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EL CINE DE MARVEL A TRAVES DE FOX (20th CENTURY STUDIOS) Parte 1

AUGE Y CAIDA DEL REINADO MUTANTE (2000-2017)

Marvel a traves de Fox Studios

Hace poco se cumplieron 20 años del estreno de la primera trilogía de X-Men y sin dudas podemos coincidir que estos filmes fueron el inicio de un ciclo que, hasta el momento, no tiene visos de finalizar. Con varios estrenos todos los años y con un mundo cinéfilo plagado de héroes que recaudan como nunca en la historia, la pregunta es ¿Este cine creado por Fox tuvo características propias, que lo distinguió de sus competidores? Y más aún: con el ciclo finalmente cerrado por la absorción de Disney ¿podremos seguir disfrutando de un Deadpool irreverente y un Logan maduro, violento y crepuscular, o el filtro de Disney borrará todo lo conseguido?

Superhéroes del siglo XXI

En octubre del 2000, la revista de cine El Amante iniciaba su reseña sobre la película de X-Men dirigida por Bryan Singer y estrenada ese año, de la siguiente manera: “La dificultad de escribir acerca de X-Men estriba en que no todo el mundo conoce la historieta. La dificultad de realizar la película estriba en lo mismo”. Hace poco se cumplieron 20 años del estreno de la primera trilogía de X-Men y sin dudas podemos mirar estas declaraciones con algo de ternura y nostalgia; hoy estamos en un mundo cinéfilo plagado de héroes ignotos y desconocidos pero que recaudan como nunca en la historia, y se hacen un lugar en un universo (y un mercado) expandido cada vez más grande. Un par de datos ayudaran a comprender mejor la profundad de los cambios que trajeron estas producciones. Al iniciarse el siglo XXI, la franquicia mutante junto con Spiderman (2002) de Sam Raimi, inauguraron un ciclo expansivo en dos aspectos. En primer lugar, a partir del estreno de X-Men comenzaron a estrenarse más cantidad de peliculas de superhéroes por año. Antes del 2000, lo usual era estrenar, como mucho, un solo film por año (hay años en los que no hay estrenos). Luego del año 2000, nos acostumbramos a tener un piso mínimo de dos estrenos ininterrumpidos por año, con picos de hasta siete estrenos anuales (como en el año 2017).

 

Desde el año 2000 y hasta la fecha tenemos múltiples estrenos de filmes de superhéroes initerrumpidos
Desde el año 2000 y hasta la fecha tenemos múltiples estrenos de filmes de superhéroes ininterrumpidos

Por otra parte, se produjo un caudal nuevo (y cada vez mayor) de espectadores, consumidores, divulgadores y creadores de contenidos, que al acceder a la internet 2.0 (redes sociales, descargas vía sitios web y luego sitios de streaming) amplificó todo este fenómeno a niveles estratosféricos. Esta abundancia de contenidos y de consumo se vio reflejada en las arcas de las productoras. Desde el 2000 y hasta nuestros días, las películas de superhéroes se ganaron un lugar entre las más taquilleras, ubicándose en ocasiones como primeras en ese ranking: en 2008 The Dark Knight de Christopher Nolan se consagró como el primer film de superhéroes en lograrlo, luego acompañada por The Avengers (2012), Captain America: Civil War (2016) y la dupla The Avengers: Infinity War (2018) y Endgame (2019). Todos estos mega-blockbusters de superhéroes tuvieron como puntapie inicial a las producciones nacidas en los primeros años del siglo XXI.

Y un último detalle, no menor, es muy interesante para mirar la propuesta artística de Fox. Con la compra de Disney, podemos marcar el fin de este ciclo de producciones cinematográficas ¿Hay algo de este cine creado por Fox que las distinga de sus competidoras? Con el ciclo finalmente cerrado por la absorción de Disney ¿podremos seguir disfrutando de un Deadpool irreverente y un Logan maduro, violento y crepuscular, o el filtro de Disney borrará todo lo conseguido? Alla vamos.

 

Llegan los mutantes (2000-2006)

Antes de la llegada de los X-Men, los referentes de películas de superhéroes eran de la franquicia DC-Warner. La saga de filmes de Superman (1978 a 1987) y Batman (1989 a 1997) marcaban una clarísima hegemonía en terminos cinematográficos. Para esos años Marvel intentó infructuosamente lograr productos que funcionara en los cines. Grandes fracasos como Howard the Duck (1986), The Punisher (1989) y Captain América (1990) mostraban un abismo entre las producciones de uno y otro estudio. El caballito de batalla de Marvel fuera de los comics recaía en la exitosa (aunque moderada) serie The Incredible Hulk (1978 a 1982), que logró cinco temporadas, enfocadas en capítulos autoconclusivos y que tuvo tres filmes televisivos

Batman - Cap america
El Batman de Tim Burton enfrentado al Capitán América, Howard The Duck o The Punisher muestra una clara superioridad estética y narrativa  de DC en los cines durante este período

De manera que el reinado mutante comienza al iniciar el nuevo milenio, con un antecedente exitoso logrado por el salto a la televisión de la mano de la serie animada (1992-1994), con cinco temporadas, además de ser una de las series más vendidas de Marvel Comics. En este sentido también debemos mencionar un antecedente cinematográfico esencial: Blade (de 1998, producida por New Line Cinema) mostró una forma novedosa para intercalar efectos especiales, oscuridad (violencia explícita, sangre, vampiros) y la temática super heróica, aunque, hay que reconocerlo, con un antihéroe como protagonista central, al estilo Punisher.

La recepción de X-Men fue muy buena en términos generales, con una recaudación similar a la de exitosa Batman Returns, que la posicionó dentro de las 10 películas más taquilleras del 2000 (en el noveno lugar). La audiencia y el fandom se mostraron interesados en conocer que otras aventuras podían contarse de este universo mutante. ¿Qué fue lo que la hizo merecedora de este caluroso recibimiento en audiencia y críticas? En líneas generales, es la primera vez que Marvel lograba unificar una serie de elementos que ya estaban presentes en las producciones de DC (y también en Blade). Estas características se pueden sintetizar en las siguientes:

1) Buen casting: actores como Ian McKellen, Patrick Stewart y Halle Berry marcaron un piso mínimo de calidad actoral y dramatismo, que se volvió un requisito para darle madurez al género. A eso hay que sumar los hallazgos: Hugh Jackman cautivó a toda la audiencia con un Wolverine que, desafiando al de los comics, reproducía gran parte de lo que esperaba el fandom. También Mystique (Rebeca Romijn) o Nightcrawler (Alan Cumming) para X-Men 2 fueron gratamente recibidos y nos proporcionaron más de una escena memorable.

2) Efectos especiales: si bien hoy quizás no sean del todo digeribles, para esos años fueron adecuados y lograron volver verosímil el mundo de los superhéroes. Los efectos son esenciales para estas películas, no sólo por el impacto visual propio de un blockbuster, sino porque permiten hacer de argamasa para transitar las escenas más cotidianas de acción con aquellas que son propias del mundo superheroico, y que eran indispensables (no era aceptable que Cyclops no arrojara sus rayos o que Storm no volara y generara tormentas). De esta manera las secuencias de autocuración de Wolverine, las transformaciones de Mystique o los rayos de Cyclops no son escenas menores, sino que fueron los cimientos sobre los cuales sentar las bases de futuras escenas memorables.

3) Transiciones a la pantalla grande: adiós a los colores chillones y a los trajes de lycra. Los X Men de estas primeras películas parecen mas cazavampiros al estilo Blade (cuero negro, casi imperceptibles variaciones entre los trajes) que el equipo multicolor usual en los comics. Pero además de la vestimenta, un desafío enorme fue el de lograr una transición que se saliera de las batallas y el tono excesivamente histriónico y simple de los comics de publicación regular (peleas con escasa fundamentación, un backup infinito de idas y vueltas de guion muy difíciles de traducir en la pantalla, repeticiones y reboots de personajes), así como también las sagas demasiado ambiciosas.

4) Un mensaje más allá del pochoclo: algo que ayudó a que la película fuera bien recibida por la crítica es que tomó como eje central la cuestión de la inclusión y la exclusión, el racismo y otras cuestiones similares. Es la primera aparición fílmica del dilema Magneto vs Xavier, con sus miradas sobre la diversidad, la inclusión y la resistencia o tolerancia ante las injusticias raciales.

En síntesis, un elenco estelar, un presupuesto generoso en efectos especiales y un guion que, con los pies en la tierra, logró captar a quienes no conocían del mundo mutante, produjo empatía y llegó a un público habituado a Batman y Superman, pero no a los mutantes y su universo. Estos X-Men del 2000 tienen también mucho de Blade, pero también es innegable la influencia del Batman del '89 de Burton: escenas de acción dosificadas pero memorables, buena construcción de personajes y tiempo en pantalla de lo que vinimos a ver (a Batman en el '89 y en los 2000 a Wolverine)

Pero a pesar de este despegue exitoso (la única otra película de superhéroes que para entonces le hace competencia son las Spiderman de Sam Raimi, hablamos de ella en otro artículo si quieren), Fox tuvo grandes problemas para salir de la temática mutante. Daredevil (2003) y Elektra (2005) fallaron al momento de proponer algo más: reciben críticas demoledoras, además de una recaudación baja, y en menor medida también lo hace 4 Fantásticos (2005), que se suponía que aportaría un tono más familiar y de comedia (las críticas no son tan malas pero consigue un puntaje menor a las X-Men). En otras palabras, cuesta salir del tono logrado en X-Men, ya sea profundizándolo (con más muerte y pesimismo como en Daredevil) o tratando de aligerarlo (con 4 Fantasticos). La expansión fuera del mundo mutante era decepcionante. A pesar de un buen elenco y de manejar un presupuesto interesante, los últimos dos puntos señalados (una buena transición del comic a la pantalla, y una temática que vaya más allá del pochoclo) no se lograban. Una señal extra de preocupación fue el estreno de Batman Begins en 2005, que se volvió la película más taquillera de superhéroes de ese año.

Aun asi, con estos tropezones, para mediados de la década del 2000 Fox era la única productora que sacaba más de una película de superhéroes por año, y que se arriesgaba a proponer figuras ignotas para gran parte de los cinéfilos (como Elektra o Daredevil).

Primera crisis (2007-2010)

El año 2008 es un punto de quiebre en el cine de superhéroes. La salida de Iron Man de Jon Favreau y la imbatible The Dark Knight de Nolan (fue la pelicula de superhéroes que hasta entonces más Oscars había ganado y la más taquillera de ese 2008) ponen en aprietos al ya desgastado proyecto de Fox. A esto se sumaba que la franquicia mutante había cerrado su trilogía con X-Men: The Last Stand (2006), un filme que tuvo una recaudación aceptable pero insuficiente (fue la de mayor presupuesto de la trilogía y la menos rentable en términos de costo-beneficio), recibió críticas muy duras y una recepción fría de los fans. Mientras tanto, la secuela de 4 Fantásticos, 4 Fantásticos y Silver Surfer (2007) recibió peores críticas y una recaudación menor a su primera entrega.

La apuesta a lo nuevo para Fox parecía recaer en las aventuras en solitario de Wolverine, para entonces un ícono de la franquicia mutante, que debutó en el 2009 con una película propia. Todo parecía anunciar que con un background de peliculas previas y un fandom ya construidos, la pelicula rompería todos los records. No obstante, los escándalos de filtración (salió una edición sin el pulido final de efectos especiales que se encontraba en todas las ferias y centros de venta clandestina de DVD's) además de una recepción que no fue mala pero que no alcanzó a convencer ni a ejecutivos (recaudó menos que las dos últimas X-Men) ni a la audiencia, ponía en riesgo el futuro a largo plazo de los mutantes, generaba dudas y daba la sensación de que no se hallaba un camino claro donde conservar la franquicia.

wolverin
La película en solitario de Wolverine falló al expandir el universo mutante de Fox y comenzaron a poner en peligro las finanzas de estas producciones

Fox quedaba en una posición incómoda, con logros en su haber pero también con resonantes fracasos. En simultáneo Disney preparaba el proyecto Avengers y sería necesario replantearse con qué estrategia confrontarlo.
No alcanzaba con Hugh Jackman, había que repensar la franquicia.

Sigue en parte 2

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Maximiliano Fi…
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