Historieta Argentina

Zona Queer: La "E"quis, el lenguaje inclusivo en la historieta argentina

O cómo hacer enojar al comiquero

Capitan América hail todes RAE
Zona Queer

En esta sección analizamos elementos queer en el mundo de las viñetas

Hoy toca hablar de cómo las interpretaciones a propósito del género confluyen en lo práctico y se llevan puesto las reglas gramaticales.

La “E”quis (X-tremist)

the extremist de peter milligan
Patrick en The Extremist de Peter Milligan

Traer a cuento The Extremist de Milligan no es para desviarme (guiño, guiño) del tema y hablar puntualmente de ese cómic, sino porque me da pie para hablar del lenguaje inclusivo (dentro de la historieta nacional, ya sabemos la facilidad que otorga el they/them en inglés), tomando como sostén esto que menciona Patrick: “Estamos atrapados en el totalitarismo genérico del lenguaje” (traducción mía, por si acaso).

Hablar de totalitarismo es hablar de la no libertad, y cuando esto respecta al género tenemos un problema, que es de habla, justamente.

Si, como reza el propio Patrick, “hay tantos géneros como personas en este mundo”, entonces, en efecto, deberíamos poder tener tantos adjetivos y pronombres como requiere la situación comunicativa en que participan diferentes personas (con identidades diferentes).
En este caso, el análisis, pese a Milligan, se centrará en usos de la historieta argentina.

Diacronía & (¿in?)mutabilidad

Ferdinand de Saussure (apodado “Padre de la Lingüística”, nacido en Suiza en 1857) además de hablar sobre los elementos de la lengua y las características del signo lingüístico, nos trae dos conceptos fundamentales: la mutabilidad e inmutabilidad del signo y la diacronía de la lengua.

Inmutabilidad y mutabilidad del signo lingüístico

A la vez que el signo lingüístico (relación significado-significante) es inmutable, porque es impuesto (nadie nos pregunta si el significante elegido podría ser reemplazado por otro, estamos atados a la lengua tal cual es), también es mutable porque al continuarse está predispuesto al cambio. La mutabilidad viene dada por la circulación de la propia lengua.

Todo esto es consecuencia de otra de las características del signo: que este es arbitrario.

La diacronía (o evolución) de la lengua

Dice Saussure, “todas las partes de la lengua están sometidas al cambio”, y continúa diciendo que la evolución en la lengua es inevitable y esa evolución está ligada a la lengua natural (la vulgar), pero en su formato escrito descansa una estabilidad y se conserva.

Nada entra en la lengua sin haber sido ensayado en el habla”, termina por decir, “todos los fenómenos evolutivos tienen su raíz en la esfera del individuo”.

¿Definirse es limitarse?

Oscar Wilde reza esto en El retrato de Dorian Grey, ¿acaso es cierto? La experiencia nos ha mostrado que aquello que no se nombra es como si no existiera. Si no existe un pronombre o un término para mencionar algo (o a alguien), ¿cómo esperamos que nuestra mente conciba las abstracciones del universo si no tienen una delimitación?

¿Qué pasa con la gente cuya identificación transgrede las estructuras conocidas y acatadas?

sexo lenguaje y genero
Sexo vs lenguaje vs género

Primeras puestas en escena de la diferencia entre sexo y género

Robert Stoller y John Money fueron los primeros, desde el terreno de la psicología y psiquiatría, en pensar en el género como algo despegado del sexo partiendo de estudios sobre niños con dificultades para definir esto último.

Stoller distinguía entre biología y cultura. La biología eran las hormonas, los genes, los caracteres sexuales secundarios, es decir, el sexo biológico. Y la cultura era el Habitus, cómo el ambiente nos forma. Esto último traído de la teoría sociológica y antropológica.

Money, por su parte, habla de la preponderancia del sexo en la asignación del nacimiento. El género se pensaba como algo natural, innato. Y en realidad, según este autor, era construido culturalmente. Afortunada o desafortunadamente, el nombre de Money es conocido por ser quien supervisó el caso Reimer, aquél donde David Raimer es reasignado como mujer tras un fallo médico en donde se destruye su pene (es decir, era más fácil la reasignación que la reconstrucción). Según Money, no hay distinción entre ser varón y ser mujer.

Entonces, si el género es algo que se puede modificar (y de hecho, así ocurre) porque se construye culturalmente (y esto sin hablar de la textualidad y lo académico, sino meramente en el ser/sentir), no dista mucho de la conclusión saussureana de la lengua que habla de que todo fenómeno evolutivo comienza en el individuo, como vimos.

La “E”quis (lenguaje inclusivo)

La solución propuesta para este problema es reemplazar la “o”, por ejemplo en “todos”, por caracteres que den a entender que además de referirse a las identidades masculinas que participan de la situación comunicativa, también se refiere al resto de identidades (entiéndase que no hablo por descarte de las mujeres únicamente). Por ejemplo, usar la “x”, así es como obtenemos el “todxs” (esto se ensayaba anteriormente, desde que internet es Internet -léase la mayúscula en la repetición a modo hablar de comunidad- con el “@”).

Por problemas respecto a la traducción de los textos producidos por parte de aplicaciones y programas, para personas no videntes en los dispositivos tecnológicos que usamos, y por los problemas que trae en la lectura que hacen las personas disléxicas, se comenzó a utilizar la “e”. Así tenemos, “todes”.

La “E”quis en la historieta

El lenguaje inclusivo en la historieta argentina es un fenómeno relativamente nuevo, es traído como recurso para integrar todos los géneros en el mismo enunciado, una nominación verdaderamente neutra.

No me importa tanto (en esta precisa nota, no en general) armar el archivo, en orden cronológico, quién lo usó primero (probablemente un fanzine que no conozco) y quién último. Sino que me interesa analizar, dentro de la selección que hago (que, dicho sea de paso, es prácticamente la misma que he utilizado para el proyecto de lo lesbiano en la historieta argentina), cómo es usado, para qué es traído, a quiénes nombra, a quiénes integra, qué identidades se esconden tras esas nominaciones, qué pronombres aparecen.

En busca de la “E”quis (en mi biblioteca)

“A mí me hizo sentirme fuegah y empoderada. Me cabe mucho usarlo con otrxs” reza la protagonista en Cinturongas (2019) de Sukermercado, un fanzine que crea en colaboración con Kinky Vibe para hablar abiertamente del uso de este objeto de placer sexual. “El arnés es genial para juegos de roles” es el subtítulo de esa viñeta en que se utiliza el lenguaje inclusivo. Como hemos visto, la amplia bibliografía de Sukermercado se ha encargado de la construcción de personajes que rompen la hetero-norma, así que no es sorpresa encontrarse con este uso del lenguaje en sus páginas. Construir una identidad disidente viene acompañado de la responsabilidad de designarla: ¿cómo nombro a alguien que no es parte ni de una categoría genérica ni de otra, a alguien que no se condice con una organización social binaria? Es necesario un lenguaje que amplifique la concepción de género que construimos. En la tarea por la construcción de géneros disidentes en la historieta ¿qué viene primero: el lenguaje inclusivo, o los cuerpos no-normativos?

En la historieta mencionada, la autora hace uso de la “x”, pero ella misma en Si mojás me enciendo (La Pinta, 2018) utiliza la “e”. ¿Qué importancia tiene este cambio?. Esta vez es usado cuando Sofi, la mejor amiga de la protagonista dice “juntes” cuando se refiere a una cita entre ella y Tomás, su interés amoroso: ella siempre es designada con pronombres femeninos y él con masculinos, esto habla de un uso del lenguaje inclusivo no para referir a géneros no binarios sino para incluir a la mujer en el discurso.

interior si mojas me enciendo
Conversación entre Sofi y Luisa de Si mojás me enciendo, de Sukermercado

Macarena García Cuerva, en Pibas (Hotel de las Ideas, 2019), utiliza la “x” en la primera persona del plural en “todxs” cuando refiere a que nos gusta el drama (los personajes protagónicos de esta micro historieta están hablando de las películas con contenido lésbico) y, en la misma antología, Femimutacia en la primera persona del singular primero, y para designar a otros personajes después, dando a entender que tanto la identidad de lx protagonistx como de esos otros personajes rompen con el binarismo socialmente impuesto a propósito de las categorías genéricas. También hace un llamativo uso de la x: “xadres”, la “x” para reemplazar la “m” y la “p”. Si bien el lenguaje inclusivo es político en sí mismo, el uso de la equis reemplazando no solo una palabra sino un rol (que tiene una carga importante en términos de división sexual del trabajo) politiza tanto el término como el uso del lenguaje inclusivo aún más: no estamos hablando del rol de una madre en particular, o el de un padre; estamos hablando de un rol compartido (muchos denominan a este modelo como mapaternidad).

interior pibas femimutancia
Participación de Femimutancia en Pibas y su uso del lenguaje

Siguiendo más de cerca el trabajo de Femimutancia (quiero reiterar que estoy hablando del material que tengo en mi biblioteca personal): así como en su participación en la segunda publicación recopilatoria de Clítoris (“Relatos gráficos para femininjas”, Hotel de las Ideas, 2017) no hace uso ni de la equis ni de la e porque no hay oportunidad de ello en los diálogos; y, en su intervención en Historieta LGBTI (Emr, 2017), utiliza pronombres femeninos. Sin embargo, en Alienígena (Hotel de las Ideas, 2019), su obra más aclamada, vuelve a aparecer la “x”: la identidad es un concepto cuestionador para estx autorx, que es disruptivx. La identidad se presenta como interrogante no porque esté como ausente, sino porque está pero no desde el binarismo a la que la modernidad nos acostumbró. La propia María Ibarra, en el prólogo de Alienígena, nos habla de otras identidades, “otrxs cuerpxs” y de lo post-humano. Una vez más, aparece la corporalidad para respaldar esa interrupción de la norma, así como el lenguaje.

Volviendo a mencionar Historieta LGBTI: la voz de Lucas Fauno (que está puesta en viñetas a cargo de Maia Debowicz)  emplea el lenguaje inclusivo a través de la “x” para auto-designarse, para nombrar la identidad que le compete, para ser unx Drag Queer.

Finalmente, en ¿Cuáles son los colores de la mañana? (Deriva Editorial, 2022), Beibi Kebab también habla de un “nosotrxs” que se alterna con un “despiertos”. La alternancia hace que el uso del masculino acentúe lingüísticamente el efecto de inclusión: se está hablando de todos y de todxs.

beibi kebab interior cuales son los colores de la mañana
"Nosotrxs" en ¿Cuáles son los colores de la mañana?
cuales son los colores de la mañana interior
"Despiertos", en el mismo cómic

YAPA 1:

¿Qué pasa cuando no hay lenguaje inclusivo, pero hay un cambio “repentino” (entre comillas porque entendemos argumentalmente que la construcción del personaje es anterior y posterior al fragmento narrado) de pronombres? ¿Qué pasa en las transiciones? Como ocurre en Muñeca Rota de Román S. Sovrano, en Historia LGBTI: una niña trans que cambia su pronombre cuando toma el valor de ser quien es.

YAPA 1.2:

¿Qué pasa cuando no se quiere hablar de “une” o “unx”, sino de “él” y “la” a la vez? ¿Qué pasa con aquellas personas que se identifican con ambos géneros al mismo tiempo, las personas pangénero? ¿Cómo auto-designarse?

En la primera publicación de Clítoris (“Sex(tu)alidades en viñetas”, Hotel de las Ideas, 2014), en la micro historia de Eleonora Kortsarz, aparece un personaje que es “él/la”: Dios/Diosa, padre/madre.

YAPA 1.3:

Otro uso del lenguaje: el “somos”.

La protagonista en Geoda (Dañela Magnelli, Estudio Mafia, 2021) es “ella”, pero en un momento, casi al final, es absorbida por un vórtice en donde se encuentra a sí misma. Por un instante, ella es ellas. Son. Acá no estoy diciendo que la protagonista sea pangénero, estoy hablando meramente del uso de la lengua.

YAPA 2:

¿Qué pasa cuando la construcción lingüística de toda una lengua habilita a los escritores a utilizar el lenguaje con “misterio” a la hora de la designación? Como cuando un personaje no tiene un género concreto hasta que no es puesto en escena, por ejemplo. ¿Qué pasa cuando el they/them no tiene forma de ser resuelto en nuestro idioma? ¿Cómo mantenemos un uso correcto de la lengua en pos de mantener el argumento intacto?

Ovnipress, en su línea de manga, tomó una decisión editorial muy importante: el uso de la “e” en Tierra de las Gemas (manga de Haruko Ichikawa):

La última página del tomo 01 de Tierra de las Gemas de Ovni reza:

En la Tierra de las Gemas, los personajes protagonistas son agénero. Es decir, no se identifican con ningún género (ni tienen concepción de tal). Para respetar la voluntad de la autora y de la editorial japonesa, en la traducción al español se evita utilizar adjetivos y pronombres que les asignen uno. En los casos en los que esto es imposible sin comprometer la traducción, se optó por el recurso no normativo del lenguaje no binario terminado en “e”.

interior tierra de las gemas
"Médique" en La Tierra de las Gemas

Le pregunté a Matías Mir, editor de OVNI Manga, acerca de este hecho para que me brindara más información al respecto, y esto fue lo que me contestó:

Desde el vamos, en Houseki no Kuni ("La tierra de las gemas") los personajes son minerales antropomórficos que existen en el futuro sin ningún contacto con nada de la sociedad humana. Por lo tanto, no tienen conceptos humanos de ningún tipo, incluyendo el género.
Ya era bastante problemático para adaptar, y en la mayoría de los países en los que se licenció adoptaron una movida que mantuviera la neutralidad de género. Creo que solo Brasil e Italia se abstuvieron, pero los Alemanes tuvieron que inventar un pronombre nuevo solo para su edición.
En el japonés, los personajes usan pronombres que se pueden interpretar con marca de género (casi siempre masculinos de algún tipo), pero la realidad es que los pronombres son mucho más complicados que en español, y allá no solo marcan género sino jerarquías entre los hablantes, y eso es lo que refleja en la obra.
Desde Ovni Manga consultamos a los editores de Kodansha si tenían alguna guía de cómo manejar esto. Su respuesta literalmente fue "tiene que mantenerse neutral como ya hicimos en otros países" y nos citaron el ejemplo de España, donde ECC también usó género neutro con "e". También nos remarcaron que la autora insistía en esto.
Después no hay mucho más. En la obra, tratamos de buscarle la vuelta a los diálogos para que no tengan que referirse entre ellxs con género. Si se vuelve demasiado complicado, recién ahí recurrimos a la "e". La realidad es que eso hace que las revisiones de los tomos lleven más tiempo de lo normal, pero no querría que salga mal tampoco.
Y sé que a algunos lectores les cayó medio mal, pero no hay mucho que hacerle. Yo respondo ante la editorial y la autora para sacar esto, y no le voy a decir cómo es su obra porque a algunos argentinos no les copa. Por suerte a la serie le va muy bien, con polémica y todo.”

Desprejuiciados son los que vendrán...

Entiendo que muchos aquí podrán estar más o menos a favor de la utilización del lenguaje inclusivo en la labor escritural en general, pero más aún en el espacio del noveno arte. No es mi menester convencer a mis potenciales lectores de abrazar este uso, simplemente me di a la tarea de rastrearlo en nuestra historieta y preguntarme por sus efectos.

Tal vez la pregunta no pasa tanto por la urgencia de escribir de una forma u otra, sino quizás por lo que esa escritura intenta dar cuenta: identidades disidentes, repensar las familias, mundos nuevos posibles.

Al mismo tiempo, y contradiciéndome, sí creo importante reconsiderar la lengua de que disponemos para nominarnos. No solo por la nominación per se, sino por las realidades (identitarias) que el lenguaje ayuda a construir, y que el representacionismo gráfico pone en evidencia. La lengua es completamente maleable y se adapta a las abstracciones que queremos comprender.

Como estudiante de antropología, no puedo evitar pensar la lengua española como empresa colonizadora y como institución. A partir de esto, clarísimo está que me gusta toparme con el uso del lenguaje inclusivo porque siento que busca romper ese, a la vez que sis, cis-tema. Sin embargo, comprendo la incomodidad (no solo interpelación en términos políticos, sino la incomodidad como tal a la hora de la lectura) y el malestar. Pero creo que, después de todo, esa es la idea.
 

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Escrito por:
Florcis Pérez
 Me gusta el helado de menta y los caramelos media hora.
Florcis Pérez
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