Luego de la breve pero bien recibida primer temporada de Castlevania (en apariencia casi un anime, pero con mano de obra occidental), Netflix decidió pisar el acelerador en lo referente a animación japonesa y para su primer estreno de anime de producción 100% propia, eligió a un ícono de la cultura nipona: Devilman.
Creador por el prócer del manga Go Nagai (Mazinger Z, Cutie Honey y un largo etcétera) en 1972, cuando Toei Animation mostró interés en adaptar su manga Demon Lord Dante pero les pareció demasiado adulto para llegar a ser un anime en aquella época, por lo que le encargaron un personaje más “heroico” y de tono más ligero. Al comenzar a emitirse Devilman en televisión, Nagai comenzó a publicar un manga mucho más serio y que no tardaría en desviarse de la premisa del anime.

Mientras que la clásica serie animada nos contaba los enfrentamientos con “el demonio de la semana” del demonio Amon tras poseer a Akira Fudo y encaminarse hacia el bien, el manga encaró una perspectiva inversa: Akira es quien toma el control del demonio, transitando un camino de moral ambigua a medio camino entre humano y demonio a lo largo de 5 tomos, para desembocar en un enfrentamiento de escala totalmente épica (del que no entro en detalles para no tirar spoilers)
Justamente este final pasó décadas sin formar parte de las diversas adaptaciones animadas que fueron saliendo posteriormente. Hasta ahora. Acá es donde entra en escena Maasaki Yuasa, director de varios animes de corte experimental como Kaiba, The Tatami Galaxy y Ping Pong. Cualquiera que conozca alguna de estas (muy recomendables) obras, sabrá que Yuasa tiene un estilo muy diferente al de Nagai tanto en lo estético como temático/argumental, por lo que al confirmarse que él iba a estar al frente de esta nueva versión, la expectativa se disparó al infinito.

El 5 de enero de 2018, el público conocería los resultados… y podemos afirmar que estuvieron acorde a lo esperado (o quizás más). Devilman Crybaby logra un balance perfecto entre homenaje y vanguardia. Incluso manteniendo una estética experimental, logra al mismo tiempo respetar el argumento base del manga, así como varios diseños y conceptos; pero no tiene miedo en desviar la trama, adaptarla al siglo XXI, agregar/cambiar personajes y subir el nivel de gore y sexo. Yuasa logra algo casi imposible: mantener su estilo personal y tributar con honores a la obra original (llegando a tirar referencias muy meta, como imágenes del Devilman original e incluso su clásico opening en una versión techno).
La serie está compuesta por 10 capítulos de veinte minutos que podríamos dividir en dos partes. La primer mitad nos presenta a Akira Fudo, un pibe débil y tímido que, tras reencontrarse con su viejo amigo Ryo Asuka, asiste a una rave donde es poseído por el demonio Amon. Asistido por Ryo, Akira logra mantener su control sobre Amon y decide utilizar sus poderes para combatir otros demonios, bajo el nombre de Devilman. Claro que estos poderes no vienen gratis y no le será nada fácil mantener el control sobre su esencia demoníaca, lo que le introducirá a grandes cambios tanto físicos como de carácter. Estos primeros capítulos son más bien episódicos como en el anime original, con Devilman protegiendo a la humanidad, y especialmente a su amigovia Miki, de los demonios sueltos.
Luego tenemos una segunda parte con un salto muy marcado, donde la trama se vuelve mucho más continuada y la magnitud del conflicto va escalando progresivamente hasta llegar al final. Realmente es bastante difícil no ver estos últimos capitulos de una sentada, ya que agarra un ritmo casi frenético entre combates, revelaciones y resoluciones de conflictos. Si hay un punto “flojo” sería justamente la duración, quizás se podrían haber separado estas dos partes en dos temporadas y así desarrollar un poco más un par de tramas que terminaron sintiéndose apresuradas y algo confusas (como el tema de que haya dos personajes muy parecidos visualmente, y uno entra en escena justo cuando el otro desaparece). Pero esto no es más que un detalle que no llega a manchar a uno de los lanzamientos destacados del año en cuanto a anime.
Hacé la lista: animación experimental, música techno, satanismo, familia, gore, amistad, sexo, amor, reflexiones sobre la guerra y el comportamiento humano, homenajes al anime clásico, bichos raros… si marcaste al menos dos, dale una chance al nuevo Devilman.
