Entre 2011 y 2016 el suplemento digital Historietas Nacionales, de la Agencia de noticias Télam, publicó semanalmente una enorme lista de tiras e historietas de los más diversos subgéneros, nucleando a un gran listado de artistas nacionales. Entre ellos se encontraba el talentoso y querido Enrique ‘Quique’ Alcatena (Buenos Aires, 1957), quien se atrevió a jugar como artista integral una vez más con este simpático serial, que posteriormente adaptase a formato historieta para Historieta Revólver, antología donde la obra se republicó en forma parcial hacia 2020. Durante la primera mitad de este año, Las Aventuras de Mambrú volvieron en un volumen integral de 128 páginas a color, gentileza de Primavera Revólver Casa Editorial, que reúne los trece relatos protagonizados por el popular personaje de la tradicional canción infantil.
MAGICAL MISTERY TOUR
El periplo arranca con ‘Ornitorrincos’, trama que transcurre en Villa Caléndula, pintoresca localidad que se ve asediada por el avasallante paso de un variopinto grupo de mamíferos semiacuáticos. Para peor, los muros defensivos han caído, tras la partida de los célebres Maderos de San Juan, cansados de sucesivos maltratos. Pero no todo está perdido, Metodio Reales, el escribano naturista local, obtendrá la ayuda de nuestro protagonista, que con métodos poco ortodoxos restablecerá el orden. Para ‘Campeonato Mundial’, la acción se traslada al espacio, con la Tierra solicitando representación en una carrera interplanetaria organizada por Febo, nada menos. Mambrú será de nuestro representante, aunque ello signifique dejar de perseguir momentáneamente a un esquivo Chitrulo Antariano. ¿Logrará la ansiada victoria?
Sigue ‘Una prenda tendrás’, con el nefasto Antón Pirulero a cargo de una eficiente fábrica de cajas negras, donde sus empleados son obligados a ocultar cualquier atisbo de creatividad, para bien del conocido juego de montaje. La providencial aparición (metatextual) del ingenioso y petiso héroe, traerá algo de color a los oscuros días del grupo de alienados operarios de aquella planta. ‘Para que pase La Farolera’, devuelve a la abnegada mujer del título su complejo peregrinar por diferentes geografías fantásticas de aquí y allá. Tropiezos varios y cuentas mediante, nuestro amigo le tenderá la mano para que pueda cumplir con su importante tarea anual, una vez más.
‘Mambrú y Mambrú’ nos traslada a Diagonalia, ciudad donde todo y todos mantienen una leve inclinación vertical, menos la estatua en homenaje al gran prócer francés. Cuando El Supremo Nihilista amenace con borrar de la existencia la peculiar urbe, alguien deberá tratar de evitarlo. Aunque los ciudadanos lo cuenten distinto. La sexta parada del recorrido, ‘Fábula’, involucra a un grupo de sapos en busca de representatividad política, cuyo escaso conocimiento de ciertas nociones cívicas básicas, complica sobremanera el asunto. Afortunadamente para estos anfibios, las malas decisiones tomadas, que derivaron en el arribo del déspota Tarquino, dejarán una gran enseñanza para los ciudadanos de la flamante República de Batracia.
‘Marvilia’ gira en torno a Jeringozo el Pulkete, con sus infructuosos esfuerzos por ingresar a la ciudad del título, cuya arquitectura fascina a propios y extraños. Claro que pronto descubrirá que no todo es lo que parece, para desgracia de los Arquitectósofos locales, a quienes terminará enseñando una valiosa lección, participación de Mambrú mediante. Para ‘Paso de comedia’ hace acto de presencia Ñiquiñaque, el dibujero, que tendrá a maltraer al malhumorado soldado napoleónico con sus intervenciones artísticas al paso, reversionándolo una y otra vez sin su consentimiento. ‘El caso del Sr. Z y el Platonismo’ plantea un curioso dilema en torno a la justicia, demanda judicial de por medio entre los señores Z y A en torno a un invento del primero, robado por el segundo. Inquietudes de corte filosófico varias y reflexión acorde incluida, obviamente.
En ‘Carnaval’ el autor retoma al recordado Arlequín, personaje suyo que apareciese en Anteojito durante la década del ochenta, para una trama romántica que transcurre en Carnestolendia, con la historia de amor entre el melancólico Pierrot y su esquiva Colombina como punto de partida, corso y baile de por medio. La trama de ‘Vil metal’ reúne a nuestro amigo y su fiel equino con el codicioso Midas Cornucopio, a quien deberán ayudar en su incesante búsqueda de riqueza, siguiendo a un grupo de Monedas ambulantes de Tragusia por diferentes geografías de aquí y allá.
Luego es turno de otro ícono de la lírica infantil, ‘El Gran Bonete’, que solicita ayuda para recuperar el tiempo perdido. Junto a Mambrú recorrerán diversos parajes fantásticos para tratar de hallarlo, empresa que no resultará nada fácil, debido a peligrosos antagonistas. La despedida llega con un homenaje a la música ciudadana; ‘Botellero’ reúne a nuestro inefable protagonista con el sufrido varón Amadeo, quien busca intensamente a Estelita, su percanta, por los confines del último y fantástico arrabal, tratando de burlar la permanente amenaza del desencuentro.
ACROSS THE UNIVERSE
Algún día, alguien debería desarrollar un abordaje analítico de los distintos ‘proyectos solistas’ de Quique que, afortunadamente, los lectores argentinos hemos ido conociendo en el último tiempo gracias al esfuerzo de varios sellos editoriales. Estas obras resultan muy disímiles entre sí, pero guardan singulares e interesantes puntos de contacto. Sus muchas influencias literarias y musicales, por ejemplo, son una bienvenida constante. Independientemente del tratamiento argumental que reciban en cada ocasión, siempre están filtrándose en viñetas, de una u otra forma.
El libro que nos ocupa es un desbordante ejercicio de imaginación, donde se puede apreciar el costado más lúdico y a la vez sensible de su creatividad; en esta ocasión, al servicio de frescas reinterpretaciones de canciones clásicas infantiles. Textos y trazos van de la mano en un sentido homenaje a aquella lírica, con simpáticos hallazgos caricaturescos a la hora de recrear aquellos queridos personajes, acompañados de efectivos giros narrativos. En tal sentido, el valiente soldado napoleónico es el vehículo perfecto para recorrer los delirantes caminos de la aventura, haciendo reír (pero también reflexionar) a través del absurdo, ya que estos relatos rondan temáticas humanas universales, que a nadie resultarán ajenas.
Edades al margen, la única certeza es que los viajes de Mambrú son sumamente disfrutables. Por personas propias y extrañas, de este y otros mundos.