Dibujé a Chica Alien por primera vez el 18 de julio del año 2012 cerca del mediodía. Lo recuerdo así de exacto ya que hice el dibujo sentado en la sillita de una diminuta sala de espera de una clínica esperando (¿qué otra cosa se puede hacer en una sala de espera?) que naciera mi hijo. Sí, la chica de máscara verde que pone bombas nació el mismo día que mi hijo. No era una pone bombas ni mucho menos, de hecho, no tenía ni una historia que contar.
Con estas palabras del autor Nicolás Brondo quiero iniciar este artículo sobre Chica Alien, una historieta que al fin, va a tener su merecida (re)impresión gracias Libera La Bestia, con todas las páginas recoloreadas por el mismo Brondo.
Chica Alien es un caso muy interesante. Su apariencia ya es de fácil reconocimiento en las redes que frecuentamos los comiqueros argentinos. Cuando me topé por primera vez con esa chica de máscara verde, pensé que me estaba perdiendo de una infinidad de historietas de un personaje icónico. Y nada que ver. Culpo a Brondo de una campaña de marketing exitosamente extraña en la que creó un personaje insignia de nada pero que todos aprendimos a amar.

Onda punk, violencia, explosiones, vulgaridad oral, sangre, más explosiones y abajo el sistema. Las almas repudian todo encierro (cantaba Spinetta), y la protagonista en cuestión viene a repudiar el mundo por todos nosotros. Pero continuemos con las palabras de Nicolás, a quien seguiré citando un par de veces:
El libro de Chica Alien se publicó el 12 de diciembre de 2015, un año fatídico para mí por la muerte de Diego Cortés y el cierre de la editorial Llanto de mudo, que era mi casa. Chica Alien fue el último libro que esa casa editó y publicó. Entre julio de 2012 y diciembre de 2015 me la pasé haciendo dibujitos del personaje y publicándolos en redes, hice muchos y aquí pueden verse solo algunos de ellos, y hay muchísimos más que no ha visto nadie. Cada vez que publicaba un dibujo de la chica Diego me decía “¿Cuándo vas a hacer un libro de ese personaje?” Cada vez que publicaba algo alguien me decía “¿Para cuándo el libro?” Y hasta Andrés Accorsi me dijo en una Comicópolis “¿Hasta cuándo te vas a dejar de joder con los pinups y te vas a poner a hacer una historieta de la chica alien?” Algo había llamado la atención pero seguía sin una historia que contar.

Y es que es así. Chica Alien estaba por todos lados, pero no había libro. La identidad de Chica Alien iba creciendo en ese entonces por pinups, situaciones que nunca vimos en una historieta (¡porque no había historieta!). Ya tenía una personalidad, una esencia, un aire punk, muchas características. Y una fácil asociación con su autor.
Lo cierto es que en las ilustraciones la muchacha se iba forjando una identidad diciéndole a todo el mundo mensajes reaccionarios medio en joda y medio ciertos. Un día la llame “la Tyler Durden con tetas” y me causó gracia porque ella respondió en mi cabeza “¡Bah! ¡Tyler Durden se quedó corto!” Y esa respuesta me llamó la atención. Muchos la han identificado con la Tank Girl de Alan Martin y Jamie Hewlett y a mí la verdad es que Tank Girl, o al menos sus guiones, me parecen una porquería y la identificación venía más por el lado de la gráfica que si amo y me encargué de robar sistemáticamente. Pero de donde más me robé a chica alien fue de los comics Kill your boyfriend de Grant Morrison y Phillip Bond y Girl de Peter Milligan y Duncan Fegredo por su nihilismo más que por el reviente anarco de la chica del tanque del creador de Gorillaz. Y Fight Club, claro. Sentía que el personaje que interpreta Brad Pitt en la película se quedaba corto y su mensaje tenía un par de falencias (cosa que se va a revertir más adelante pero eso es para otros extras de otros libros de chica alien) y, después de escribir una brevísima sinopsis en una hoja que vaya a saber donde quedó, lo comenté con Diego y puse manos a la obra para tener listo el libro en mayo (aproximadamente) de ese 2015 fatídico. Tuve la fortuna de que Cortés revisara y corrigiera el libro antes de fallecer. Y lo pongo en esas palabras porque a mí siempre me gustó escribir y este libro fue como la tesis, la palmada en la espalda de Diego, su “Está buenísimo, pibe” era el diploma: “Te recibiste de guionista de comics, podés hacerlo solo ahora que me voy” Y se fue nomás. Se hicieron 500 ejemplares que se agotaron casi a cuenta gotas a lo largo de esos años. Hernan Gonzalez, Tomas Coggiola y un montón de gente más lo han tenido en sus stands en eventos a los que yo dejé de ir, al menos con editorial, yo mismo lo llevé a diferentes ferias y lo vendí y regalé muchísimos ejemplares a personas en círculos completamente diferentes a los de la historieta y hasta me han dicho que lo leyeron de prestado, estuvo en el E-zine de loco rabia durante mucho tiempo completamente gratis.

Y sí, hay algo de Fight Club y hay algo de Tank Girl. No es el nihilismo Nietzscheano del clásico Titán Loco de Marvel comics, es algo menos profundo y más cabeza. Más resignado a la acción. Pero es innegable ese toque de anarquismo que el personaje nos revolea en cara. Explosiones, máscara, identidad, es difícil no pensar un poco en V de Vendetta. Cuando tuve oportunidad de preguntarle a Nicolás al respecto, me dijo "Más que anarquismo veo nihilismo en Chica Alien, al menos en este libro. Pero todos tenemos algo de Moore en nuestra cabeza porque lo amamos".
Pero sigamos con la crónica
Llegó un momento en que no hubo más y empecé a pensar en reeditarlo. Se lo mostré a todo el mundo en el país y afuera también, por lo general gustaba pero no terminaba de cerrar. La respuesta apareció cuando entré a laburar en Libera la Bestia dibujando la serie Manta. Marto Mazzeo, editor y guionista, me propuso publicarla pero con la condición de que fuese a color. Condición que yo mismo puse al haber publicado con ellos Chica alien presenta: CTRL-P (un spin off de 16 páginas que ahora está en papel) en la revista digital Bestia Suelta en 2020. Después de una larguísima discusión conmigo tratando de justificar lo injustificable me puse, a regañadientes, en esa tarea de coloreado, volví a abrir los archivos que no se abrían hacia años ya que para mí el libro ya estaba hecho, terminado y listo incluso tenía una especie de recorrido vivido y “estos” quieren que la pinte ¿Bah! Todavía refunfuñaba cuando me di cuenta como un gil que era lo que el libro ese, aquel de 2015, necesitaba para estar completo y poder desarrollar todo lo que vendría después. Libera la bestia es amor. Este año, 2023, cumple 8 de su primera publicación y 10 en mi vida. Y en esa pila de años me han aparecido personajes e historias nuevas, se me ha expandido el universo. Al principio con una especie de secuela que podés leer sin la necesidad de tener este libro y hoy tuve que hacerme una línea de tiempo para ubicar las diferentes historias y acontecimiento que iban apareciendo. Este libro, el anterior, me ha dado tantas alegrías y me ha llevado a conocer a tanta gente que no te das una idea, ¡si hasta hay personas que se la han tatuado.
Entonces, primero, tenemos que agradecerle a Mazzeo por insistir con el color, que quedó de maravilla y le da al libro el toque que falta.
Chica Alien es un personaje del que no sabemos nada, simplemente es una fuerza que interactúa en conflictos que ni siquiera busca, pero se los adueña. Su objetivo es simple y perfectamente entendible la comparación con Tyler Durden (y no, no es que se golpee a sí misma). Este libro pareciera una revelación del espíritu joven y libre, de un fanzine revistado infinidad de veces que pudo ser disruptivo y logró subir a un nuevo nivel. También es una lectura para estar en modo automático sin romperse la cabeza pero disfrutando detalles, chistes, referencias y guiños a lo largo de sus viñetas. De intentar sumergirse en la mente del autor y pensar lo que pensó...o pensar por qué no piensa lo que pensó. ¿Quién sabe? Lo cierto es que es una lectura disfrutable, una joya para tener en una Brondoteca junto con Manta, Macklemore, y mi personal favorita (no por interés musical, eh), The Beatles: historia de una amistad, con guion de Luciano Saracino.

Hay un disfrute página a página, con cambios abruptos de estilo que no desentonan en lo absoluto y nos hacen pasear como si tuviésemos que leer el libro al ritmo que quiere la Chica Alien. Un ritmo rápido, vago, ágil, descarado. Corremos en una escalera obra de Escher con una sonrisa en la cara. Sonreímos de ver cómo sufre una porquería humana o de la burla al rati. Capaz peco de viejazo con la apreciación, pero Chica Alien rejuvenece y nos recuerda valores (o falta de valores) que vamos perdiendo con el paso del tiempo. Y leer en las páginas "Punchi Punchi" definitivamente le dan el título de Pami recibido a Brondo. Solo faltó que escuchen "marcha" Don't you know pump it up. You got to pump it up...
Tuve un intercambio breve con Nicolás luego de poder tener un primer vistazo a este trabajo que tanto esperamos. Además de las citas que compartí en esta nota, les dejo 3 "preguntas" que me parecen importantísimas (no, no realmente). Con esto, cerramos esta pequeña y modesta nota.
Nicolás, adelantás que habrá otros extras de Chica Alien... ¿Puede llegar a haber más de chica Alien...? ¿Su pasado, o porqué no, futuro?
―No creo que su pasado, porque me gusta creer que ella es, vamos a decirle la primera, una persona más metida en el mismo mar de caca en el que estamos todos. Tengo escrito su "origen", sé como se llama, de qué color son las paredes de su habitación y cómo llega donde llega. De hecho, algo se ve en el libro, pero me gustaría que quedase en eso y nada más. Sí hay mucho (realmente mucho) n el futuro. Lo que desencadena y cómo va pasándose el mensaje de persona a persona, como l,o interpretan y adaptan. Me gustaría poder desarrollar, por lo menos, lo que ya tengo escrito (y mucho dibujado) que es un montón.

Me quedé esperando el accidente de avión, eh...
―Amo a los Bright Eyes y la canción "At the bottom of everything" creo que le calza justo al ritmo del libro en más de un sentido, hubiese sido lo lógico que hubiese un avión estrellándose en algún momento pero no daban los tiempos y tendría que tener una excusa para meter a Terence Stamp, quizás en algún otro libro.
¿Por qué una máscara de alien y no otra cosa?
―Me gusta el concepto de alguien-fuera-de-este-mundo en su accionar o su forma de pensar. Alguien raro, extraterrestre, alienígena.

Nicolás Brondo nació en 1982, en Córdoba. Dibujante, ilustrador y anterior editor de historieta en Llanto de mudo. Publicó tantos comics que no entran en una mini bio de 4 oraciones. Desde el 2021 al menos, sabemos que combate alacranes en el patio de su casa, y a veces hace que escribe.
Pueden leer de su autoría, en la página de Webcomic Mutante, Ninja Teen, su trabajo actual. Y también pueden comprar Chica Alien Ctrl-P (el spin-off mencionado en la nota) en la tienda virtual de Libera la Bestia.
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Sólo le conocía por Ninja Teen, a ver si podemos encontrar algo de Chica Alien desde fuera del país