La Inversa de Image
Damián Connelly es reconocido por los lectores como un prolífico guionista, que nos ha hecho llegar obras muy destacadas de los últimos años trabajando en ellas junto a los mejores dibujantes del ámbito local (Kundo Krunch en Barnabás Jones, Renzo Podestá en Hasta La Muerte, Nicolás Brondo en La División del Miedo y Psicocandy). En esta nueva obra es autor integral y causa, como mínimo, curiosidad.
Es la inversa de quienes fundaron la editorial estadounidense Image, que pasaron de dibujar en Marvel a tener sus propias creaciones. Sin embargo en el caso de Damián, ser autor integral es su real naturaleza, siendo que tuvo que dejar de dibujar durante algunas temporadas ante una grave fractura en su brazo hábil. Ahora lo tenemos recuperado y desplegando toda su capacidad expresiva.

Cuando enfrenté a la portada, antes de la primera página, admito que tenía ciertos prejuicios. Sobre todo desde la posibilidad de comunicar desde lo estético el espíritu de sus guiones, que siempre vienen con capas de sentido para pelar, con muchas referencias. Totalmente equivocado: hay un ensamble entre el tono visual y poético de la historieta. Sin embargo, sorprende que los mayores fallos de la sinergia entre guión y dibujo estén en la parte narrativa. Muchas páginas tienen una exposición prácticamente en prosa, que hacen sentir a uno en un cuento inserto sobre cuadros de pop art absolutamente interesante y agradable, pero que no parecen un gran ejercicio historietístico. Es posible, que esto se resuelva leyendo los episodios de corrido. Esta reseña toma en cuenta a la primera entrega como un comic-book cerrado.

El cuco mata los lunes negros
Hay una abundancia de referencias exquisitamente puestas durante todo este primer episodio: Dios Ama el Hombre Mata, el terror japonés, Umbrella Academy, Eternals y hasta Los Simpson, más que nada en esos momentos en que palabras como "el coco" o "chuza" se mezclan con el voseo argentino. En este caso no me parece bien lograda esa amalgama de modismos, a menos que efectivamente sea para encontrarse con ese recuerdo, que cualquier sujeto inundado de cultura pop tiene. Los comiqueros somos detectores de referencias, por ahí la mitad de las veces sean medio inventadas, es decir, un cuarto de las veces son correctas. Es posible que el listado precedente sea un ejemplo de ello.
Pero por sobre todos esos elementos referenciales, esta historieta hace pensar inmediatamente en Black Monday Murders de Jonathan Hickman y Tomm Coker. Los personajes de todas las épocas en una tonalidad negra (negrísima), con las sombras delineando las pocas luces que nos dejan espiar lo que está pasando en las viñetas y un pesimismo absolutamente atractivo. Desde el guion se encuentra también esa aproximación a las teorías conspirativas, en una perspectiva que atrapa desde el miedo y la anti-curiosidad.

El desenlace de este primer episodio definitivamente ata los cabos planteados en el prólogo, y gracias a esa larga introducción del mundo que se propone explorar, abre el juego para al menos diez capítulos más.
Cómic digital pago y con descarga
El lector argentino de manga y cómic americano consume en su mayor parte en forma digital. Hay pocos que se animan a decirlo abiertamente, no salen del placard, pero todos están al día con las novedades de lo que pasa en Batman o One Piece (por ejemplo) en los grupos de Facebook y en las charlas que tenemos en las comiquerías. Que leamos en nuestros dispositivos no significa que no compremos material en físico tanto de producción nacional como extranjera, aunque muchos autores insisten en lo contrario.
El cómic digital se siente problemático y me imagino debe tener que ver con el miedo a la piratería. El material no está efectivamente centralizado como ocurre por ejemplo con la música... A excepción de Comixology, que igualmente es limitada, todo el resto de la oferta de cómics digitales legales en Internet es dispersa y no hay un streaming de cómics canónico (como lo es Netflix con las películas, digamos). Los medios ilegales terminan siendo mucho más efectivos en la forma en que nos acercan el material: ofrecen mayor cantidad de opciones para leer en nuestro idioma, son descargables y en algunos casos permiten una mayor resolución de imagen (Marvel Unlimited tiene una calidad bastante reducida en relación a lo que podemos encontrar en la red).

Este lanzamiento de la flamante Caja de Insectos propone lo que debiera ser: un comic-book digital de producción nacional a un precio accesible y descargable. El formato PDF no es el ideal (los cómics digitales se descargan usualmente en CBR o CBZ), pero no importa tanto para ser una de las primeras experiencias. Hace una semana Buen Gusto hizo lo mismo en la preventa de sus novedades, y espero en lo sucesivo haya más posibilidades.
¿Por qué insisto tanto con el tema de las descargas? Porque si un lector promedio lee en su dispositivo cómic estadounidense al que accede mediante un aplicación de lector, esta posibilidad de comprar y bajar la historieta argentina va a dejarla en la misma biblioteca virtual. Connelly está al lado del último TPB del Black Monday Murders de Hickman y leés uno junto al otro. ¿Cuál es el sentido de llevar al lector a un portal propio o del estilo de, por ejemplo, Behance? Es mucho más interesante permitirle hacer la descarga del material y que lo ponga en la misma carpeta que todos los demás cómics.
El formato es importante, y Me Prometiste Oscuridad tiene el formato ideal para los tiempos que corren. Es un cómic argentino, de avanzada, que piensa en sus lectores. Eso vale mucho, no tanto como lo artístico, pero casi.
