¡Woooojoooooo! ¡Pasó el 5 de enero y la gente de Cartoon Network nos dio dos episodios más de Steven Universe! Y no se tratan de dos capítulos cualquiera ¡No señores! Porque se nota que Rebecca Sugar y su equipo saben jugar muy bien con nuestras expectativas. Pero bien, antes de seguir tengo que advertir que este artículo contendrá puro spoilers. Así que si aún no viste los capítulos 11 y 12 de la quinta temporada como yo, te sugiero ir a verlos ahora. Solo vas a perder apenas un poco más de 20 minutos de vida. Así que…¡¿Qué andás esperando?! ¡Andá a mirarlos! ¡AHORA!
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¿Bien? ¿Ya los viste? ¿No terminaste todavía? Bueh, te espero un poco más.
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¡Bueno! ¡Basta! ¡Ya te esperé lo suficiente! Ah, cierto. Esto es un texto escrito. En fin, prosigamos.
Tenemos ante nosotros dos nuevos capítulos de esta gran serie estrenados el quinto día de este nuevo apestoso año. Lars de las Estrellas y Selva Lunar. Haciendo sinopsis de ambos, empezamos con Lars de las Estrellas: Steven y Connie van a visitar al reanimado Lars, para enterarse que él y las gemas “defectuosas” de Homeworld han robado su propia nave estelar, el Incinerador Solar, y se han vuelto una tripulación de, por así decirlo, “piratas especiales” (ni siquiera vi aquel anime y hasta yo capte tamaña referencia a Capitán Harlock). Pero detrás de ellos tienen a Emerald, una especie de almirante estelar de Homeworld, que los viene persiguiendo desde hace rato por haberle robado el mismísimo Incinerador Solar. Mientras tanto Lars, que nos deleita con un orgásmico “Bingo Bongo”, vuelve a papel de pendejo caprichoso cuando Steven le muestra que Sadie está haciendo su vida sin él. Estando todos en peligro, tanto Steven como Connie intentan sacarlo de su idiotez autista, y en eso se fusionan involuntaria pero convenientemente en Stevonnie. Nuestro capitán rosadito vuelve en sí y le retruca a Emerald con arriesgadas apuestas tácticas. Todo termina involucrando un plan en donde Lars debe dejar su puesto para maniobrar una nave individual y abandonar la tripulación, pero Stevonnie se ofrece a suplantarlo. “Qué más pim y pam” el plan funciona y chau Emerald. Pero nuestra hermafrodita fusión preferida se termina estrellando en la Luna de un extraño planeta, perdiendo así toda comunicación con la tripulación del Incinerador Solar.
Pasemos entonces al siguiente capítulo: Selva Lunar. Connie y Steven siguen fusionados y la nave con la que se estrellaron está completamente incomunicada. Aun como Stevonnie deciden sobrevivir el tiempo suficiente, lo cual nos da escenas de ell@ sobreviviendo y afeitándose a filo de espada unos pelitos de barba (gracias Rebecca, eso fue majestuosamente temerario de tu parte). No tan solo eso, vemos también como interactúa con la fauna local, cosa genial porque nos da un grandioso vistazo a otro tipo de vida extraterrestre en la serie que no sean solo gemas y seres de Homeworld. Continuando, en un dilema de decisión moral de Stevonnie si se come o no una especie de patoide pequeño, termina siendo interceptad@ por la madre de dicho animalito. La mamá es igual que el pobre animal ya mencionado, pero en versión de tamaño “¡RAJEMOS DE ACÁAAAAAAAAH!”. Y sí, rajaron. Nuestros fusionados protagonistas buscan resguardo en unas convenientes ruinas que había por ahí. Pasando la noche, todo termina en un sueño con impronta Connie que termina mutando a un recuerdo ajeno de una de las Diamonds ya muchas veces mencionadas en la serie, pero no antes vista de forma directa por los espectadores… ¡Hasta el momento! Sin necesidad de ahondar más, solo diré que al día siguiente Stevonnie logra contactar con Lars y su tripulación y ser salvados por estos.

¿Qué más se puede decir al respecto? Arrancamos con un episodio que parece solo un relleno que intentaría atrapar a los fans. Pero como siempre, cuando SU te tira solo dos o tres capitulitos sueltos, es porque tienen planeado engancharte a largo plazo. El primer episodio tiene todo lo típico de un episodio de SU: Conflicto personal de algún personaje, y su resolución. Por ahí esta medio tirado de los pelos que Lars se ponga en estado adolescente llorica solo por ver que Sadie siguió su vida sin él. Pero el capítulo, además de mostrar qué pasó con él y su grupo de gemas defectuosas, es el que llevará a pre-armar el escenario para un siguiente episodio mucho más revelador.
Pero antes de pasar al análisis del segundo episodio...me gustaría analizar un escena puntual de Padparadscha, aquella zafiro defectuosa que con su habilidad de predecir el pasado se había ganado el corazón de la mayoría de nosotros. Y es que gracias a esa “inútil” habilidad es que nos damos cuenta de la verdadera utilidad que podrían sacarle a nivel narrativo en futuros clímax. Luego de que Emerald se dispusiera supuestamente a disparar contra el Incinerador Solar y durante el proceso de que Lars ordenara bajar todas las defensas, se ve como los rayos destructores hacen apenas rasguño superficial a la nave. Todo debido a que el intrépido Lars de las Estrellas (tras salir en su estado de Lars el Pelotudo) intuyera que su enemiga no se atrevería a destruir la nave robada por apego a ella. Pero ojo, que él no le cuenta previamente sobre sus intenciones a su tripulación. Tanto Stevonnie como casi el resto de las gemas se quedan sorprendidas de haber sobrevivido. Es ahí cuando Padparadscha interviene con una de sus predicciones del pasado: “Emerald está a punto de atacar, pero…va a fallar a propósito”.
A mí me había quedado claro que en su primera aparición iba a ser importante gracias a su presunto defecto. Y apuesto todos mis porotos sobre la mesa que más adelante va a ser la llave para resolver un gran misterio en la trama o generar alguna vuelta de tuerca en ella. Está más que claro que con esta zafiro rosada nos están preparando para algo más grande. Subrayo que pongan atención en que se trata de una gema de aquel color y su posibilidad de relevancia en el gran esquema de la serie.

Siguiente capítulo. Tenemos a Stevonnie perdida en una luna con su propia flora y fauna. Vemos cómo se las empeña para sobrevivir, interactúa de una u otra manera con los animales y logra afeitarse con tremendo espadón. Hasta tenemos de fondo un vistazo del planeta donde orbita todo agujereado, prueba del paso de Homeworld. Desde ahí, todo parece relleno. Pero es cuando Mama Patoide la pone a cagar leches (sí, hoy se me pegó el gallego por alguna razón) que este episodio se encamina hacia su propósito de ser. Resguardándose en unas ruinas antiguas a las que no puede acceder su perseguidor, a nuestros protagonistas no les queda más que pasar la noche ahí y dormir.
Es en el momento donde logran cerrar los ojos donde vemos que la trama se sirve de la habilidad de Steven para poder recibir impresiones de hechos ocurridos en sueños mezclados con el subconsciente propio de la misma Connie. Vemos a Stevonnie ante la presencia de una gigantesca Dra. Maheswaran hablando por teléfono e ignorándolos. Pero gradualmente va tomando la forma de Yellow Diamond. Y a medida que el entorno va mutando del hogar de Connie junto a “Yellow Maheswaran”, es que vemos también como la personalidad de Stevonnie parece ser completamente otra. Vemos lo que alguna vez fue tanto la luna como el planeta que orbitaba: una colonia de Homeworld dirigida por la propia Yellow Diamond. También vemos las exigencias de “Stevonnie” reclamando tener su primera colonia y como la Madre de Connie/Diamond la manda a freír churros por el momento. Vistazo de nuestra protagonist@ en una superficie reflectante y vemos en su lugar a la que sería la mismísima Pink Diamond rompiendo el vidrio de una golpiza. Ahí todo fluye en la forma de Stevonnie dándose maña para contactar a Lars y al resto de las gemas descoloridas. Todo porque reconoce que el lugar de su sueño es el mismo salón donde se encuentra y puede recordar el patrón de activación de la computadora que se haya tanto en su sueños como allí mismo…
Sí, señores. Pudimos tener un vistazo de cómo era Pink Diamond. No tan solo como se veía estéticamente sino de cómo habría sido su personalidad. Y el por qué siendo una diamante solo tenía una sola colonia, la Tierra, como su propiedad. La misma serie nos está diciendo que nos vamos acercando a grandes revelaciones de todo lo acontecido. Ya como espectadores podemos decir que conocemos, más o menos, a tres diamantes de cuatro (nos faltaría White Diamond). Nos van acercando de a poco quienes son (o fueron) realmente las Diamonds y cuáles serían sus motivaciones. Pero aun no del todo, porque falta mucho pero mucho más por desvelar.

En fin, tengo que admitir que estos son los estilos de capítulos que más me gustan, porque me dejan con ganas de más. Pueden venir a tanda escasas, de a uno, o dos...que igual los termino disfrutando demasiado. Me ceba bastante que cuestiones sobre la trama se vayan revelando paulatinamente. Lo único malo, quizás, es que demoran demasiado en sacar nuevos, a veces. Pero considero que justamente es en esto que reside el secreto de la calidad argumental de Steven Universe. Se nota que el equipo de creación se toma su tiempo para hilar bien la evolución y desarrollo tanto de trama como de personajes.
Todos los fans de SU podemos estar satisfechos por un buen rato, y nuestro corazón latirá con la promesa de mayor regularidad (que muy posiblemente se rompa cuando pasemos tres inviernos hasta un nuevo episodio… ¿o quizás no?).
Los capítulos de rellenos están bastante bien. Esta serie que se inspira bastante en el anime parece haber sabido aprender de los errores de sus propias musas y aportar hasta con lo que se supone no aporta nada. Pero aun así, como toda serie digna, lo que nos termina enganchando como fieles espectadores es lo que avanza de forma más directa a la trama. Así que por ahora, puedo decir que con estos dos episodios estoy contento. Ustedes seguro que tendrán su propia opinión. Pero yo apuesto aún más que la propia relevancia futura de Padparadscha que a ustedes también les encantó.
Así que muchachad@ Stevenuniversera: ¡Hasta los próximos nuevos capítulos de nuestra serie color pastel favorita!