tipo de cuentos, pero le da el gusto al aldeano y pasa la noche en su casa para, al día siguiente, volver a su hogar con su familia... y encontrar que la tragedia llegó antes que él.

Tanjiro siendo atakado por Nezuko, con un cazador al ataque de fondo.
Tanjiro siendo atacado por Nezuko, con un cazador al ataque de fondo.

Detalles más, detalles menos, Tanjiro va a buscar una cura para su hermana Nezuko que, como nos da a entender la tapa del tomo, se convirtió en demonio. Los cazadores de demonios entrarán en escena, y el destino de nuestro protagonista y su hermana se definirán en un encuentro con un tal Giyu Tomioka (sí, uno de los mencionados cazadores) que no demorará en señalar los defectos (o virtudes) de nuestro protagonista. Un encuentro que promete repetirse en un futuro. Y no podía faltar la figura que echa luz en tanta oscuridad y sirve como mentor: Sakonji Urokodaki.

Inicia el largo camino de Tanjiro, entrenando para volverse un cazador, curar a su hermana y vengar a su familia...

¿Qué tiene de novedoso y por qué el éxito?

Partiendo de la base del género shonen diseñado para ser masivo y llegar a todo público en general (como Dragon Ball o One Piece), Kimetsu no Yaiba tiene la particularidad de saber mezclar bien todos los ingredientes característicos del género para poder arrancar con un buen ritmo que atrapa. Demonios (enemigos), misterio, elementos fantásticos, asesinatos, entrenamiento, maestros, técnicas de pelea, rivales. Básicamente todo lo que hace al shonen, un shonen. La dosis perfecta para ser ganchero y atrapar en un único tomo, con un protagonista que no es insufrible y con el que se puede empatizar.

Sakonji Urokodaki educando.
Sakonji Urokodaki educando.

Arte y guion

El arte es, sin ser detallado ni minucioso en exceso, muy bueno. Tanto los diseños de personaje como su indumentaria, están muy bien trabajados. El dinamismo en las viñetas, los ángulos elegidos y el nivel de secuencia que se maneja, también es bueno. Y por si fuera poco, el ritmo es suficientemente rápido como para no aburrir. En este primer tomo ya se nos presentó la cosmología de una forma muy rápida y simple. Tanto la forma de narrar de la autora como los diálogos y la forma de revelar información, es perfectamente manejada. Una lectura que, sin intención de que suene a crítica, se lee rápido.

El entrenamiento de Tanjiro.
El entrenamiento de Tanjiro.

Sobre la edición

Ivrea presenta una linda edición con sobrecubierta (la portada debajo de dicha sobrecubierta hace un buen y lindo contraste, cabe mencionar).
El tomo tiene las clásicas medidas de tankoubon (tomo japonés), aproximadamente de 17 cm. de alto por 11.5 cm. de ancho.
La traducción corre a cargo de Nathalia Ferreyra, que se ocupó excelentemente de la edición de Full Metal Alchemist de la misma editorial y que, en esta ocasión, utiliza una página al final del manga para aclararnos y darnos unas lecciones simples sobre el título en japonés de la serie y sus kanjis, los "títulos" que se utilizan en el manga y las traducciones por la que optó, y mencionar las máscaras que aparecen en la obra portadas por distintos personajes. Y no, no hay argentinismos exagerados ni puteadas, cosas por las que se suelen quejar los lectores.

Portada y sobrecubierta.
Portada y sobrecubierta.

Conclusión

El lector de manga que sabe sobre shonen, seguramente se entusiasme con esta obra que ya parece perfilar como un clásico como lo fue en su momento Naruto o lo es de forma absoluta y sin rival One Piece. Entiendo que es un género más complicado para los lectores que no están habituados al manga (y más específicamente, el shonen), pero si están en búsqueda de algo del género, sin dudas es buena forma de arrancar.

Dejá tu comentario para participar
Se sortea en
Etiquetas
Escrito por:
Maximiliano Britos
Chaos Magician
Maximiliano Britos
Si te gustó, Compartilo!
Dejá tus Comentarios y Ganá
El contenido de este campo se mantiene privado y no se mostrará públicamente.
Acerca de formatos de texto

Plain text

  • No se permiten etiquetas HTML.
  • Las direcciones de correos electrónicos y páginas web se convierten en enlaces automáticamente.
  • Saltos automáticos de líneas y de párrafos.