En esta segunda y última parte de la entrevista a Germán Erramouspe, conoceremos esa faceta oculta del artista que no es tan bien conocida como su trabajo. Objetivos, materiales para la creación de su arte, visión del mundo de la historieta, anhelos, futuro. Si te perdiste la primera parte, podés hacer click acá y leerla.
Objetivos como dibujante
«Hay un objetivo muy personal que tengo como dibujante: tratar de no estancarme nunca», sentencia Germán. «Salvando las distancias, mi admiracion a Alberto Breccia es esa. Era un iluminado. Es un faro con el cual guiarse. Me gusta mucho lo que hizo en Vito Nervio, Sherlock Time me parece impresionante, pero Mort Cinder es como un quiebre, sigue siendo moderno e influyendo a muchos. Desde cuando tenia más o menos 40 años, Breccia empieza la experimentación y crece a niveles abismales. Tengo un poco de esperanzas todavía, no llegué a los 40, estoy cerca. Pero ese es el objetivo, no estancarse nunca».
«Uno ya tiene sus propios patrones de dibujos, pero siento que todo el tiempo estoy aprendiendo. Cada cosa que dibujo la estoy evaluando, soy muy autocrítico. Algunas cosas las dejo pasar, pero no sé relajarme al dibujar. Lo he hablado con amigos dibujantes, y uno en particular me dijo "Ya sos así, tu pulsión es la tensión. Sos la clase de dibujante que sos porque no te relajás".
Me interesa que el lector, que el editor, que el amigo... que el que no tiene ni idea de los comics pero ve un dibujo de hace unos años y ve uno de ahora...Vea una evolucion. El no estancamiento».

Siguiendo con el hilo, surge el tema del comic mainstream. «Algunos historietistas le tienen prejuicio al mainstream: que es frío ,mercenario, que en muchos casos no somos dueños de nuestros proyectos y la cosa carece de alma... Yo te puedo decir que en mi caso y el de la mayoría de los dibujantes (amigos) que frecuento, hay amor en las paginas que hacemos. A veces más, a veces menos. Así de simple te lo digo. ¿Suena naif?, no importa. Pretendo que quien vea las páginas, note que hay un compromiso con el dibujo que hago. Que no piense "este se está tirando a chanta", incluso cuando el dibujo sea simple, hay una búsqueda para llegar a esa simpleza».
MB─ Claro, que no piensen que "esto lo sacó rápido y así nomás para pagar la factura de gas".
GE─ Exacto. Que tampoco estaría mal, eh.
Transmitiendo credibilidad
Germán me cuenta que le resulta importante que el lector sienta que el dibujo transmite credibilidad. No por eso tiene que ser realista o hiperrealista, solo que el lector se crea lo que ve, independientemente del estilo. «"Les Morts ont tous la même peau" (en castellano sería "Todos los muertos tienen la misma piel") transcurre en New York en los años 40, y si bien usé material fotográfico de referencia para dibujar la ciudad, no copié ninguna foto para hacer las locaciones salvo en una viñeta a último momento. Todos los escenarios los diseñé basándome en dicho material, fue un acto inconsciente. Quería sentir esa ciudad hasta el ultimo ladrillo, me di cuenta terminándolo. “Qué nabo, ¿por qué no copie esta esquina o esta otra?” me pregunté mirando las fotos. La búsqueda de esto es que el lector se sumerja en una atmósfera creíble cuando lea el libro tanto como yo me sumergí al momento de dibujarlo.»
Los personajes secundarios, los "extras", tienen mucho protagonismo en el libro que Germán está terminando en estos momentos. Según cuenta, es mucho más realista que Green Hornet. Su intención es que muchos lectores se puedan llegar a identificar con algún personaje. «Quiero que sea creíble, me llevó mucho hacerlo, pero la soltura en el trazo y transmitir esa credibilidad es mi objetivo principal».
«No hago lápiz terminado, no me sale. Soy un dibujante que termina definiendo con la tinta. Pero para "Les Morts..." con mi amigo Mauro Vargas (dibujante de Ash vs The Army of Darkness para Dynamite), nos contrataron como equipo artístico para que yo dibuje a lápiz y él me entinte. Cuando te contratan para algo que no estás acostumbrado o no te sale fácilmente, hay que buscarle la vuelta y transmisitir lo que querés con el dibujo. Por eso apliqué tinta al dibujo a lápiz en algunos momentos del proceso. Ojo, las tintas que se ven publicadas en el libro son enteramente de Mauro, entinta sobre una impresión color cian de mi página a lápiz. Él terminó de darle la vibración al trazo y quedó buenísimo el resultado», concluye.
(NdelE: Germán agradece que esto sea escrito porque su pronunciación del título en francés del comic mencionado, es horrenda).

Herramientas de trabajo
Pocas veces veo que, en entrevistas, se consulte al artista sobre los elementos que utiliza y el proceso de creación con los distintos elementos. Como dibujante frustrado, es algo que suelo analizar mucho en distintos autores. Y por suerte, a Germán parece entusiasmarle la idea de hablar sobre los útiles cotidianos de creación que emplea.
«Soy hijo del estilógrafo. De la lapicera, en realidad», enuncia Germán. Y sigue «primero la bic, pero como conté al principio, me recomendaron que no la use, entonces arranqué a usar microfibras, las Pilot, esas con la cubierta naranja y barras grises. Siempre usé lápiz y microfibra, que después supe que el nombre apropiado era estilógrafo, y me pase a las Pizzini».
Con EHP usó principalmente estilógrafos hasta la mitad de la historia, pero después descubrió el pincel y experimentó un cambio en la técnica de entintar. «Hay cierto tipo de romanticismo con el pincel o la pluma», confiesa.
¿Cuándo arrancó a usar pluma? Cuando estaba haciendo Disenchanted. Pero, respecto a esto, Germán dice «Las hacía pelota, las arruinaba, las usaba muy brutamente. Veía dibujantes que me gustaban y admiraba usando plumas (o al menos, eso creo). Jorge Zaffino, por ejemplo. Pero para mí eran medio incontrolables, tenés que tener un dominio que yo encontraba comodamente en el estilógrafo. He usado una pluma japonesa, y otra que no recuerdo el nombre pero se le dice vulgarmente cucharita...y también usé plumín, el escolar que tiene el cabito naranja».
Para Night of the Living Dead, los personajes los hizo casi todos con pluma y pincel. «Estaba muy dogmático en esos meses y no me permitía casi cambiar de herramienta salvo para cuando tenía que dibujar edificios, autos o cosas rectas. Y también me mandaba flor de macanas al no dominar esos útiles como pretendía».
Cuando volvió al estilógrafo, descubrió que el pulso se le había ablandado de tanta pluma y pincel. «El estilógrafo tiene cierta dureza que la pluma o pincel no tienen en el trazo. Entonces adquirí una gestualidad que está buena, hoy en día uso de todo, todo el tiempo. Uso lo que me haga sentir cómodo en el momento que esté trabajando.Varias veces creen que usé plumas en alguna página y no, fue estilógrafo».
Los pinceles que usa en la actualidad generalmente son de punta chata: «el punta redonda no me resulta cómodo, con el chato me salen trazos más copados».

¿Tintas? Dice no ser exquisito en este terreno: «Me trajeron de Japón las que usan allá para que corra bien con la pluma... pero generalmente uso la rotring que la podes comprar en cualquier librería artistica de nuestros pagos. Cuando era más chico usaba pelikan...que también uso hoy en día si tengo que salir del apuro, pero vienen muy aguadas, ya no son el negro que solían ser. Rotring está bien».
Con las hojas lo mismo, «tampoco soy muy exquisito, me resultan buenas las hojas más atorrantas... me resultan mejores con menor gramaje para usar la pluma, porque se me abre menos la línea».
Solo queda hablar del gran protagonista: el lápiz. Los procesos creativos nacen del lápiz, los layout se hacen a lápiz. ¿Qué tiene que decir al respecto el entrevistado? «Uso solamente un 2B, antes usaba distintos, pero ya no. Además, tengo 3 portaminas: uno con mina negra 2B, otro con mina Cyan y otro con magenta».
Hablando de su proceso de dibujo, admite que tiene un proceso al revés de la mayoría, que construyen el dibujo con los portaminas a color y definen con negro. «Como trabajo mucho con garabatos muy rayados, buscando la forma a partir de la mancha y la raya, no me sirve construir con lapices de colores, son más pastosos y, como borro mucho, si lo hago con ellos se me forma una mancha de color y sigo dibujando sobre el error que borré previamente». ¿Entonces? El "garabato", como él lo llama, lo realiza con un lápiz negro 2B. «Cuando todo el garabato inentendible está listo, defino un poco más con el color. Al pasar el lápiz de color sobre el lápiz negro, la combinacion de estos dos grafitos se adhiere mejor al papel, siendo el de color el que resalta de los dos. Cuando borro todo ese garabato me queda sobre la hoja solo esa combinacion. De ahí, defino un toque más con el lápiz negro, o paso directamente a entintar. O escaneo e imprimo en Cyan y sobre la impresión, entinto». Germán me cuenta que esta técnica la utiliza porque cuando entinta, y más cuando entinta con estilógrafo, si tiene que borrar el lápiz, la tinta se borra un poco. «Entonces, si hago el proceso de usar negro, después color y después borrar para que quede solo color, entinto arriba y no tengo que borrar (o borro mínimanente), evitando que se pierda el trazo del estilógrafo. Con la pluma esto no pasa porque es imborrable, pero no la uso tanto, como te mencionaba».
«Igual no todo es tan absoluto. Muchas veces encuentro el dibujo fácil con el garabato que hago con el lápiz 2B negro, y paso a la tinta de una», concluye.
MB─ A diferencia de muchos autores, vos mostrás cómo corregís tus dibujos en redes. Mostrás que te equivocás, y usás muchos parches (recortes de hoja dibujados que se pegan arriba de una página terminada). ¿Los promocionás o algo? (risas)
GE─ ¡Ehh! Lo hace todo el mundo. Todo dibujante clásico hace lo de los parches. Yo capaz que hago uso y abuso de esa técnica porque me equivoco mucho, o me arrepentí de lo que dibujé. Pero el parche es algo re común y lo ves en todos lados. Cuando fue la expo de Alberto Breccia que se hizo el año pasado, había varios originales, hermosos todos, con parches. Siempre que te acerques a ver un original de algún artistas, vas a encontrar alguno, sobre todo en los dibujantes clásicos que no tenían la opcion de corregir con el Photoshop.
Igual no los promociono (risas), muestro que me equivoco y corrijo.
Varias veces le pasó a Germán que dibujantes le pedían, de forma informal, una devolución al mostrarle sus dibujos y, tras darles una devolución, muchas veces no corrigen el error. «Con un amigo nos ha pasado de decir: "Che... Viene, nos muestra las páginas, le decimos el error y no lo corrige". Y no sé si es por un acto de negligencia o vagancia, pero me ha pasado mucho ver esto. Da la sensación de que les da fiaca corregir, creo que por eso muestro en las redes que me equivoco y si tengo tiempo, corrijo». Pero destaca que no promociona los parches, que simplemente los muestra para animar a la gente a corregir sus errores. «Siempre aprendo viendo a otros dibujantes: como hacen una línea, como resuelven tal o cual cosa, y como corrigen sus errores. Entonces, si a alguien le sirve ver como hago las cosas, bienvenido sea. Es un placer».
Ya que mencionó que algunas personas utilizan photoshop para hacer correcciones, le consulto sobre el empleo de herramientas digitales. Su respuesta no me sorprende: «Lo digital... sabés que no me interesa. Tengo que.. tendría que meterle en algún momento para no quedar fuera de onda, pero uso solamente el photoshop para acoplar las páginas cuando las escaneo, o corregir algún error. No tengo lápiz óptico ni tableta, hago todo con el mouse. El único lápiz óptico que tengo es uno de celular muy berreta que salió $100 y lo usé para jugar en el celu, un samsung en el que no podés dibujar. Pero supongo que en algún momento me llegará la hora de lo digital. Como te digo, lo haría para cierto trabajo si fuese requisito... tal vez. Qué sé yo... Jugar con el celu a hacer dibujos me está gustando, muchos aprendizajes arrancan como un juego, ¿no?».
Germán se define como alguien amante del Blanco y Negro. Me interesa saber qué relación tiene con el mundo del color. Capaz están en una relación complicada, algo así como un amor-odio... O le gusta pero no le da ni la hora. Ante la mordaz y venidera pregunta, la respuesta anticipada que recibo es simple: «Coloreo mis dibujos para mí, como divertimento. Pero no puedo ofertarlo como trabajo -no por ahora al menos- porque no me siento capacitado. Mi obra la pienso siempre en blanco y negro. Si pensara a color, justamente sería delegando ese labor en un colorista». Y, continuando con el tema de color «me gustan las paletas simples, menos es más, no me gusta el colorista que llena de color por todos lados. De la época de Avatar, no me gusta nada de los coloreados que tuvieron mis trabajos, salvo God is Dead, que son 3 números y está re bien trabajado el color que hizo Juanmar (ahora firma con su nombre real, Juan Manuel Rodriguez), me gustaría que me vuelva a colorear en algún proyecto».
Y confiesa que sí. Hay una relación medio de amor y odio, pero con los coloristas, porque «a veces quieren tener más protagonismo que el propio dibujo. Y yo creo que ha de haber un equilibrio. Lo que hicimos para Francia me encanta, me parece espectacular la forma en la que Hiroyuki Ooshima nos coloreó el trabajo a Mauro y a mí. También el coloreado de Moncho Bunge en Rancat y el de Brittany Pezzillo para Green Hornet. Cuanto más simple la paleta, mejor para mí. Y que creen climas, no que la piel tenga siempre el mismo color, a veces una imagen necesita un rojo que no sea realista pero que dote de ambiente, por ponerte un ejemplo. Lo bueno es que, cuando tenés una relación con el colorista, podés hablar estas cosas. No creo que ningún colorista, entintador o guionista quiera arruinar el trabajo de la otra persona, estamos trabajando todos en conjunto.
En el caso de Brittany, Hiroyuki y Bunge, teníamos contacto, había un ida y vuelta dentro de las posibilidades que los tiempos de entrega permitían».

«Ahora, si vamos al grano, me encanta el Blanco y Negro. Lo último que hice, que no se editó pero he subido algunos dibujos a redes, es todo lineal, pensado para que se la banque en Blanco y Negro, sabiendo que se va a publicar a color».
Bonus Track:
MB─ Me preguntan por cucaracha si te acordás esa vez en la que el Profe Facundo Vazquez te enseñó a agarrar la navaja para afeitarse.
GE─ Cuando estaba haciendo el año pasado lo de "Les morts...", subí una viñeta a Facebook que estaba terminada hacía apenas 2 horas. Era una imagen del protagonista afeitándose. Al ser una historia que transcurre en los 40's, se afeitaba con navaja... y Facundo Vázquez me dice muy amablemente que así no se agarraba la navaja, que él se afeitaba así desde siempre, y por mensaje privado me manda fotos modelando él mismo, mostrándome como se afeita todas las semanas. Así que metí parche (NdelE: No está promocionándolos) usando a mi nuevo modelo (risas).
Me uso de referencia, posando, sacándome una foto con el celu en disparador automático, para muchas poses cotidianas que tengo que dibujar. Es algo que siempre le digo a los que se me acercan a mostrar dibujos, que usen o se usen de modelos.
Rituales
El ser humano suele ser un bicho de costumbres, de rituales. En el artista, estos rituales pueden ser más o menos excéntricos, pero el dibujante al que entrevisto no abandona su sencillez, su temple. Como no podía ser de otra forma, su rutina es tranquila: se levanta temprano, «mientras más temprano mejor. Si puedo estar arriba a las 7:30 AM o antes, soy feliz», dice de forma casual, ante el horror de quien escribe. Lo primero que hace es prepararse unos amargos, poner la radio AM, escuchar las noticias... la primera hora del día es eso, "despertarse". «Veo las redes, alguna noticia que alguien compartió mientras la radio suena de fondo, que es como alguien más que está ahí. Hace años que escucho AM, casi nada de FM. Siempre escuchando con un espíritu muy crítico, más en esta época. Me cabe la dinámica de la AM, el periodista que habla de deportes, el humorista que no me hace reír pero siempre está, el móvil de la calle. Todas las radios tienen más o menos las mismas estructuras, una fórmula vieja que tiene décadas y no deja de gustarme. Hoy en día casi todos los programas me parecen infumables, pero no dejo de escucharlos. Masoquismo, tal vez. Por otros lugares me llegan noticias alternativas, y así veo de dónde agarrarme para armar esta realidad que nos toca vivir. La realidad de este año 2020, el año de la pandemia».
¿Música? Germán es del palo del Rock. Hoy en día Spotify es una adicción, pero escucha casi siempre lo mismo, aunque a veces no escucha ni un disco y se la pasa solo en compañía de la radio.
Su visión del panorama nacional e internacional, hoy
Consultándole a Germán acerca de su visión del mundo de la historieta tanto a nivel como a nivel internacional, comenta: «No tengo una opinión formada al 100%. Hoy en día estamos en un momento de caos económico mundial. Pero saliendo de la escena en este momento exacto, te puedo decir como dibujante de historietas, si querés vivir solamente de esto, la posibilidad la vas a tener, casi seguro, si laburás para el exterior. Podés obtener una paga que acá es muy difícil que puedan ofrecerte, porque la industria local en números masivos, ya sabemos todos, murió en los 90 (obviamente, siempre hablo de lo editado en papel)».
Le encantaría que la industria local fuese masiva. Que los autores nacionales pudieran vivir de lo que publican en nuestro país. El panorama artístico es muy lindo, muy rico en variedad, y hay muchas publicaciones, pero señala que las tiradas son chicas y a fuerza de mucho trabajo de corazón por parte de los artistas y editores. «Hoy en día, con esto que estamos viviendo y la cuarentena preventiva, se han caído muchos proyectos o se han reinventado de alguna forma publicando en la web, cobrando aranceles y viendo si luego se publicará en papel... El argentino se inventa, sabe reinventarse. Es una virtud y una maldición forjada en las crisis que no dejamos de vivir. Parece que levantás la cabeza y siempre alguna nueva ola viene a querer sumergirte. Me gusta que haya muchos autores, muchas editoriales, pero siento que hay algo que se perdió, algo que ni yo viví. Generaciones anteriores a la mía, tenían otra formación y podían encarar el laburo de una forma que hoy veo admirable, pero eso se perdió. No digo que esté mal o que sea mejor, solo distinto. Y es distinto por la forma en como se dan las cosas ahora y desde hace 25 años atrás, de ahí tanta variedad artística que tenemos. Creo que en ese sentido somos un producto netamente argento, una mezcla caótica pero a la vez hermosa. Tal vez esa mezcla, ese cambalache, sea la voz cantantante de la historieta Argentina actual y venidera, y de los autores y editores que la componemos, algunos teniendo la oportunidad de laburar para afuera y otros netamente en estos pagos. No sé adonde vamos a ir a parar, pero acá hay tradición historietística y se nota en las viñetas, no sé si llego a ser claro. Parece un slogan repetido, pero la historieta está más viva que nunca. Hay amor, si, jodo mucho con esa palabra (risas). Soy un romántico del papel y lo impreso en el mismo, pero puede que las ventas en formato digital lleguen a ser el gran cambio, la nueva llegada a un público masivo que por consecuencia, pueda revitalizar los números (económicamente hablando) de nuestra industria nacional».

MB─ Del último tiempo en materia nacional, ¿qué de lo que leíste te llamó más la atención?.
GE─ Del último tiempo, de lo que leí, me encantó "La extraña desaparición de Barnabás Jones" (de Damián Connelly y Kundo Krunch), la adaptación del libro que hicieron Brondo y Saracino de "Cayetano" (me gustó mucho como abordaron al personaje). Y después "Mara" de Bruno Chiroleu. Me encantó como reinventó su estilo, lo que está haciendo es impresionante. Se reinventó y sacó un personaje súper lindo que ahora lo está publicando en la web de LocoRabia. Esas son 3 rápidas que me vienen a la mente, hay tanto material que sale que sería injusto hacer una lista tan reducida, uno no llega a leer todo ni a palos, hay muchísima lectura.
Lo que sigo con entusiasmo, es la tira que está haciendo con guion propio Mauro Vargas, titulada "Hoy no es martes". Por ahora la comparte en IG y FB, pero supongo que en algún momento se editará en algún libro. Está bárbara, Sci-Fi, aventuras... Cada vez que sale una nueva entrega (sale de a 10 cuadritos) lo disfruto muchísimo. Tiene todo lo que me gusta de una historieta: Ritmo, humor, drama y aventura.
Últimos trabajos publicados: Les morts on tous la même peau (Francia) y Rancat (Argentina)
"Les morts on tous la même peau" originalmente fue una novela de 1947 escrita por Boris Vian (quien firmaba con el pseudónimo Vernon Sullivan), y cuenta la historia de Dan, un hombre mestizo que supo mezclarse entre una sociedad de gente blanca sin problema alguno, hasta que un día, alguien que dice ser su hermano, amenaza con hacer públicas las raíces del protagonista. Dan, como solución a este problema, decide asesinar a su hermano, sumergiéndose en un mar de problemas. Ante mi pedido de que nos comente un poco sobre esta adaptación que realizó para Francia, Germán declara: «"Les morts on tous la même peau", es un trabajo que está ambientado en los años 40, es una New York hermosa para dibujar. Novela negra, cruda y directa. El trabajo que hizo Jean-David Morvan adaptando la novela de Boris Vian es buenísimo.
Lo primero que hice cuando me dijeron que iba a trabajar en esta adaptación, fue ir a buscar la novela, porque la quería leer antes de leer el guion. Fui al Parque Rivadavia, no la encontré y la terminé comprando en Yenny's. La leí en una noche, lectura fácil, vertiginosa y rápida.
Siendo reiterativo, Ser lapicista en esta historia me llevó a redescubrir e inventar algunas técnicas para alcanzar el objetivo deseado, porque le tenés que dar al que te entinta toda la información para no marearlo y que pueda entender y transmitir la vibración de tu dibujo con su tinta. Un simple entintador/trazador eso no lo hace, traza casi mecánicamente a tinta tu dibujo a lápiz pero termina siendo una cosa aburrida. Tiene que haber algo que se transmita, que te mueva y conmueva al ver el entintado... Ese toque que le dan dibujantes como Mauro». Y continúa: «Me encantaría que se publique acá "Les Morts...", es un libro que forma parte de una colección que sacó Glénat (Francia). Los dos primeros ya salieron, uno es el que hice yo, el otro es otra adaptación con Rey Macutay, Scie Tronc y Rafael Ortiz, este último es otro amigo mío.
El tercero y el cuarto, te tiro info, también están adaptados por Morvan y salen a fin de año y dibujados por Pato Delpeche e Ignacio Noé, dos monstruos.
Habiendo leído la novela antes del guion, te puedo decir que Morvan me transmitió unas imágenes dinámicas que la novela no había logrado. Eso se puede notar en las primeras páginas que hice».
Además, Germán agrega un dato extra «El dibujo que estoy sosteniendo en la portada de la primera parte de la entrevista, pertenece al libro que estamos haciendo en la actualidad con Morvan». ¿El nombre de la obra? Se lo reserva por el momento: «Ya habrán noticias».

Y en el escenario local, por otra parte, en diciembre del año pasado se publicó Rancat en Argentina por el sello de Capitán Ediciones. Fue un trabajo que originalmente hicieron para el sitio web de Stonebot con guiones de Matts, colores de Moncho Bunge y letreado de Exequiel Fernández Roel. Este trabajo, Germán lo terminó en el 2015. Stonebot lo subió en el 2017, y recién a finales del 2019 se imprimió. «Es un trabajo que hice en paralelo a la época que laburaba en Avatar. Tardé como 3 años, porque iba mechando páginas en los tiempos libres. Aprendí mucho haciéndolo porque estaba buscando transmitir cierta exquisitez, visto desde mi punto de vista, que no tenia mi trazo en los otros laburos. Casi no hay líneas cinéticas, planeaba las coreografías de pelea en función a elementos del escenario, por ejemplo con los edificios, que acentuaran su punto de fuga en dirección a donde impactaba el golpe de algún personaje, haciendo foco en el dinamismo y el movimiento».
Consejos para quienes quieran arrancar a dibujar historietas
Ya llegamos al final de la entrevista. Para cerrar, pregunté si tiene algún consejo para los que quieran arrancar a dibujar historietas.
«Sí, dos. Desde hace un tiempito vengo reflexionando sobre mi pasado, presente y posibles futuros, seguramente por que estoy al borde de llegar a los cuarenta, mas esta charla que tuvimos me ayudó a recapitular ciertas cosas. Cuando me decidí a dejar un laburo estable y bien pago que tenía a los 24 años para tratar de probar fortuna con este oficio, la mayoría de mis amigos, mis buenos amigos de siempre, se mostraban muy cautelosos con respecto a mi decisión. Y fueron mi vieja y mi tío, dos personas ya con unas décadas ganadas en experiencia, que me dijeron "metele para adelante, no te quedes con la duda". Mi primera sugerencia, más que consejo es que si sienten el deseo de dedicarse a lo que les gusta, en este caso la historieta, que no duden. Que luchen por realizar y caminar ese deseo, que muchas veces no es fácil. Económicamente puede ser duro, pero vale la gracia, que las penas queden en otra parte.
Lo segundo es que se rodeen de dibujantes y buenas personas, que se alejen de las envidias que no llevan a ningún lado y estancan el crecimiento artístico y humano. Compartir espacio físico con otros dibujantes puede llegar a ser muy fructífero. Tuve la fortuna de, en distintos momentos, compartir espacio con Rocío Zucchi Yakubecki, Rafael Ortiz, Sergio Monjes, Mauro Vargas, Facu Percio, Andrés Ponce, Fernando Heinz Furukawa, Facundo Teyo y Vladimiro Merino... y te aseguro que lo que aprendí viendo como laburaban, o dándonos devoluciones mutuamente, no tiene precio. No lo aprendés sólo quedándote aislado. Los nombró además por que ellos también son una fuerte influencia para mí».
Bibliografía
- El Hombre Primordial (2005/2006) - Gárgola Ediciones, Bastion. Reedición 2017 de Rabdomantes Ediciones.
- Liturgy (2007/2008) - Obra Inédita.
- Hard Craft (2009/2010) - Clapow!.
- Night of the Living Dead (2012/2013) - Avatar Press.
- Disenchanted (2014) -dibujada previamente desde el 2010 al 2012- Avatar Press.
- Crossed (2013/2014) - Avatar Press.
- God is Dead (2014) - Avatar Press.
- Dark Gods (2015) - Avatar Press.
- Green Hornet: Generations (2018) - Dynamite Entertainment.
- Rancat (2019) - Capitán Ediciones.
- Les morts on tous la même peau (2020) - Glénat.