Vi en estreno Star Wars Episodio VIII – Los Últimos Jedi, la cual fue dirigida por Rian Johnson. Y antes de seguir con este artículo quisiera hacerles saber cuál es mi relación personal con la franquicia.
La realidad es que no soy un gran fan de la saga. Tampoco es que no me mueva un pelo. Tengo algunos comics específicamente sobre Darth Vader en mi biblioteca ya que desde chico que gradualmente fue creciendo mi admiración por este villano en particular. Aunque no comparto lo mismo por su anterior identidad de Anakin Skywalker, cuyo desarrollo de personaje fue decepcionante en las precuelas. También tengo en mi mesita de luz una figura de lo que sería una “mujer de arena” cuya espalda lleva, tal cual chombita boliviana, a un muñequito que vendría a ser su hijo. No es que ese precioso adorno de plástico represente una fuerte conexión simbólica entre mí y el space opera imaginado originalmente por George Lucas, simplemente me era muy atractiva de tener por lo pintoresco de sí misma.
¿Pero a que fui con todo eso? ¿Cuál es mi punto? Que a pesar de que no soy un admirador acérrimo de la saga, tampoco soy un completo extraño. He visto en algún momento de mi vida cada una de las películas de Star Wars. Ya sea en el cine mismo o enganchando de casualidad alguna por Canal 13. Ni hablar de otros formatos como videojuegos, series y los ya mencionado comics. Hasta en cierta fiesta de cumpleaños con temática de disfraces he ido como un Darth Vader de cotillón. Pero tampoco es que tras cada lanzamiento de peli nueva me he hecho previamente una maratón completa de la saga. Es con todo esto informado que diré que soy quizás un tanto indicado para reseñar Episodio VIII ¿Por qué? Porque justamente no voy a ser ni completamente subjetivo como fanático (tirándole puras flores o puras piedras) como tampoco voy a ser de palo ignorando el complejo trasfondo que hay detrás de toda la historia. Así que sin más preámbulos…

Bien, esto va más que nada para lo que entienden tanto de la saga en sí como de su construcción narrativa. En esta nueva entrega tendremos el famoso Viaje del Héroe de Joseph Campbell siempre vigente. Para quienes no saben de qué se trata lo resumo de esta manera: Libro publicado en 1949 que pretenden enlazar toda historia contada, desde la religión hasta grandes franquicias de aventura, en 12 etapas que debe recorrer cualquier héroe arquetípico. Desde el legendario Hércules, el mismísimo Jesús de Nazareth, hasta, como no, el propio Luke Skywalker en la trilogía original. Y es que Jorgito Lucas mamó directo de Campbell y su viaje para armar toda leyenda de este joven aprendiz de Jedi.
Ahora con eso yo no les dije realmente mucho. Pero es porque quiero pasar a otra pretenciosa referencia sobre narrativa más. Porque mi impresión general de lo que fue The Last Jedi se puede resumir como un entero Save the Cat, la contraparte al viaje Campbelliano para crear éxitos de taquilla producto del análisis minucioso de Black Snyder. Y es que mientras Georgi mamó directo del monomito del héroe para establecer lo que sería su más grande franquicia, el ratón Mickey sabe muy bien como apretujar las ubres de gatos salvados para exprimir todo lo que haya osado comprar. Eso e invertir siempre en un muy buen CGI (aprende de una puta vez DCUE)
¿Pero acaso esto que estoy diciendo es malo? No... tanto. Lo último producido por Lucasfilm junto a Bad Robot y lo distribuido por Walt Disney Pictures no es para un entero fiasco como algún que otro típico fatalista quisiera presumir. La película es muy entretenida de ver y hasta considero que ha superado a su predecesora. De hecho, mientras que Star Wars Episode VII – The Force Awakens me había parecido demasiado calco de A New Hope, esta actual entrega se forma en una suerte de esquema/anti-esquema de El Empire Strikes Back. Para hacer más entendible a lo que me quise referir: Episodio VIII sigue más o menos con la estructura narrativa de Episodio V pero corta en seco en varias escenas claves dando un giro completamente inesperado al espectador. Mientras que J.J. Abrams pareció jugar mucho con la nostalgia cuando le tocó tener la pelota en sus manos, Rian Johnson amagó con lo predecible y anotó algún que otro puntito con las jugadas inesperadas (aunque posiblemente en base a criticas hecha a la anterior). Eso sí, a tener en cuenta que el director de la anterior película también estuvo metido en esta pero con el rol de productor ejecutivo. De mi parte aplaudí aquella decisión creativa ya que aportó mucho a la subida de apuesta y logró el efecto Snyderiano que se pretendía. Eso sí, el referido efecto es para vender y complacer a las masas.
No esperen emocionados que llegue a ser comparable con la puesta de escena Shakespearana que alguna vez fue el mítico Episode V. Pero aun así, gracias a esto nuevos giros de esquemas es que entonces el ya ansiado Episodio IX deberá tener una impronta casi o completamente propia respecto a sus predecesoras de la trilogía original.

Cambiando entonces de lenguaje pretencioso a un tipo de reseña más simplista. Quiero explayar lo que vi en pantalla con el menor spolier posible como así recalcar detalles tanto positivos como negativos. La película comienza belicosamente. No pretende que su desarrollo comience suave y gradual. Pone mucho del sacrificio que hubo en el spin off de Rogue One y no se anda con chiquititas, por más que hay que comprender que Mr. Mickey está latente con su bisturí de “¡Esto aún debe ser para toda la familia, AJA!”. En fin, apertura dramática que situará entre la espada y la pared a la Resistencia respecto a su conflicto militar con la Nueva Orden que veremos de las manos de los personajes de Leia y Poe Dameron.
Luego la historia ira alternando entre lo que será la línea de anteriores personajes mencionados como de los otros protagonistas y antagonistas como así nuevos rostros a figurar. Rey tendrá su complicada dinámica con un viejo y desilusionado Luke Skywalker muy reacio de entrenarla como de así ser partícipe del conflicto. También lo veremos a nuestro princeso gótico Kylo Ren desarrollándose aún más como personaje como así estableciendo cierta conexión con la ya mencionada protagonista.
A eso se sumará Finn despertándose de su coma y generando con nuevos personajes una línea propia que no tan solo sumará caras por el momento desconocidas, sinó un escenario nuevo y de estética particular para lo que significa al universo reconfigurado de la saga. Y antes de proseguir, si a alguien le generé un gran spolier avisando la vuelta de conciencia del ex strooper desertor entonces creo que le cagaré alta sorpresa contándoles que mañana el Sol volverá a salir del amanecer desde el Este y se esconderá en el horizonte al anochecer por el Oeste. Onda, para que entiendan más o menos que no les he dicho gran cosa.
Ya insinuado, más o menos y dentro de lo poco como así escaso, es en qué posición se encuentran los personajes principales que pasaré a plasmar mis impresiones personales respecto a la nueva entrega. Como ya dije antes, comenzamos con una escena de acción intensa. Luego veremos cómo se salta de distintos escenarios para que podamos seguir al resto de los personajes. Algo que se verá de echo es una fuerte aparición de Leia interpretada por la ya fallecida Carrie Fisher (Q.E.P.D.). Esta vez sus apariciones serán mucho más recurrentes y recuperará cierta calidad de actuación de la que pareció carecer un poco en el anterior film. Tampoco que pasa a ser la gran cosa, reencarna bien a una Leia Organa envejecida y punto. También hay una escena dramática, la cual protagoniza ,que me pareció al principio un enorme “WTF?!” con la cual recordé cierta información adquirida sobre el personaje y me relaje un poco al respecto.
Justo con dichosa escena pasada como que me cerró una etapa de la película que me pareció entretenida y pasó a lo que me pareció una hora en que solo me interesaba las escenas donde salían Rey y Luke como así otras de Kylo Ren sumándose a su manera. Todo el resto me iba pareciendo un poco “meh” mientras era acompañado de una banda sonora por momentos algo cursi y tonta, como ciertos momentos de comicidad forzados. Defecto a destacar por parte de Disney, la cual que no sabe rebajar la cuota de humor a una historia que necesita un poco más de dosis de solemnidad. Quiero recordar que en las precuelas no fue el ratón quien introdujo por la fuerza a un Tribilín anfibio pelotudeando por ahí con la pretensión de “captar” al público más infantil (de ese aborto de CGI se encargó el propio Lucas). Eso sí, cierta dinámica humorística que se dá de a momentos entre Luke y Rey fluye con mucho más naturalidad. Y debe ser porque tanto Mark Hamill como Daisy Ridley logrando, con muy buena química entre los dos, que todo surja con la mayor facilidad. Cosa que no logra suceder con el personaje de Finn, interpretado por John Boyega, y la tierna pelotita de BB-8.

A resaltar ahora un poco de bondad antes de lanzar algo más de maldad: Mucha más participación e importancia para el personaje de Poe Dameron encargado de ser interpretado por Oscar Isaac. De hecho es con él que comienza la película. Será mucho mejor desarrollada su personalidad como así motivaciones. El propio Oscar hará un buen papel de aquel intrépido piloto de la Resistencia. Hablando de personaje también más desarrollado: A mitad de la película Kylo Ren, representado por un Adam Driver con un poco más de fierros encima, es uno de cuantos serán clave para dar metamorfosis a lo que venía siendo una típica formula de película Disney a un episodio más digno de la saga a pertenecer. Ojo chicos, que por un lado Kylo esclarece mejor sus pesadas motivaciones y así y todo sigue sin cuadrar a la mitad de espectadores. Créanme que dará mucho que debatir a pié de comentarios en memes hechos posiblemente a su costa (o en algunos casos quizás defendiéndolo con increíble ímpetu).
Desde un punto culminante de la película es que todo vuelve a ser mucho más serio como suntuoso. Los chistes empiezan a dejarse un poco de lado, la banda sonora se torna mucho más madura y comienzan las horas críticas. Tanto el Viaje del Héroe como el Save the Cat se comienzan a sincronizar y dan marcha a un producto más satisfactorio para quien buscaba una película épica. Las apuestas aumentan y como espectador comencé a quedarme atrapado. Hasta que llegamos al final y no podes evitar aplaudir, ya sea que te haya gustado de sobremanera o te haya decepcionado. Porque al final la inyección de adrenalina y drama es la suficiente para que consideres que al menos, valió la pena pagar la entrada.
Ahora a destacar ciertos puntos en contra para que nadie me diga “¡No nos advertiste de esto!”. Como dijo uno de los amigos con quienes fuí a verla: Esta nueva trilogía está careciendo de un villano que realmente imponga miedo. No hay un tipo que te parezca una enorme amenaza para el destino de la Galaxia. Todo se va reduciendo en un conflicto de intereses entre puntos filosóficos de ciertos personajes, y listo. Eso mismo se comenzará a apreciar en los giros de tuerca que tendrá el argumento. Es posible que aquello sea la intención original de esta nueva trilogía. La de dar paso atrás a esa lucha de claros y oscuros absolutos para enfrentar en realidad a visiones chocantes entre sí. Es posible que a culpa de ello se sacrifiquen ciertas herramientas atractivas de lo que es un clásico de la cultura popular. Quizás atraiga más a un nuevo tipo de público ya harto de entrada de que se le intente engatuzar con tanto malo maloso como buenos buenísimos.
Otro punto negativo a destacar es que varias de las promesas hechas apenas siquiera son cumplidas. De hecho te rompen varias ilusiones de las construidas antes del estreno. Vendieron humo con bastantes cosas. También fallarán en la vuelta de personajes que en realidad siguen sin hacer ningún meollo a la trama. Solo Fantasmas de la B que fueron construidos originalmente para vender figuritas y seguro introducirlos en las tramas de videojuegos y comics a vender. Una lástima porque podrían haber ofrecido más con todo lo que no supieron introducir mejor. A eso también agregale ciertos agujeros en el guión que, según mi humilde opinión, fueron a propósito para generar aún más ese dichoso merchandising.
Como último punto a criticar hay ciertos sucesos que aparentan no tener una buena explicación. Quizás porque hubo un corte de escena de más, tal vez cierto problema de iluminación o posiblemente no consideraron que fuera relevante. Pero aunque sabemos no se puede complacer a todos, mucho menos a los fans más quisquillozos de una obra tan popular como Star Wars, deberían tener un poco más de delicadeza a la hora de cuidar a tú público más fiel, porque son ellos a quienes se les dieron unas tres precuelas no muy provechosas y quienes se encargaron de señalar con nariz tapada el mal olor que aun así se les sentía. El Diablo está en los pequeños detalles y pretende ser señalado con sables luz de juguete.
Así y con todo eso, esta nueva trilogía será mucho mejor que los Episodio I, II y III. Tampoco que es tan difícil lograrlo. Se mantenía ese miedo en el aire de que no se logrará pero se logró. Varios seguro aún deben sentir ciertos gases tóxicos pululando alrededor. Es lo que hace que no pueda superar pero por lejos la TRILOGÍA ORIGINAL, la cual pongo en mayúsculas para que se entienda el tamaño descomunal de la sombra en donde se intenta crecer.

Es hora de ir cerrando este artículo. Tengo esa necesidad de irme con algo que sea lo más acertado posible. Creo que Disney demuestra que no es lo peor que le pudo haber pasado a la saga. Corre igual con la suerte de poder contrastarse con otra serie de episodios que fueron más desastrosos. Tampoco es que logra imponerse como lo mejor que le haya sucedido, ni por lejos. La fórmula que logró levantar ciertas pelis y personajes del universo cinematográfico de Marvel no parece ser absolutamente servicial al groso producto que Disney se atrevió a comprar. Aunque sí hay que hacer nota de que sus efectos especiales son muchísimo menos pedorros de los que solo disponía Lucasfilm en su momento (proezas en su momento). Mezcla de un CGI avanzado con la utilización sabía de buena utilería, el ratón no tiene miedo en aportar buena parte de sus ahorros para darnos algo visualmente impresionante. Luego el traspaso de un reinicio poco atrevido a una continuación más osada ha logrado crear un buen efecto de contraste. El engaño al espectador es bien utilizado para convertir cualquier previsible en imprevisible. Aun así tiene ciertas faltas que son típicas de querer que sea apto para todo público. Especialmente dirigido a jovencitos que querrán comprar los comics que les explique ciertos “aéreo-ventilas” de la trama.
En conclusión: se tiene una entretenida película para ir a ver al cine. Mucho más siendo que se estrenó a mitad de Diciembre y se van acercando aún más las fiestas. Tiene sus abolladuras marca Disney World. No vayan con las más enormes de las expectativas. Así y todo, vayan a verla. No se la pierdan en pantalla grande que para aquella hecha está. Y hagan su propia apreciación como así sus críticas al respecto. Sean buenos o sean malos con la nueva que se estrenó de Star Wars. Pero no se la pierdan porque Los Últimos Jedi ya están en cartelera.