Escrita por Matts (psuedónimo de Matías Timarchi), con Germán Erramouspe en el dibujo y Ramón Bunge al color, llega en formato libro Rancat, una suerte de superhéroe particular que los lectores más veteranos recordarán de la Bastion, bajo el sello de Capitán Ediciones, que puede leerse en la web de Stonebot.
Pero, ¿quién es Rancat?
En la ficticia ciudad de Greygem, un enmascarado lucha contra el crimen: Rancat es su nombre, y se define a sí mismo como un adicto a la adrenalina (aunque no se descarta que a otras cosas también). Una suerte de vigilante a lo Daredevil, no queda claro si tiene o no algún poder.
Su primer conflicto lo remontará a sus orígenes, cuando comenzaba a usar la máscara. Pero no quiero dar spoilers en la nota, solo generarles curiosidad.

El mundo de Rancat
Para colorear un poco el panorama, aprendemos que en la sociedad existe una droga, Nü Polen, que se crea a partir de una flor que solo crece en Chernóbil y parece tener efectos más fuertes que drogas como el LSD, expandiendo la mente y los sentidos a niveles insospechados sin generar dependencia ni deterioro físico. La complicación social y política que trae tal droga va desde los precios que se manejan, la escasez de la misma y la carrera científica por replicarla en un laboratorio de forma sintética para gobernar el mercado. Y, claro está, la cacería de brujas con los consumidores.

Como tangentes de la trama de este primer número, un poderoso empresario está interesado en nuestro héroe. Y, aparte de esto, parece que la novia del héroe tiene dudas amorosas. Además, conocemos a un periodista (¿periodista?) que se interesa sobre este nuevo héroe que tiene la ciudad. Muchos homenajes con los nombres de las locaciones (arrancamos con Pantano Totleben, no sé si les recuerda a cierta Cosa).
Sobre la edición
Lo primero y más llamativo es que se editó una portada alternativa del cómic exclusiva de la comiquería Meridiana, hecha por Kevin Nowlan. Andá a buscarla al ángulo.

¿Calidad de papel? Excelente. Colores bien definidos, negros profundos, la portada (las) son un espectáculo. Tenemos una rotulación distinta (y mejor) a la versión de stonebot. Impecable, la verdad.
Un castellano neutro extraño porque tira insultos o frases bien porteñas. Supongo que será elección del escritor. Me llama la atención la censura de los insultos en algunas partes (#$!"&"%#!) en contraposición a un liso y llano fucking en inglés, pero en general los diálogos son orgánicos y no se sienten forzados, aunque hay un dejo de homenaje importante al género de superhéroes, completamente intencionado, que hace caer en facilismos comunes del género las voces internas de los personajes, y sus clichés a la hora de las peleas. Y esto no lo señalo como queja, sino como una fortaleza a la hora de no renegar del género ni preocuparse en poner un obelisco de fondo para que creamos que estamos ante un superhéroe argentino. No, no es el caso, y lo aplaudo.
Así mismo, como material extra hay dos historias cortitas: Epílogo de 5 páginas, escrita también por Matts y con arte del genio Facundo Percio. Cierra (o abre) el juego con uno de los conflictos de la historia principal, plantando las bases de lo que va a ser (posiblemente) uno de los enemigos de Rancat.

La segunda, de 8 páginas, escrita por Mauro Mantella y dibujada por Rafael Ortiz, explota una perspectiva distinta en cuanto al encuentro del héroe y uno de sus enemigos. Al preguntarle a Mauro Mantella qué opinión tiene sobre Rancat y qué podía decirme sobre la breve historia que nos contó en este libro, me respondió:
Rancat nació como suelen nacer esa clase de personajes, por la pasión y el amor de alguien por el arquetipo de Batman/Daredevil, terminando de encontrar durante el proceso su propia identidad y mitología (...) Mi historia corta fue un regalo a su creador, donde aproveché a dar forma a un modo de interacción entre héroe y villano que hace bastante quería probar.

Conclusión
No me defino en la actualidad como un gran consumidor de comics de superhéroes, estoy en general bastante cansado del género. Dicho esto, quedé muy conforme y a gusto con la idea de Rancat, algo distinto que no se preocupa en querer vendernos héroes argentinos, y que le pone más empeño en construir un universo y cosmología, que en poses triunfantes y frases de una línea de héroe que se las sabe todas.

Si les interesa el género, les va a gustar. Si no les interesa, probablemente también. Ya, desde el vamos, con todos los nombres que juegan partido en la creación de esta historia, se justifica darle una oportunidad. Los artistas ponen un empeño increíble que se empareja con el guion.
Y si llegaste hasta acá y querés ganarte el ejemplar que vamos a sortear, te comento: ¡sorteamos la variante con la portada de Kevin Nowlan!
Y no, ni idea (aún) sobre esa especie de pterodáctilo que hace más de un cameo.

Subido por Juan (nv) el 13 Ene 2020
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