Directo desde Tokio es una columna donde se repasa, mes a mes, todas las novedades de la app Manga Plus de Shueisha. Reseñas de títulos destacados, información sobre las series que se vienen (y las que fueron canceladas), especulaciones sobre el “ranking” de la Weekly Shōnen Jump. Todo para sumergirse en la versión digital de la revista de historieta más vendida del mundo.
Que a las editoriales japonesas no les gusta nada el tema de la piratería no es nuevo. Tampoco lo es que estas actúen con fuerza contra ella. Regularmente pueden leerse noticias acerca de portales de manga que cierran, así como de scanlators apresados por la policía nipona. De hecho, durante muchos años, y hasta décadas diría, la vía punitiva fue la única seguida por estas empresas para combatir con la distribución ilegal de las obras que editaban.
Hoy, eso ha cambiado un poco. Manga Plus, la app de lectura oficial de Shueisha que ocupa a esta columna es claro signo de ello. Aprendiendo tarde la lección que Netflix y Spotify han demostrado para otras ramas de la industria del entretenimiento, las editoriales japonesas han caído en cuenta que para disuadir la pirateria no solo alcanza con el palo, sino que también tiene que haber una zanahoria: hay que ofrecer una alternativa digital legal y práctica si se espera que los lectores cambien sus hábitos de consumo.
Pero eso no significa que las denuncias y acciones legales hayan cesado. Este mes pasado trascendió que las “cuatro grandes”, es decir, Shueisha, Kodansha, Shogakukan y Kadokawa elevaron una demanda contra el sitio de hosting Cloudflare Inc., argumentando que era utilizado por uno de los sitios de piratería más grandes de Japón. Ya no contentas con cargar contra los sitios de manga en sí, ahora van contra las plataformas que las almacenan con la intención de cortar el problema de raíz.
Lo cierto que es que este es un problema complejo con muchas aristas que demandaría una o varias notas para desenredarlo. Pero vale sentar algunas posiciones básicas. Primero, la práctica y consumo del scanlation, ilegal como es, ha sido instrumentales en la difusión de la lectura de manga de este lado del mundo, tanto como la emisión de anime en la televisión. Incluso si algún día lograran erradicarlo, su lugar en la historia del desarrollo de la industria es imborrable y ha beneficiado a las editoriales y al manga como producto cultural en general.
Segundo, algunas aristas del problema tienen raíz en prácticas comerciales que las editoriales se resisten a cambiar. Por ejemplo, distribuir las revistas con casi una semana de anticipación a la fecha de venta en combinis y otros puntos de venta. Es por eso que la versión scanlation de los mangas más populares aparecen ANTES que la oficial.
Con un futuro (casi) completamente digital para el manga, lo más seguro es que en cuestión de unos años estas brechas se terminen de cerrar. Pero, mientras tanto, Shueisha seguirá peleando contra sus molinos de viento.
Antes de seguir, una noticia en desarrollo. El mes pasado habíamos informado que un comunicado de Crunchyroll dejaba entender que la película Jujutsu Kaisen: Movie 0 llegaría a Latinoamérica. Bueno, lo que era sospecha ahora ya es una certeza, apareciendo programada como vemos arriba en una de las cadenas de cine más grandes de Argentina. De seguro en el curso de estas semanas se habilita la pre-venta de entradas, como ya es costumbre.
Kaiju N° 8
Que a nadie le cabe duda que el futuro de la Jump es digital es demostrable con el caso de Kaiju N° 8 de Naoya Matsumoto. Una sola lectura del primer capítulo deja en claro que este manga tiene todos los ingredientes para convertirse en el próximo shōnen de peleas de moda. Lo cual efectivamente está pasando, como indican las múltiples nominaciones a premios y los números de venta/lectura, que se acumulan en los millones. Sin embargo, los mandamases de la editorial decidieron en julio de 2020 que debutara en Jump+, la plataforma digital hermana de la insigne revista, y no en la versión de papel. Una tendencia que Spy x Family de Tetsuya Endo y la inminente segunda parte de Chainsaw Man de Tatsuki Fujimoto subrayan. Los “pilares” del semanario se van terminando (más sobre eso debajo), y sus herederos naturales aparecen no ya en tinta y papel, sino en bits.
¿Pero que tiene Kaiju N° 8 que la hace tan atractiva y exitosa? Pues como suele ser el caso en este tipo de hits de la Jump, lo que mejor hace es tomar la fórmula establecida del shōnen de pelea y ejecutarla con experticia. En ese sentido, diría que el mejor adjetivo que le cabe a la obra de Matsumoto es solidez. Acá no van a encontrar el espíritu experimental de Chainsaw Man o Dandadan, ni la soltura de trazo en la acción de Sakamoto Days, por nombrar otras favoritas contemporáneas. Lo que si van a encontrar es un mundo con elementos trillados pero usados con ingenio, un elenco de personajes a los que le agarrás cariño y un dibujo limpio y claro que es capaz de transmitir con igual eficiencia un chiste tonto y una pelea épica entre kaijus.
El protagonista, llamado Kafka Hibino, llamado así en una referencia al cuento “La Metamorfosis”, tiene mucho del arquetipo del héreo shōnen contemporáneo. Ya no es un bendecido talento natural como Oliver Atom, sino un tipo de corazón noble cuyos sentimientos heroicos no se condicen con su capacidad física, viéndose reducido a abandonar sus sueños heróicos y trabajar de maestranza.
Esto, claro, hasta que un hecho fantástico lo convierten en la esperanza de la humanidad. En este caso, comerse sin querer una criatura que le permitirá transformarse en el Kaiju N° 8. Ahora, Kafka es tanto una potencial amenaza a los ojos de sus superiores del Cuerpo de Defensa, como la mejor arma que tienen contra la amenaza de los Kaijus que aterroriza el mundo desde hace años.
Como afirmaba más arriba, la historia de Kafka se desarrolla en un mundo lleno de tropos y clichés conocidos (los monstruos nipones gigantes, la organización gubernamental creada para destruirlos, las armas poderosas y únicas con las que se los puede enfrentar), pero Matsumoto los presenta con buen tino y ritmo. Ayuda también un elenco de personajes bien caracterizados que rodean al protagonista y se prestan tanto para el ida y vuelta cómico como para algún sacrificio épico o asistencia inesperada en las batallas. Se destacan por ahora el excéntrico Capitán Gen Narumi, el dedicado Vice Capitan Soshiro Hoshina y la colega Kikoru Shinomiya, que vendría a ser una suerte de Asuka menos traumada.
Con menos de 60 capítulos publicados a un ritmo de uno cada dos semanas, todavía queda mucho del mundo de Kaiju N° 8 por descubrir. Incluyendo un anime hit que de seguro esta en el horizonte próximo (¿2023 tal vez?). Ciertamente eso es lo que apuestan las editoriales occidentales que, en el contexto de un boom editorial del manga, han apostado fuerte a este nuevo caballito de batalla como pudimos ver, por ejemplo, en Francia.
Un affichage colossal de 45 mètres de haut pour le lancement de #KaijuNo8 en France 💥
Le tome 1 du manga de @ringo_inuS est disponible en librairie dès maintenant ! pic.twitter.com/k2WAo0ReOJ
— Kazé (@KazeFrance) October 7, 2021
Más cerca de casa, Ivrea prepara la edición local, que se espera llegue a comiquerías argentinas antes de mitad de año. Claramente, lo Kaiju N°8 recién está empezando
Un final y dos comienzos
El índice de la Jump viene de unas semanas de muchas novedades. Primero, el debut de dos nuevas series:
Akane-banashi de Yuki Suenaga y Takamasa Moue: comedia muy japonesa que se desarrolla en el mundo del rakugo, una forma particular de monólogo teatral en la cual el rakugoka busca capturar la atención y la risa de los espectadores con su experticia para contar cuentos y encarnar personajes, todo sin moverse de la postura seiza. Tras la muerte de su padre, aspirante rakugoka, Akane se lanza a triunfar en el conservador mundo de esta forma de arte escénico. El dibujo de Moue es muy atractivo, pero la historia es muy específicamente japonesa, lo cual puede ser bueno o malo dependiendo de cuanto conecten los lectores locales.
Earthchild de Hideo Shinkai: un manga con planteo tan enredado que el primer capítulo parece una serie completa comprimida en 60 páginas. Un chico japonés de secundaria se topa sin querer con la superheroína secreta, pero el amor a primera vista que siente por ella evita que le puedan borrar la memoria. Lo que parecía una comedia romántica a lo Katsura se vuelve una tragedia cuando ella se sacrifica defendiendo la Tierra, dejándolo a Reisuke solo con su bebito, quien parece ser ahora el nuevo earthchild. Es decir, un humano con poderes sobrenaturales nacido para defender al planeta como lo fue su madre. Como dije, el planteo es enrevesado, asi que será cuestión de darle unos capítulos más para ver como encara.
En cuanto a la serie que terminó para hacerle lugar a las novedades, no fue ninguna de las novatas que venían trastabillando en el índice, sino que fue Dr. Stone de Riichiro Inagaki y Boichi. Tras cinco años de serialización y 232 capítulos recopilados en 26 tomos, las aventuras científicas de Senku y compañía han llegado a su fin. Un manga muy popular con los lectores japoneses de la Jump, pero que nunca llegó a las alturas a las que nos tienen acostumbrados los “pilares” de la revista.
¿Esto quiere decir que las series menos populares tienen un respiro? Si, aunque el hacha nunca está demasiado lejos en la Jump. Por lo pronto, todo parece indicar que los mangas que debutaron en la tanda anterior (Doron Dororon, Ayashimon y Protect Me, Shugomaru!) no han tenido tan buena recepción entre los lectores nipones, pudiendo encontrárselas regularmente al fondo del índice. Lo cual es una pena, porque como fan de Jigokuraku quiero que le vaya bien a la nueva historia de Yūji Kaku. Veremos qué pasa. Por lo pronto, Maporo 3-Gō suspira con alivio. Nos leemos el mes que viene.
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me comentaron en la tienda de https://www.katanacomics.com.ar que no venden muchos tomos, será que la mayoria de los fans siguen comprando tokyo revengers, demon slayer, chainsaw man, etc, prefiriendo terminar de coleccionar un manga, antes de empezar otro, por el tema del dinero?