Historieta Argentina

Ignacio Minaverry: toda historieta es política

Un recorrido por la obra de un autor clave de la historieta argentina del siglo XXI

Minaverry

Una profesora me enseñó que la mejor manera de abrir un texto siempre es blanqueando que lo que uno pone es subjetivo. Por eso me siento obligado a comenzar este recorrido por la obra de Ignacio Minaverry reconociendo haberme enamorado de las historias de Dora en las páginas de Fierro, allá por 2008, y que esa infatuación fue la puerta de entrada a la historieta argentina contemporánea. Claro, mi viejo me había regalado El Eternauta, pero siendo entonces un lector casi neto de manga, no sabía que la narrativa secuencial local podía llegar a tales alturas en el presente. “Esto no tiene nada que envidiarle a nadie”, pensé.

En tiempos de posindustriales, de aguanta fanzinero y autoedición, Minaverry (1978-) se aparece como un historietista atípico. Mucho de sus primeros trabajos como un joven dibujante son desconocidos en las pequeñas biografías que llenan las solapas de su libro. Él prefiere empezar a contar su carrera con 20874, la primera historia canónica de Dora Bardavid, el personaje por el que es más conocido. También es atípico porque, en tiempos de “novela gráfica”, de narrativas dibujadas en libros autocontenidos, un poco síntoma de la inestabilidad económica crónica en que deben obrar nuestras pequeñas editoriales, Minaverry apuesta a la serialización, esa característica tan intrínseca a lo que entendemos por historieta.

Retrato de Minaverry realizado por XXXXXX para Fierro
Retrato de Minaverry realizado por Pablo Lobato para Fierro

Si tuviéramos que caracterizar a la obra de este autor como un todo, de seguro lo primero que vendría a la mente son sus protagonistas femeninas, independientes, fuertes y que  van contra las convenciones asignadas a su género. Después de todo, Minaverry se reconocía feminista antes que estuviese de moda hacerlo. También se puede encontrar siempre en sus historietas un grado de compromiso político y social, un reflejo de una militancia que nunca se molesta en ocultar.

Gráficamente, Minaverry ha logrado cultivar un estilo único y distintivo, producto de una verdadera mezcla idiosincrática donde colisionan sus primeros pasos como “mangaka argentino”, un claro gusto por la ligne claire tintinesca y una pasión por el diseño y la arquitectura (herencia de un padre diseñador), especialmente aquella de los psicodélicos años sesentas. También lo distingue el nivel de detalle que vuelca en la construcción de los espacios y escenarios en los que se mueven sus personajes, particularmente en Dora, donde la angular geometría de sus fondos es construida a partir de laboriosa investigación histórica y quizás algun resabio de su educación técnica en el “Fernando Fader”.

A continuación, haremos un recorrido por su carrera, la cual dividimos en cuatro partes, destacando dentro de ellas sus obras más representativas:

 

PREHISTORIA

Si tomamos esa declaración suya donde afirma que 20874 “fue la primera historieta más o menos seria” que hizo y la primera con la cual “a grandes rasgos est[a] satisfecho”, podemos inferir que no se siente igual acerca de lo que vino antes. Tanto así que, en entrevistas y esos pequeños textos biográficos, Minaverry tiende a desconocer los primeros frutos de su camino como historietista forjados mientas se formaba con Luis Scafati y Pablo Sapia. De hecho, ni siquiera firmaba con el mismo nombre, pudiendo encontrarse que esos primeros trabajos son atribuidos a Ignacio Rodríguez o Ignacio Rodríguez Minaverri. Está, por ejemplo, El Regreso de Daigar, publicado en 1999 por Comiqueando Press y promocionado como el “primer manga argentino”. Años luego, mientras trabajaba en lo que describe como un “estudio de diseño”, realizó “historietas por encargo” como Callejones Rojos, con guión de Silvia Debor y publicada por De los cuatro vientos en 2005. De esos años también son Schopenhauer para principiantes, escrita por Ana Cohan y editado ese mismo año por Juan Carlos Kreimer.

Las otras vidas de Dora
Las otras vidas de Dora

Ya por entonces, Dora estaba en la mente de Minaverry. El autor publicó alguna vez en su blog lo que quedó de una primera versión de Rat-Line, dibujada por 2004. También existe Aleph Alif, que nos presenta otra proto Dora, esta vez envuelta en la Guerra de los Seis Días en Israel. Solo se publicó en Francia en 2008, y el autor prefirió descontinuarla del canon, porque no encajaba del todo con la línea del tiempo posteriormente establecida para el personaje.

 

AÑOS DE FIERRO

Al mismo tiempo que publicaba la historieta corta Barco Borracho, creada a cuatro manos con Lucas Nine para la revista cultural Lamujerdemivida, Minaverry debuta en la por entonces nueva segunda época de Fierro. En el décimo número debuta con una historia corta llamada Fabula Tonta, una suerte de reversión de la Sirenita de Disney, y tres números luego, a fines de 2007, ya comienza a serializar la que será la obra que lo hará conocido.

Dora*Número 1*20.874*Rat-Line

Las primeras dos historias de Dora, serializadas originalmente entre noviembre de 2007 y junio de 2009, y publicadas como libro ese mismo año por la Editorial Comun de Liniers. Aquí conocemos a una adolescente Dora Bardavid, hija de un judío asesinado durante el Holocausto, que se sumerge en los archivos alemanes en búsqueda de justicia a fines de los años cincuenta. Una historieta claramente producto de un artista en control de su oficio, en estas primeras entradas en la saga ya es posible apreciar la maestría en la composición de las viñetas, la inclusión de documentos históricos no solo como dispositivos para darle verosimilitud al trasfondo histórico, sino como una textura más en la página. Se destaca, como mencionamos antes, el uso de referencias arquitectónicas, en un libro que nos lleva de Berlin a un pueblo de la provincia de Buenos Aires, pasando por el “conurbano” de Paris.

Portadas de Dora, en formato revista y "novela gráfica"
Portadas de Dora, en formato revista y libro

Dora #2: El año próximo en Bobigny -1962-

Al igual que el anterior libro, El año próximo en Bobigny fue serializado originalmente en Fierro entre marzo de 2010 y septiembre de 2011, y posteriormente editado por Editorial Comun en 2012. Un poco el capítulo más discutido de la saga, se aleja de la trama más histórica para contarnos la vida diaria en el barrio obrero de Bovigny y en particular, de tres de sus habitantes: Dora, la joven militante comunista Odile y la artista gitana Geneviéve. Por esta misma razón es también uno de los libros más analizados entre todos los de Minaverry, porque es aquí donde se permite explorar más en profundidad temáticas en clave de género, como el deseo de Dora por otras mujeres, así como también las realidades del aborto clandestino. Como quien dice, lo personal también es político.

 

LOS AÑOS DE TELAM

De la mano de Lautaro Ortiz, jefe de redacción de Fierro, Minaverry entra a trabajar en la agencia estatal de noticias Télam, donde además de colaborar con historietas para el suplemento HN, aporta ilustraciones para notas y videos. Este período es descrito a menudo por el dibujante como una breve “edad de oro” en la que, a diferencia del freelansismo que caracteriza a la profesión, pudo realizar su trabajo con la seguridad de un sueldo “vital y móvil”.

Noelia en el país de los cosos

Cansado del laborioso trabajo de investigación que demandaba Dora, así como arrinconado tras el giro “íntimo” del segundo libro, Minaverry decidió cambiar un poco. Se volcó a realizar una de fantasía y a puro color, donde son igual de visibles las influencias de Yellow Submarine como el impacto de sus convicciones políticas, creando una historieta divertida, visualmente llamativa, pero no tan compacta y prolija como las aventuras de la investigadora franco marroquí. Originalmente serializada en el suplemento HN entre diciembre de 2011 y abril de 2013, luego fue reeditada y terminada en Fierro a lo largo de 2014. El libro quedó a cargo de Ediciones de la Maroma.

Noelia y Matar la Tirano, en Fierro. La historieta argentina
Noelia y Matar la Tirano, en Fierro. La historieta argentina

Bajo Flores

Este no es la primera obra que Minaverry le regala al barrio de sus amores, habiendo contribuido a adaptación colectiva a la historieta del libro Micrófonos para el Pueblo de FM Bajo Flores y Patria Grande. En este caso, y con guiones de Miriam Socolovsky, se dedicó a explorar los vericuetos y la historia de la zona sur de la ciudad de Buenos Aires, desde mediados de 2013 y hasta la desaparición del suplemento HN donde se serializó a comienzos de 2016. Probablemente sea su obra más larga que no fue reeditada como libro. La que tampoco tuvo segunda vida en las librerías fue Matar al Tirano, guionada por Lautaro Ortiz y Pablo Túnica, que se serializó en Fierro durante la segunda mitad de 2015.

 

LOS AÑOS FRANCESES

Tras la salida de Télam, y gracias a la gran repercusión internacional que tuvo el primer libro de Dora, editado en Francia, España y Brasil, Minaverry logra entrar en un ritmo de producción que es, al día de hoy, el mejor destino posible para el historietista argentino. Una editorial europea le encarga una “novela gráfica”, pagando el correspondiente adelante, lo que le permite trabajar con cierto grado de exclusividad en ella. Naturalmente, se publica primero el libro en Francia, y posteriormente el mismo circula en Argentina de la mano de alguna casa editorial.

Dora: Malenki sukole 1963-1964

Publicado primero por L'agrume en Francia durante 2017, y meses más tarde, ya en 2018, por Hotel de las Ideas y Editorial de la Maroma. Después de más de un lustro alejado, Minaverry volvió recargado a narrar las aventuras de su personaje más famoso. Quizas sea porque fue producido para ser leído como un libro completo. Quizás sea la potencia temática al centro de la historia, en la que Dora descubre que su amiga alemana Lotte fue en realidad un bebé polaco apropiado por los nazis. Quizás sea producto de esta vuelta energizada tras mucho tiempo para pensar al personaje, así como tambien una nueva serie de herramientas visuales a su disipación (se nota aquí algo de la psicodelia de Noelia, pasado por un filtro blanco y negro). Pero lo cierto es que Malenki sukole es probablemente el más sólido de todos los libros de Dora. El mejor de una serie que ya de por sí es superlativa y que, además, viene a probar que la serialización siempre hace a las historietas mejores.

Dora regresa años luego, ahora como "novela gráfica" en uno de sus mejores capítulos
Dora regresa años luego, ahora como "novela gráfica" en uno de sus mejores capítulos

Dora: Amsel, Vogel, Hahn 1964

Publicado en 2019, tanto en Francia como en Argentina, de nuevo por Hotel de las Ideas y Editorial de la Maroma. Una historia más disgregada por diseño, este libro ve a Dora emprender tres viajes separados, cada uno con la intención de recolectar información de cada uno de los nazis que le dan el título al libro. En este sentido, quizás tenga que ver en ello como fue creado, contando Minaverry en entrevistas que la parte de Finlandia fue producida por comisión del Instituto Iberoamericano de Finlandia en Madrid. Este es también, con sus 192 páginas, el libro más grande de toda la serie.

Dora: Beit Mishpat

Lo último de Dora, producido en un contexto novedoso: de regreso a su casa original, Fierro, pero esta vez en su cuarta encarnación, que es digital. Publicado mensualmente entre septiembre de 2020 y abril de 2021, y posteriormente recopilado como el primero de los “libros de Fierro”. Compuesto de ocho capítulos que se desarrollan simultáneamente durante un día del juicio de Eichmann en Jerusalén, pero cada uno centrado en un personaje diferente. Quizá porque es un paso cronológico para atrás, volviendo a 1961, o porque no llega a las 100 páginas, se siente más como un entremés. Algo desarrollado para no dejar de ser parte de la vuelta de la revista. Pero ciertamente no como el próximo capítulo en la historia de Dora. Un dato de color: los tonos utilizados en los fondos difieren entre la versión digital y la de papel, siendo los de la segunda más chillones.

Mikrosha

Después de un largo tiempo, Minavery se anima a abrir un mundo nuevo. Esta vez, uno de ciencia ficción, con el agregado de robots y guerras pos apocalípticas, pero con el mismo ojo para el diseño de siempre. Ya lo reseñe en profundidad acá.

 

Si Mikrosha es medida de algo, es que a los mundos de Minaverry son hoy tan vitales y llenos de imaginación como hace 15 años, cuando debutaba en la segunda época de Fierro. Sea la próxima investigación de Dora, o aventura futurista de de Svetlana y Galya, no podemos esperar para ver que es lo que sigue.

 

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Escrito por:
Diego Labra
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