Si la planeaban no les salía.
Hace dos años, Rodrigo Canessa y Athos Pastore empezaron a trabajar en una novela gráfica post-apocalíptica en la que la toxicidad del aire y el éxodo de las ciudades, ya inviables, funcionan como los elementos centrales. Ese libro es anunciado y sale en preventa durante la cuarentena social obligatoria en el contexto de una emergencia de salud, el covid-19, un virus que afecta el sistema respiratorio y cambió la forma en la que pensamos el exterior. Como si se tratara de una ventana a una versión alternativa de nuestro futuro, Deriva Editorial edita Mano Oculta.
Etiel es un recuperador, alguien que se arriesga a entrar a la ciudad radioactiva y prohibida para devolverle a las personas las cosas que alguna vez dejaron atrás. Metido contra su voluntad en una conspiración política, le toca entrar una vez más, esta vez para “recuperar” a una persona. Con esa tremenda premisa, Canessa sale a la cancha con este proyecto, como siempre muy diferente a sus demás libros. Nunca se queda en la misma línea y busca experimentar en otros géneros, jugando con otros registros. En Mano Oculta entra por el lado más introspectivo, más apuntado a la reflexión, a la observación de esta nueva Argentina y cómo la comparamos con lo que teníamos antes. Después de la tragedia nada volvió a ser igual, pero la nostalgia inevitablemente tiñe las perspectivas.

En diálogo con nuestra actual “nueva normalidad”, uno de los elementos clave de Mano Oculta es la exploración del encierro y la libertad. Hay más de un tipo de cárcel en esta historia, y lo que todos los personajes buscan es escapar de ellas para ser libres, de la forma que sea. “Ya es libre, o está muerto. De cualquier forma está mejor” dice un personaje al principio del libro, problematizando el encierro hasta el extremo. ¿Pero qué implica realmente ser libres si ni siquiera se puede salir a respirar aire fresco, si perdimos todo excepto la vida? Ahí es donde entra el guion de Rodrigo a meter el dedo en la llaga.
Y podría quedarse en la reflexión pero además hay una historia, un conflicto atravesado por las responsabilidades gubernamentales de la catástrofe nuclear, el aprovechamiento político del caos, la conflictuada búsqueda de un mundo mejor sin que importen los medios y la resiliencia de la sociedad, las distintas formas de sobrevivir en conjunto a la adversidad. No todo el mundo salió de las ciudades, ya sea porque no tienen el privilegio de hacerlo o porque tienen el privilegio de poder quedarse, y ahí hay una crítica social que Canessa explora muy bien.
Me tardo en hablar del arte porque no se me ocurren muchas formas de describirlo. Es el mismo Athos de Faraday y de fanzines espectaculares como “Bereshit Bing Bang” o “Soy” en glorioso blanco y negro, pero ahora nuevamente “atado” no solo a un guion sino a un formato menos tradicional, el apaisado (este libro se inscribe en la misma colección que "Barnabas Jones", que también tenía este formato). Con menos lugar para sus habituales escenas abstractas, las reemplaza con impresionantes tomas panorámicas, grandes silencios para absorber todo el impacto del post-apocalipsis. El blanco y negro tampoco es casual: hay una guerra de contrastes entre luces y sombras, entre la noche y el día, entre la nieve y el cielo oscuro, entre espacios poco iluminados y el exterior, y no se expresa mejor que en monocromo. Además de conjugar con elementos de nuestra realidad actual, también (y esto ya es completamente una especulación mía) dialoga mucho con otra historieta apaisada en blanco y negro sobre nevadas mortales con crítica social y política. Etiel no es ningún Eternauta, por supuesto, principalmente porque no funciona como parte de un héroe colectivo (de hecho, ni siquiera podría pensarse como un “héroe”), pero sí termina por plantarse de cara a los poderosos sin nada más que su barbijo improvisado y su intrínseca búsqueda por la libertad, cueste lo que cueste.

Volviendo al formato, al igual que Kundo Krunch en el libro hermano a Mano Oculta, Athos aprovecha muchísimo el apaisado y reconstruye la narrativa, el fluir de la acción en estas páginas en “wide-screen” para imitar encuadres cinematográficos o jugar con la lectura horizontal de las viñetas según lo que necesite. Con este librazo termina de demostrar que es un dibujante todoterreno y que su nombre en la tapa ya es un compromiso de calidad.
Mano Oculta es la historia de la búsqueda de una persona desaparecida en el caos de una ciudad destruida, es la exploración de las ruinas del urbanismo y el fracaso de varios modelos que, por suerte, todavía estamos a tiempo de ver, incluso si la amenaza actual no es una hecatombe nuclear. Afortunadamente, la preventa de Deriva, acorde a esta nueva etapa de la vida en las ciudades, incluye una versión digital para poder leer incluso si estamos encerrados rodeados de todo lo que algún día vamos a extrañar y mirando por el balcón preguntándonos cuándo va a terminar de irse todo a la mierda.